Las autoridades han detenido a cinco sospechosos por el asesinato de Christian Poveda, entre los que se encuentra un policía muy cercano a los mareros.
(RSF/IFEX) – Reporteros sin Fronteras toma buena nota de los rápidos progresos que se están haciendo en la investigación del asesinato de Christian Poveda. El 9 de septiembre de 2009, detuvieron a cinco sospechosos, entre los que se encuentra un policía muy cercano a los mareros.
«Resulta alentador comprobar que la policía salvadoreña se ocupa a fondo de este caso, a pesar de que todavía hay que comprobar la culpabilidad de los sospechosos. Cuando aún no se ha extinguido la conmoción generada por la muerte de Christian Poveda, es importante que las autoridades demuestren que las maras, grupos criminales que imponen su violencia, siguen sin estar por encima de las leyes. La presencia de un policía entre los sospechosos es algo que resulta abrumador cuando, más que nunca, para garantizar la seguridad en El Salvador se necesita contar con las fuerzas del orden. Rogamos a las autoridades que mantengan el mismo rigor hasta que el caso se resuelva definitivamente, y esperamos que los culpables sean debidamente castigados», ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Según los periódicos digitales «El Faro» y «El Salvador», la Policía Civil Nacional (PNC) manifestó el 9 de septiembre haber detenido, y acusado de homicidio agravado en la persona de Christian Poveda, a Roberto Luis Romero Vásquez, alias «El tigre», Calixto Rigoberto Escobar, alias «El Toro», y Miguel Ángel Ortiz, alias «El Cholo». Entre los sospechosos se encuentra también José Alejandro Melara, alias «El Puma», que lleva varios días detenidos por otro delito, al que ahora se añade el de homicidio. El último de los sospechosos detenidos se llama José Napoleón Espinoza, policía al servicio de las Urgencias 911 de Soyapango. Está acusado de conspiración y complicidad en asesinato. Finalmente, hay una sexta persona que podría estar implicada en el caso. Se trata de Nelson Lazo Rivera, quien se encuentra encarcelado, por varios homicidios, en la prisión penal de Cojutepeque. La policía le considera autor intelectual del asesinato de Christian Poveda.
Según testimonios recogidos por la policía, el policía Napoleón Espinoza, quien también es presunto miembro de la Mara 18, habría dicho a unos mareros que Christian Poveda era un informador policial que había proporcionado vídeos, fotos y datos personales de los miembros de algunas bandas, así como revelado los lugares donde escondían sus armas. Como consecuencia de dicha información, Lazo Rivera, alias «Fantasma», jefe de la sección de la Mara 18 en la zona de La Campanera, habría decidido citar al periodista gráfico a una reunión el 30 de agosto, para que se explicara sobre dichas acusaciones. En el caso de que comprobara que eran ciertas, pensaba elegir a unos miembros para matar al reportero franco-español y enterrarle. Por razones desconocidas, Poveda no se presentó a la reunión lo que, en opinión de los mareros, confirmó lo que había dicho el policía. Finalmente, el periodista acudió a La Campanera el 2 de septiembre y después se le vio marcharse en coche con un grupo de personas, en dirección a la zona en que lo mataron. Según la policía, los asesinos olvidaron enterrar el cuerpo, tal y como tenían previsto.
Sin embargo, según los testimonios de algunos habitantes de La Campanera, la Mara 18 consideraba a Christian Poveda como «amigo». Además del documental, les ayudaba mediante diversos proyectos, entre ellos la creación de una panadería para que, quienes quisieran hacerlo, pudieran reinsertarse.