El barómetro que mide las violaciones a la libertad de prensa elaborado por Reporteros sin Fronteras (RSF) registró que en el primer semestre de 2018, 47 reporteros fueron asesinados. Frente a este alarmante balance RSF intensifica sus labores de asistencia.
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 28 de junio de 2018.
El barómetro que mide las violaciones a la libertad de prensa elaborado por Reporteros sin Fronteras (RSF) registró que en el primer semestre de 2018, 47 reporteros fueron asesinados: 36 de ellos eran periodistas profesionales; 9, periodistas-ciudadanos y 2, colaboradores de medios de comunicación. Frente a este alarmante balance RSF intensifica sus labores de asistencia.
Fue un inicio de año negro para los periodistas. 2017 había sido uno de los años menos mortíferos, sin embargo, parece que 2018 no lo será: tan sólo en los primeros seis meses del año 47 periodistas y colaboradores de los medios de comunicación han sido asesinados. Entre los países más mortíferos se encuentran: Afganistán (11 periodistas asesinados), Siria (7), Yemen (5) y México (5). Frente a esta dramática situación, Reporteros sin Fronteras (RSF) reafirma su compromiso con los periodistas amenazados y multiplica sus labores para ayudarlos. Cerca de 40% de las bolsas de apoyo otorgadas por nuestra ONG se ha proporcionado a periodistas que estaban en peligro en su país de origen para que pudieran ponerse a salvo en otro sitio. Asimismo, un tercio de los recursos que RSF destina a ayudar a los periodistas en el mundo se concentró en cuatro países: Afganistán, Siria, Yemen y México.
Las periodistas afganas, muy vulnerables
Afganistán, que se ubica en el lugar 118, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por RSF, ha sido golpeado por varios atentados desde el inicio del año. Once periodistas han sido asesinados desde enero y muchos otros son amenazados continuamente por las diferentes facciones en conflicto. Uno de sus principales blancos son las mujeres periodistas, particularmente vulnerables en un país en el que la propaganda fundamentalista impera en varias regiones.
Desde marzo de 2017, RSF apoya al Centro de medios de comunicación para la Protección de Periodistas Afganas (CPAWJ, por sus siglas en inglés), del que nuestra organización fue cofundadora. Este centro, único en su género, tiene el objetivo de apoyar y proteger a las mujeres periodistas. Gracias en parte al apoyo moral y financiero de RSF, el CPAWJ registró por primera vez el número de reporteras y colaboradoras de medios de comunicación que trabajan en país, que asciende a 1.741; de ellas, 764 son periodistas profesionales. RSF y el CPAWJ han organizado de manera conjunta formaciones en seguridad física para ellas. También han hecho recomendaciones al gobierno y al parlamento para que les otorguen una mayor protección, en especial en las provincias más aisladas. Asimismo, han recomendado que se elabore un documento relativo a la protección de las mujeres periodistas al interior de las redacciones.
Huir de la guerra
En Siria y Yemen -que se encuentran en los lugares 177 y 167, respectivamente, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa- se han registrado numerosas víctimas en proporción a los pocos periodistas que aún trabajan en estas zonas. Desde el inicio de año, un periodista profesional, cinco periodistas-ciudadanos y un colaborador de los medios de comunicación han perdido la vida en los bombardeos en Siria. En Yemen, tres periodistas profesionales y dos periodistas-ciudadanos murieron en el primer semestre de 2018.
En estos dos países -que son verdaderos agujeros negros de la información- muchos periodistas no han tenido otra opción que abandonar su oficio, incluso irse del país, debido a las amenazas. RSF proporciona un apoyo específico a los periodistas que se han visto obligados a huir, para que puedan ponerse a salvo y satisfacer sus primeras necesidades.
Estos periodistas constituyen 20% de los beneficiarios del apoyo económico proporcionado por RSF en 2018. Por otro lado, más de tres cuartos de las bolsas de ayuda otorgadas en la zona de Oriente Medio-África del Norte fueron entregadas a periodistas de Siria y Yemen.
En total, desde el inicio del año, 15 periodistas sirios y yemenitas han recibido bolsas de apoyo individuales: seis de ellos para ponerse a salvo en otro país; siete para satisfacer sus primeras necesidades en el exilio, y dos para poder pagar sus gastos médicos, entre ellos Ahmed Abdelqader, director y fundador del diario Aïn Ala al-Watan («Un ojo en la patria»). El 12 de junio de 2016 Ahmed Abdelqader sufrió un intento de asesinato en la ciudad de Urfa, en el sudeste de Turquía, reivindicado por el Estado Islámico. El periodista recibió varios disparos en la mandíbula y perdió el oído izquierdo. Recibió ayuda de RSF para pagar el costo de la hospitalización. A fin de que escapara de las constantes amenazas que sufría, RSF le ayudó a refugiarse en Estambul, mientras finalizaba el proceso de su solicitud de asilo. Gracias al apoyo de nuestra ONG, desde octubre de 2016 vive en Francia.
Huir de la amenaza
En el otro lado del planeta, México, que se ubica en el lugar 147 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF, es el país más peligroso del continente americano para los periodistas. En 2018 cinco reporteros han sido asesinados brutalmente; otros catorce han sido amenazados de muerte.
Alberto Escorcia es uno de ellos. Este periodista recibe amenazas desde que publicó un reportaje sobre cómo las redes organizadas de troles que acosan y agreden a los periodistas en México. RSF le ayudó a ponerse a salvo fuera del país. Pues RSF ofrece apoyo directo a periodistas de América Latina que sufren amenazas y necesitan huir -y en ocasiones también a sus familias-. En el primer semestre de 2018 se otorgaron 10 bolsas de apoyo en esta zona. Así, dos periodistas brasileños, un mexicano, un hondureño y un colombiano se pusieran a salvo fuera de su lugar de origen. Con otra bolsa se ayudó a la familia del periodista nicaragüense Ángel Eduardo Gahona, quien fue asesinado el 21 de abril -recibió un disparo de arma de fuego en la cabeza mientras transmitía en vivo en Facebook Live las manifestaciones en la ciudad de Bluefields.