El acceso a información sobre el ébola que puede salvar vidas está siendo restringido en Liberia y Sierra Leona, al tiempo que las fuerzas de seguridad aumentan los esfuerzos para combatir la propagación del virus.
Hace unos meses, un hospital en Sierra Leona se convirtió en el sitio de una dramática situación consecuencia de la desinformación.
El 25 de julio de 2014, una turba de gente enojada intentó entrar en el centro de tratamiento de ébola en la ciudad de Kenema, después de escuchar un rumor de que el virus ébola; una enfermedad grave, con frecuencia mortal y sin cura conocida; fuera inventado para proporcionar un pretexto para «rituales caníbales», según Reuters. Los manifestantes amenazaron con quemar el edificio y retirar a sus pacientes. La policía respondió disparando gases lacrimógenos contra la multitud, y un niño de 9 años de edad recibió un disparo en una pierna.
Ahora, la policía y los soldados están patrullando las zonas más afectadas por el virus en Sierra Leona y su país vecino, Liberia. Las fuerzas de seguridad en Sierra Leona fueron desplegadas en agosto «para establecer un bloqueo completo» de los distritos de Kenema y Kailahun, donde se establecieron 16 puestos de control en las carreteras principales, de acuerdo con Reuters. En Liberia, los residentes del barrio pobre West Point de Monrovia habían puesto barricadas de alambre de púas en su barrio, y están teniendo dificultades para obtener alimentos, informa la BBC.
Pero mientras que la desinformación puede ser claramente peligrosa, el mantener a la población «segura» parece estar ocurriendo a expensas del acceso a la información en ambos países – un factor clave en la lucha contra la propagación de la enfermedad.
El 6 de agosto de 2014, la Presidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf declaró un estado de emergencia de 90 días en el país, y señaló que el Gobierno “instituiría medidas extraordinarias, incluyendo, de ser necesario, la suspensión de ciertos derechos y privilegios.”
Al Centro de Estudios de Medios y Construcción de la Paz-Liberia (CEMESP) le preocupa que algunos de los «derechos y privilegios» antes mencionados incluyan la capacidad de informar. En agosto, el periodista de FrontPage Africa Henry Karmo fue golpeado y detenido por agentes de la policía frente al Ministerio de Asuntos Exteriores. Karmo había estado fotografiando personas que protestaban por el estado de emergencia, cuando la policía confiscó su cámara y lo detuvieron, incluso después de que Karmo mostrara sus credenciales de prensa.
Menos de un mes después, la policía de Liberia ordenó al medio de comunicación de Karmo, FrontPage Africa, que apagara su generador, ya que estaba presuntamente causando contaminación. Reporteros sin Fronteras notó que a otras empresas cercanas se les permitía seguir utilizando sus generadores. Sin el uso del suyo, FrontPage Africa fue incapaz de producir e imprimir su periódico.
Casi al mismo tiempo, investigadores de la Policía Nacional de Liberia (LNP) acosaron a la editora Helen Nah, después de que su medio de comunicación, el periódico Women Voices, publicara una historia acerca de la presunta apropiación indebida de dinero destinado para el Fondo de Respuesta al Ébola.
La junta de Women Voices ha condenado la respuesta de la Policía Nacional de Liberia al artículo, diciendo que está socavando los esfuerzos de los medios de comunicación para contribuir a la lucha contra la epidemia de ébola, según CEMESP.
El hecho de impedir que un medio de comunicación pueda informar en Liberia y Sierra Leona tiene un impacto que va más allá del derecho del público a saber acerca de las acusaciones de corrupción. Como señala Human Rights Watch, los periódicos locales y las radios comunitarias juegan “un papel clave en la educación de la salud pública.”
La organización proporciona el ejemplo de Radio MOA – una estación de radio comunitaria en el distrito de Kailahun en Sierra Leona – que transmite cada día entrevistas con expertos en salud, funcionarios y sobrevivientes del ébola en su programa de radio “Watin Di Bi Nah Yu Community” («¿Qué está sucediendo en su comunidad? «). El programa llega a decenas de miles de residentes de Sierra Leona, Liberia y Guinea.
Programas como estos tienen la capacidad de abordar aspectos sobre la propagación del ébola que no pueden ser abordados a través de los anuncios del gobierno.
Por ejemplo: la dimensión de género. Según Human Rights Watch, el Ministerio de Salud de Guinea declaró que desde el 7 de septiembre de 2014, las mujeres representaban el 54 por ciento de los casos de ébola. En Liberia, los Ministerios de Salud y de Género y Desarrollo informaron que el 75 por ciento de las personas infectadas o que han muerto a causa de ébola son mujeres. El cuidado de los enfermos, lavar y preparar los cuerpos para los entierros son actividades tradicionalmente realizadas por las mujeres en los países más afectados por el ébola, y parecen poner a las mujeres en mayor riesgo de contraer la enfermedad, señala Human Rights Watch.
Algunas personas no esperaron a que los programas de radio o medios de prensa hablaran de los síntomas del ébola o de los métodos de prevención y tomaron el asunto en manos propias. Associated Press informa que los raperos de Liberia Shadow y D-12 lanzaron varios temas relacionados con el ébola. Su exitosa canción, «Ebola in Town» (Ébola en la ciudad), tiene la intención de desafiar el escepticismo sobre el virus. Del mismo modo, en Sierra Leona, un video musical llamado «Ebola Does Not Discriminate (Ébola no discrimina), del rapero Special C, transmite los peligros de esconder pacientes enfermos.
Considerando que las noticias y la música tienen la capacidad de llegar a tantas personas a través de toda Sierra Leona y Liberia, se hace evidente que los gobiernos deberían utilizar la influencia de los medios de comunicación a su favor, como un medio para la difusión de información sobre el ébola que potencialmente puede salvar vidas.
Con un acceso a la información cada vez más limitado en África occidental – en particular en Liberia – varios miembros de IFEX están pidiendo a las autoridades que respeten la libertad de expresión mientras que sus gobiernos siguen combatiendo el ébola.
En una entrada de blog para el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), Peter Nkanga escribe: “Mientras Liberia lucha por contener la crisis sanitaria, el gobierno debe mostrar tolerancia, y asociarse con los medios de comunicación para fomentar el flujo de información y el debate.”
En un comunicado enviado por correo electrónico a IFEX, la Asociación de Periodistas de África Occidental observa que el gobierno de Liberia “… no puede darse el lujo de desmovilizar cualquier segmento de la sociedad en la lucha contra la enfermedad y, por lo tanto, no debe utilizar el estado de emergencia como una coartada para agravar una crisis que ya está empeorando.”
Al 16 de septiembre de 2014, la Organización Mundial de la Salud ha documentado un total de 4963 casos en Guinea, Sierra Leona y Liberia; 2453 de estos casos resultaron en muertes.