El 3 de mayo es el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Al IFEX entrar en su vigésimo quinto año como red global que defiende el derecho a la libertad de expresión e información, Annie Game habla de lo nuevo y de lo que sigue siendo una constante cuando se trata de defender la libertad de prensa.
Al IFEX entrar en su vigésimo quinto año como red global que defiende el derecho a la libertad de expresión e información, Annie Game habla de lo nuevo y de lo que sigue siendo una constante cuando se trata de defender la libertad de prensa.
¿Es la libertad de prensa una idea obsoleta? En un 2017 donde reina la post-verdad, la impresión ha muerto, los medios tradicionales ya no son viables y en un ambiente en que los hechos son negociables, ¿qué es, exactamente, lo que estamos defendiendo ahora? ¿Aún vale la pena luchar? ¿Es posible la victoria?
IFEX fue fundada en 1992 con la libertad de prensa en el centro de su misión. La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de mayo el Día Mundial de la Libertad de Prensa menos de un año después. En ese momento, el entorno en línea estaba en sus comienzos, y la libertad de prensa parecía una meta clara, con indicadores de éxito y desafío evidentes.
Desde entonces, IFEX y sus más de 100 organizaciones miembros en todo el mundo han organizado estrategias y tendido redes para abordar una gama diversa y creciente de cuestiones relacionadas con la libertad de expresión: libertad de prensa, privacidad, seguridad digital, derecho de reunión, acceso a la información, libertad de expresión artística y más.
¿Sigue siendo relevante la libertad de prensa? Claramente, aquellos que se oponen a la justicia y a la rendición de cuentas entienden su importancia; de lo contrario no seguirían atacando de manera perversa e implacable a periodistas y activistas de derechos humanos que buscan sacar a la luz la verdad. Aunque el panorama mediático actual está fragmentado, una prensa libre es más esencial que nunca, para descubrir abusos de poder, para defender los derechos humanos, para iluminar los rincones que los gobiernos, las corporaciones y los actores no estatales quisieran ocultar.
¿Es posible la victoria? Es una tendencia humana común el creer que nuestras circunstancias actuales son difíciles y únicas, que los retos del 2017 son complejos y únicos. Es el tipo de pensamiento que puede conducir rápidamente a la desesperación, porque sugiere que las soluciones y estrategias que nos ayuden a prevalecer no tienen precedentes, que debemos crearlas desde cero.
Sin embargo, aunque se deban desarrollar nuevas ideas, nuevos conocimientos y nuevas tácticas, algunas cosas son constantes: sabemos que el apoyo mutuo, la amplificación de los mensajes de los demás y la incansable defensa de nuestras comunidades más marginadas y más atacadas está en el centro del trabajo que hacemos de defensa de la libertad de expresión -el trabajo que debemos seguir haciendo. Es un trabajo que requiere resistencia y resiliencia, habilidades que los miembros de IFEX han desarrollado y utilizado para impulsar sus esfuerzos todos los días, cada año, a menudo en circunstancias difíciles.
Hemos aprendido mucho en las dos décadas y media de IFEX, sobre todo que la libertad de prensa no es una meta única alcanzable. Es parte de una red de derechos y responsabilidades interconectados que deben ser nutridos, desarrollados, defendidos y ampliados. Pero una prensa libre es un hilo esencial en esa red. Y es por eso que en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, es importante no sólo reconocer a los que han sacrificado mucho para defender nuestro derecho a la libertad de prensa, es esencial que nos volvamos a comprometer con la lucha.
Puede leer más sobre el Día Mundial de la Libertad de Prensa en UNESCO.org.