Freedom House (Casa de la Libertad) publicó su investigación mundial anual de libertad de prensa y señaló que aunque se están logrando importantes avances en países clave, han ocurrido reveses en democracias establecidas, incluyendo Estados Unidos. «Freedom of the Press 2005: A Global Survey of Media Independence» (Libertad de prensa 2005: una investigación global de […]
Freedom House (Casa de la Libertad) publicó su investigación mundial anual de libertad de prensa y señaló que aunque se están logrando importantes avances en países clave, han ocurrido reveses en democracias establecidas, incluyendo Estados Unidos.
«Freedom of the Press 2005: A Global Survey of Media Independence» (Libertad de prensa 2005: una investigación global de la independencia de los medios) califica 194 países y territorios según una valoración del ambiente legal en que operan los medios, las influencias políticas sobre los informes y el acceso a la información, las presiones económicas sobre el contenido y la diseminación de las noticias.
Treinta y nueve por ciento (75) fueron calificados como Libres, mientras 35 por ciento (69) fueron calificados como No libres. Veintiséis por ciento (50) fueron calificados como Parcialmente libres.
Cinco países mejoraron en su calificación mientras dos descendieron. Las mejoras ocurrieron en países en que se han logrado o están floreciendo nuevas aperturas democráticas, como Ucrania y Líbano. Varios países del Medio Oriente mostraron tendencias positivas. Además de Ucrania y Líbano, Guatemala y Guinea-Bissau avanzaron de No libre a Parcialmente libre, mientras Namibia pasó de Parcialmente libre a Libre. Sólo dos países (Pakistán y Kenia) registraron un cambio de categoría negativa en 2004: pasaron de Parcialmente libre a No libre.
La clasificación de Estados Unidos descendió debido a numerosos casos jurídicos en los que los fiscales buscaban obligar a periodistas a revelar fuentes o a entregar notas u otros materiales que habían reunido en el curso de investigaciones, señala Freedom House (Casa de la Libertad). Además, surgieron dudas con respecto a la influencia oficial sobre el contenido de los medios, debido a las revelaciones de que varios comentaristas políticos recibían subvenciones de organismos federales, y que la administración Bush había aumentado de manera importante la práctica de distribuir segmentos de noticias producidos por el Gobierno.
Los cinco países peor clasificados en 2004 fueron Birmania, Cuba, Libia, Corea del Norte y Turkmenistán. En esos estados, los medios independientes o bien no existen o apenas pueden funcionar, el papel de la prensa se reduce a actuar como vocero para el régimen gobernante y el acceso de los ciudadanos a información equilibrada está gravemente limitado.
Lea el informe completo aquí: http://www.freedomhouse.org/research/pressurvey.htm