"Un periodista en prisión es, por definición, un periodista al que se le impide trabajar. Pero, también es un periodista intimidado para el futuro, y, junto a él, cientos o incluso miles de colegas con una espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas" - RSF
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 31 de diciembre de 2023.
Afianzado como medio de represión del derecho a la información, el encarcelamiento arbitrario de periodistas es ya una práctica común en muchos países. Cerca de 800 periodistas han estado en prisión a lo largo de este año y aproximadamente 550 empezarán 2024 entre rejas. Cuatro países –China, Birmania, Bielorrusia y Vietnam– concentran cerca de la mitad de los presos.
El encarcelamiento de periodistas es un método de represión utilizado en cerca de la mitad de los países del mundo. Durante los últimos cinco años, al menos un periodista ha sido detenido debido a su trabajo en 86 países.
En 2023, 779 periodistas han estado recluidos en alguna cárcel y 547 permanecen entre rejas (o en arresto domiciliario) en 45 países. Las condenas dictadas este año contra periodistas van desde una semana hasta 20 años de prisión.
China sigue siendo la mayor cárcel de periodistas del mundo, con 121 reporteros presos. Le sigue Birmania (69), que, además, ha impuesto este año la sentencia más dura contra un profesional de los medios, y ha condenado a 20 años de cárcel al fotoperiodista Sai Zaw Thaike, por «desinformación» y «sedición», entre otros cargos.
Condenas récord para las mujeres periodistas
En 2023 se han dictado condenas de cárcel récord contra mujeres periodistas. Desde 2019, ninguna periodista había sido condenada a más de 10 años de prisión, mientras que 6 de las 8 penas más duras impuestas en 2023 han recaído sobre mujeres. Algunas son víctimas de una terrible represión, como en Irán, donde Elaheh Mohammadi y Niloofar Hamedihan sido condenadas a 12 y 13 años de cárcel respectivamente, pero también en Bielorrusia, bajo el régimen autoritario de Lukashenko, donde figuras emblemáticas del periodismo independiente, como Maryna Zolatava, Lyudmila Tchekina y Valeriya Kastsiouhova han sido condenadas a penas de entre 10 y 12 años de cárcel, o en Burundi, donde Floriane Irangabiye, una de las pocas mujeres periodistas encarceladas en África subsahariana, cumple una condena de 10 años de cárcel.
«Un periodista en prisión es, por definición, un periodista al que se le impide trabajar. Pero, también es un periodista intimidado para el futuro, y, junto a él, cientos o incluso miles de colegas con una espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas. Y está en juego la violación del derecho a la información de millones de personas. Detrás de las estadísticas, hay tragedias humanas y consecuencias políticas. Aplaudo la valentía de todos esos periodistas, mujeres y hombres, que se atreven a desafiar los riesgos que les imponen los regímenes autoritarios. Quiero dar las gracias al equipo de RSF, en particular a nuestros corresponsales en más de 130 países, por hacer todo lo posible para obtener su liberación.»
Christophe Deloire, Secretario general de RSF
Turquía e Irán: ciclo infernal de encarcelamiento y normalización de la entrada en prisión
Turquía e Irán figuran entre las mayores cárceles del mundo en 2023. Ambos regímenes recurren ampliamente a las detenciones -a menudo de corta duración y reiteradas- como medio para intimidar a los periodistas. El régimen de Erdogan ha encerrado a cerca de 50 profesionales de los medios a lo largo del año. Cinco permanecían entre rejas a finales de 2023, entre ellos cuatro periodistas kurdos. En Irán, 58 periodistas pasaron más de 48 horas en las cárceles del régimen en 2023, y 21 de ellos siguen allí, entre ellos, cinco mujeres. La represión a la prensa iraní se ha recrudecido: desde el comienzo de las protestas que siguieron a la muerte de Mahsa Amini, el 16 de septiembre de 2022, el régimen ha construido un auténtico laberinto de sanciones, con detenciones abusivas y juicios por cargos falsos.
Guerra Israel-Hamas: se recrudece la detención de periodistas palestinos
El número de periodistas palestinos detenidos por las fuerzas israelíes ha aumentado considerablemente desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre de 2023. Al menos 34 permanecen detenidos en Palestina en este final de año; la mayoría, sin cargos y sin juicio. Es el caso de la mitad de ellos (19), que se encuentran bajo arresto administrativo, una práctica “preventiva” que permite a las fuerzas israelíes encerrar a cualquiera por “razones de seguridad”. Esta represión mediante la detención infligida a los reporteros palestinos esencialmente en Cisjordania se suma a la mortífera que asola Gaza, donde al menos 76 periodistas han sido asesinados por el ejército israelí desde el comienzo de la guerra, de los cuales, al menos 16 lo han sido en el ejercicio de su actividad periodística.
Vietnam, Rusia y Afganistán: el periodismo independiente reprimido
Vietnam, Rusia y Afganistán también figuran entre los países más peligrosos para los periodistas.
En Vietnam, donde la prensa está sometida a las órdenes del partido único, 43 profesionales de los medios han pasado al menos 48 horas detenidos y 36 periodistas siguen languideciendo en sus cárceles. Entre ellos hay 20 blogueros, como Nguyen Lan Thang, condenado a ocho años de prisión por «propaganda antiestatal» en abril de 2023.
En Rusia, el año ha estado marcado por un clima hostil hacia los medios y periodistas independientes: 34 reporteros han sido detenidos en los últimos 12 meses, y 29 seguían entre rejas el 29 de diciembre de 2023. Entre ellos hay dos ciudadanos estadounidenses: el corresponsal del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, imputado por cargos de espionaje, y la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, colaboradora de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), acusada de haber omitido declararse «agente extranjera».
En Afganistán, los cargos de espionaje también se utilizan contra los periodistas. La liberación simbólica de Mortaza Behboudi, el 18 de octubre de 2023, fue un duro recordatorio de la peligrosidad que entraña el ejercicio del periodismo en Afganistán. Desde su regreso al poder, en agosto de 2021, los talibanes no han dejado de reprimir a la prensa independiente. Veintiún periodistas han pasado por las cárceles afganas en 2023 y tres permanecen entre rejas.
Crisis políticas y guerras civiles: los periodistas encerrados
En 2023, la implacable represión del régimen de Abdel Fatah al-Sisi contra la prensa se intensificó aún más en el contexto electoral que ha vivido Egipto, donde 20 periodistas y blogueros siguen encarcelados, entre ellos el fundador del blog Oxygen Misr, Mohamed Oxygen, detenido desde 2019 por «publicación de noticias falsas» durante las protestas antigubernamentales. Galardonado con el Premio RSF al Coraje 2023, lleva recluido en régimen de aislamiento en la prisión de Badr (El Cairo) desde mayo de 2023 por defender a uno de sus compañeros reclusos.
En otros lugares, la cobertura de conflictos también puede conducir a la celda de una cárcel. Es el caso de Etiopía, donde los periodistas están en el punto de mira de las autoridades: 14 están detenidos actualmente y 22 han sido encarcelados en 2023, tras la intensificación de los combates en la región de Amhara y el desmantelamiento de las fuerzas militares regionales.
Si bien 2022 supuso un año récord, con 569 periodistas presos en todo el mundo a 31 de diciembre, el encarcelamiento se ha mantenido como un método ampliamente utilizado contra la libertad de prensa este año, que 547 periodistas despedirán 2023 entre rejas.