La reapertura de las investigaciones sobre el asesinato del periodista Shan Dahar es una oportunidad para que las autoridades paquistaníes demuestren su compromiso con la justicia y la libertad de prensa.
18 de mayo 2016
Estimado Señor,
IFEX, la red mundial de 104 organizaciones que promueven y defienden la libertad de expresión en todo el mundo, le escribe para reconocer de manera positiva la reapertura de la investigación sobre la muerte del periodista de televisión Shan Dahar, y le insta a garantizar que la nueva investigación se lleve a cabo de manera minuciosa e imparcial.
Zakir Ali – también conocido como Shan Dahar – era Jefe de la Oficina del canal de televisión Abb Takk en el distrito de Larkana de la provincia de Sindh, Pakistán. Shan recibió un disparo en la espalda a las 12:30 horas del 1 de enero de 2014 y fue llevado al Hospital Medical College Chandka donde no recibió atención hasta que sucumbió a sus heridas más tarde esa mañana.
En una decisión que su familia cree ser deficiente e impulsada por influencias externas, los investigadores locales anunciaron que la muerte fue un accidente como consecuencia de disparos de celebración en la víspera de Año Nuevo. Shan estaba trabajando en una serie de historias que podían ser potencialmente consideradas como provocadoras en el momento de su muerte. Tanto la familia de Shan y la comunidad de medios en Pakistán creen que la evidencia sugiere que el asesinato fue en retribución por su labor periodística.
Este tipo de ataques contra periodistas y medios de comunicación son un fenómeno frecuente en Pakistán, contando 57 asesinatos documentados ocurridos desde 1997. Como lo señaló recientemente la red paquistaní “Editores para la Seguridad”, un ataque contra un miembro de la comunidad de medios es un ataque contra la comunidad en su conjunto, debido a que como resultado provoca un enfriamiento en la labor periodística sumado a una autocensura.
Este silenciamiento tiene un efecto dominó en la sociedad, cercenando severamente el acceso a la información que es de interés público. En un esfuerzo por mejorar esta situación, Pakistán es actualmente un país piloto que recibe asistencia internacional en el marco del Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad.
A pesar de esta ayuda, y de la promesa realizada en el 2014 por el primer ministro Nawaz Sherif de tomar medidas para garantizar justicia en los ataques contra los periodistas y para mejorar su seguridad, poco se ha hecho para crear un cambio real. La investigación de la muerte de Shan Dahar es una oportunidad para que las autoridades paquistaníes tomen medidas concretas y demuestren su compromiso con la justicia y la libertad de prensa.
Una respuesta legal completa y justa enviará un fuerte mensaje de que el derecho a la información de los ciudadanos paquistaníes es vigorosamente apoyado por el gobierno de Pakistán, y que la impunidad no seguirá prosperando.
Hacemos un llamado a las autoridades pertinentes a todos los niveles del gobierno de Pakistán para supervisar y apoyar la investigación y asegurarse de que la misma esté libre de cualquier influencia exterior indebida, que sea oportuna y completa, que se identifiquen todos los autores materiales e intelectuales y que los mismos sean detenidos y llevados a juicio.
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