El acceso a la información es el elemento vital de una prensa libre y una sociedad democrática, un hecho digno de recordar en este Día Mundial de la Libertad de Prensa.
El miembro de IFEX Artículo 19 ha estado trabajando con los ciudadanos locales, incluyendo Masum, para luchar por una mejor protección del medio ambiente en las zonas costeras vulnerables como Khulna, utilizando la Ley de Derecho a la Información (DAI) de Bangladesh. Bajo la Ley de DAI, Masum presentó una solicitud ante el Departamento de Medio Ambiente en busca de una lista completa de las fábricas de la zona y su estado de certificación. Los resultados mostraron que la mitad de las mismas estaban operando ilegalmente. La organización de Masum ha lanzado una acción legal contra el Departamento de Medio Ambiente y la autoridad de desarrollo local en busca de la eliminación de las plantas ilegales.
El acceso a la información es el elemento vital de una prensa libre y una sociedad democrática, un hecho digno de recordar en este Día Mundial de la Libertad de Prensa. Los periodistas necesitan tener acceso a la información para investigar e informar sobre historias, y nosotros necesitamos el acceso a la información que divulgan. Sin ella, las historias importantes no son contadas. El derecho a acceder a la información está consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos como la libertad «de buscar, recibir y difundir información» y es reconocida, al menos sobre papel, por más de 100 gobiernos de todo el mundo que han adoptado leyes de libertad de información. Sin embargo, durante mucho tiempo dicho derecho ha quedado fuera de las iniciativas clave de desarrollo, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU (ODM). Debemos corregir esta omisión.
A medida que la fecha límite de 2015 para ODM se acerca, hay un creciente llamado para realinear los futuros objetivos de desarrollo a lo largo de un modelo basado en derechos, uno que incluya la libertad de información. La medida ha sido impulsada por organizaciones del desarrollo y de la libertad de expresión en todo el mundo, incluyendo muchos de la red IFEX. Existen indicios de que sus voces están siendo escuchadas: un panel de la ONU designado el año pasado para estudiar la cuestión recomendó el establecimiento de un objetivo específico para proteger «el derecho del público a la información y el acceso a los datos del gobierno», como parte de una medida más amplia de «garantizar la buena gobernanza e instituciones eficaces.» Palabras prometedoras que requieren un optimismo mesurado.
El acceso a la información es poder. Empodera a los ciudadanos para que puedan exigir una mayor proporción de los recursos del gobierno para mejorar sus vidas y tomar decisiones más informadas sobre su futuro. Ofrece a las organizaciones de la sociedad civil las herramientas que necesitan para asignar los escasos recursos de desarrollo a los que mejor pueden utilizarlos. Permite que las autoridades locales de salud y las escuelas sean más capaces de servir a las necesidades de sus comunidades. Y significa una prensa libre que puede denunciar los abusos y la corrupción y mantener su gobierno rindiendo cuentas. No es sorprendente que muchos gobiernos y actores del sector privado sigan siendo hostiles a estos esfuerzos.
Pero estos reductos están en el lado equivocado de la historia, aferrándose a una visión anticuada de gobierno arraigado en la opacidad y la toma de decisiones de arriba hacia abajo. En todo el mundo, hay un hambre cada vez mayor por el intercambio de información, y a medida que más y más personas tengan acceso a las tecnologías de información y comunicación, el paso hacia una mayor transparencia será más difícil de contrarrestar. El miembro de IFEX Media Rights Agenda, una organización de libertad de expresión con sede en Nigeria, ha hecho esta conexión. Recientemente ha lanzado una aplicación que permite a los usuarios locales de dispositivos móviles Android descargar la Ley de Libertad de Información de Nigeria a sus teléfonos, tabletas y otros dispositivos. El acceso a la información está, literalmente, a su alcance.
El acceso a la información es inseparable de cualquier discusión seria de largo plazo sobre el bienestar socio-económico. En este Día Mundial de la Libertad de Prensa, podremos finalmente poner a descansar la idea de que puede existir un desarrollo verdaderamente sostenible fuera del derecho a la libertad de expresión, y en cambio imaginar un mundo en donde cada uno trabaje para fortalecerlo por el bien público.
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