Después de la resolución de la ONU sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad, el desafío de IFEX es asegurarse de que las palabras se traduzcan en acción.
Para todos aquellos que han estado trabajando en el problema de la impunidad durante tanto tiempo, el anuncio del 26 de noviembre sobre la aprobación, por parte de la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de una resolución sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad que establece el 2 de noviembre como el «Día Mundial contra la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas,» fue una gran noticia.
La impunidad sigue siendo la preocupación número uno para los más de 80 miembros de IFEX comprometidos con la promoción y defensa de la libertad de expresión en todo el mundo. ¿Y por qué no lo sería? Sobre una base diaria monitorean, informan, realizan campañas y son testigo caso tras caso de periodistas, trabajadores de los medios, artistas, escritores y otros amenazados, obligados a exiliarse, y a veces asesinados por ejercer su derecho a la libertad de expresión, mientras que los autores quedan libres. IFEX es el centro donde los grupos informan sobre las historias y comparten sombrías estadísticas, mientras que buscan atención y apoyo internacional para los casos que claman por justicia.
Esto lo sabemos. Es el acto – el crimen – que atrae la atención del mundo. El hecho de que los criminales sigan libres no se considera noticia de primera plana. Pero en este caso, la ignorancia no es definitivamente una bendición. Ignoramos esto a nuestro propio riesgo, ya que, si se trata de amenazas, agresiones o asesinatos, y si los delitos son cometidos por individuos, grupos religiosos, sindicatos del crimen o gobiernos, es el hecho de que estos crímenes no se resuelven lo que sustenta y refuerza las condiciones que permiten este tipo de ataques en primer lugar.
Quedarnos quietos mientras periodistas y otros defensores de la libertad de expresión eran silenciados, enviar coronas fúnebres, y tener a familiares aterrorizados, simplemente no era una opción. Hace cinco años la red IFEX envió un mensaje rotundo diciendo «¡Basta!» y dedicó tiempo y recursos para crear un Día Mundial contra la Impunidad. Se planificó la campaña de sensibilización e indignación, para inspirar una respuesta global y encontrar formas concretas de apoyo a los que luchan contra la impunidad. Culminó cada año el 23 de noviembre, el aniversario de la masacre de Ampatuan, cuando 58 personas fueron brutalmente asesinadas en Filipinas, incluyendo 32 periodistas y trabajadores de los medios, en el acto más horrible de asesinato a periodistas de la historia reciente.
Apenas unos días antes de la votación de la ONU, muchos de los miembros de IFEX se apuraron en contactar a los delegados de sus países y animarlos a apoyar la resolución. Está claro que esos esfuerzos ayudaron. La votación demostró que estos gobiernos reconocen que existe un problema, y que la seguridad de los periodistas para hacer su trabajo por el interés público debe ser protegida.
Pero también sabemos que en una victoria, no hay tal cosa como absolutos. No todos los delegados votaron a favor de la resolución, hecho que por sí solo da una fuerte indicación del trabajo que queda por hacer.
La pregunta ahora es cómo construir sobre este éxito para convertir efectivamente una cultura de la impunidad en una que no la tolere.
Esperamos que la creación de este día de las Naciones Unidas signifique más que un principio de acuerdo, y que la ONU esté dispuesta a defender esta resolución con los dientes, utilizar las leyes existentes y trabajar en colaboración con la sociedad civil para asegurarse de que aquellos que recurren a la violencia para callar a los que tienen puntos de vista discrepantes ya no estarán cómodos pensando que pueden hacerlo con impunidad.
El progreso dependerá de la ejecución de las acciones propuestas en el Plan de Acción de la ONU sobre la seguridad de los periodistas. El fortalecimiento de los mecanismos de las Naciones Unidas, la cooperación con los Estados miembros para aplicar las leyes existentes y desarrollar la legislación y los mecanismos que garantizan la libertad de expresión, y la asociación con otras organizaciones e instituciones en la sensibilización de los temas, todo será de vital importancia si queremos hacer mella en la impunidad.
Contar con el apoyo de la ONU para un día internacional sobre el tema de la impunidad añadirá peso y credibilidad a nuestra causa. Puedo prever dos fechas importantes enmarcando un mundo de acciones e iniciativas dirigidas contra la impunidad cada año: el 2 de noviembre como punto de reunión para poner en marcha la campaña anual de IFEX para poner fin a la impunidad, y el 23 de noviembre como el final de la campaña, en reconocimiento a ese día emblemático en el que muchas voces fueron silenciadas para siempre.
Suficiente es suficiente. Es el momento de llevar la cultura de la impunidad a su fin. Hay que atacar las raíces que la sustentan. Debemos desafiar los marcos legales que la permiten y los poderes que la fomentan o hacen la vista gorda en nombre de la conveniencia política. Mientras que el problema que estamos abordando a veces puede resultar abrumador, la fuerza, el compromiso y la magnitud del número de aquellos que se unen para luchar contra la impunidad están aumentando cada año.
Annie Game es Directora ejecutiva de IFEX. Este post fue publicado por primera vez en cpj.org