Informe especial sobre libertad de expresión e información durante la emergencia sanitaria en México y Centroamérica.
Este artículo fue publicado originalmente en articulo19.org
ARTICLE 19 y Fundación Naumann presentan «C.O.V.I.D.», informe especial sobre libertad de expresión e información durante la emergencia sanitaria en México y Centroamérica.
Introducción
En diciembre de 2019, un nuevo padecimiento, ocasionado por la cepa de coronavirus tipo 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), inició su propagación a lo largo y ancho de la Tierra. Ante esta enfermedad, llamada COVID-19, el mundo tembló, algunos gobiernos no supieron reaccionar y las relaciones humanas empezaron a cambiar.
Desde los inicios del brote, la libertad de expresión y el derecho a la información se convirtieron en una víctima más de la pandemia. A nivel global, la desinformación y el discurso de odio se expandieron poco a poco atravesando fronteras y provocando miedo, estigmas y perjuicios contra diversas poblaciones, principalmente asiáticas, así como contra las víctimas de la enfermedad. El papel y la relevancia de los gigantes tecnológicos en el destino del mundo también se puso a prueba y se cuestionó cada uno de los estándares y parámetros con los cuales se exige la defensa de los derechos humanos en el ámbito digital, reconociéndose la potencialidad y alcance de las redes sociales y los retos prácticos para hacer que la inteligencia artificial se adapte a las reglas de un juego democrático y a los principios de los derechos humanos.
Además, en este contexto y de manera general, se puso de manifiesto la crisis económica a la que se enfrentan diversos medios de comunicación, la vinculación con el dinero público —y el riesgo aparejado de convertir la publicidad gubernamental en mera propaganda o en instrumento de coacción— y, con esto, la precariedad y falta de garantías laborales a las que se enfrenta el periodismo profesional, a lo que se suma el reto mayúsculo de alejar a las audiencias de las campañas de desinformación, que se expanden de manera vertiginosa.
En la región de México y Centroamérica, la pandemia puso de relieve estas y otras fracturas existentes en la garantía de derechos y exacerbó los ánimos autoritarios de gobiernos que, hasta el momento, se consideraban democráticos. Más aún, la contingencia nos confrontó con la profunda desigualdad que caracteriza a cada uno de los países de la región y mostró la imperiosa necesidad de reformas estructurales que miren por las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad, principalmente en lo que toca al acceso a la información y al ejercicio de sus derechos económicos, sociales y culturales.