Unas pocas semanas antes de sus presentaciones en el MozFest de este año, tres mujeres de la red de expresión libre de IFEX comparten sus ideas sobre privacidad y seguridad; género, violencia y tecnología; y lo que sus organizaciones están haciendo para ayudar a crear un espacio en línea más seguro para todos.
Durante el último fin de semana de octubre de 2017, algunos de los más inteligentes defensores de los derechos digitales del mundo se reunirán en Londres para el octavo Mozfest, una reunión donde la gente explorará la intersección de la web con la sociedad civil, el periodismo, las políticas públicas y el arte. Entre los oradores se destacan tres miembros de IFEX: Mishi Choudhary, Directora Legal del Centro de Derecho de Libertad de Software (SFLC por sus siglas en inglés) en India, Nighat Dad, Directora Ejecutiva de la Fundación de Derechos Digitales (DRF por sus siglas en inglés) en Pakistán y Gisela Perez de Acha, Gerente de Políticas Públicas para Latinoamérica en Derechos Digitales.
MozFest crea una tormenta perfecta – pero de buena manera – para que la gente hable sobre la intersección de los derechos, la tecnología y el género. Antes del evento, envié algunas preguntas a Choudhary, Dad y Pérez de Acha, para averiguar qué pasa por sus mentes cuando se trata de preocupaciones sobre derechos de expresión en línea, consejos para los usuarios de Internet y cómo cada una de sus organizaciones está trabajando para crear un espacio en línea más seguro.
¿Qué es lo que más esperan de MozFest? ¿Hay algo en particular que quisieran que la audiencia se lleve de sus charlas?
Gisela: Estoy muy emocionada de conocer gente de todo el mundo y aprender sobre las cosas interesantes en las que están trabajando. Nuestro campo cambia tan rápido como la tecnología en sí, y MozFest es definitivamente una de las mejores maneras de mantenerse al día en las discusiones más relevantes y respuestas creativas a problemas comunes. Al final, Internet es una comunidad global; me encantaría comunicar eso a mi audiencia y ser capaz de construir puentes nuevos y fuertes para futuras colaboraciones.
Nighat: MozFest es un lugar maravilloso para aprender sobre las mejores prácticas en torno a la libertad digital de todo el mundo. Pakistán continúa sofocando los derechos digitales de nuestros ciudadanos, y MozFest será un gran lugar para buscar el apoyo de la comunidad internacional para que podamos luchar contra la injusticia en nuestra casa. Soy una firme defensora del acceso seguro de las mujeres a la tecnología, por lo que hablaré de lo importante que es que las mujeres puedan acceder al mundo digital sin miedo. Todos estamos juntos en esto, y un Internet más seguro para todos es posible sólo con la participación de diferentes voces más allá de las fronteras.
Mishi: ¡Gente! Se trata de la gente y su disposición a pasar por alto las diferencias menores por una causa mayor y MozFest parece ser un lugar donde esto puede suceder.
¿Sobre qué aspectos de nuestras vidas digitales/en línea desearían que el «promedio» de los usuarios de Internet sea más consciente? ¿Qué recomendaciones tienen para que puedan manejar sus vidas en línea?
Gisela: Mi respuesta es: cuestione la tecnología. En la era del capitalismo digital y las redes sociales, actuamos sobre todo como consumidores pasivos de cualquier contenido y formato que nos son entregados por las empresas privadas a través de las cuales nos conectamos: Facebook, Google, Twitter, Youtube, Tinder. Lo que normalmente no nos damos cuenta es que hay ideas y valores detrás de la forma en que estas plataformas están diseñadas y concebidas: no son neutrales. Piense en lo que aparece en la parte superior de los resultados de búsqueda. Algoritmos opacos y secretos «deciden» lo que debe ser relevante para usted. Mire lo que aparece como sugerencias de autocompletar cuando escribe algo como «Son mujeres», «Son musulmanes» o «Son judíos» en el campo de búsqueda de Google. Los resultados son a menudo sexistas, racistas. Hay consecuencias políticas en estos resultados, pero las plataformas no son responsables. Como usuarios podemos tomar medidas: exigir más transparencia, valorar nuestra privacidad, descentralizar la información, usar diferentes motores de búsqueda, cifrar nuestras comunicaciones a través de aplicaciones de chat alternativas como Signal, romper las reglas estéticas que nos imponen las redes sociales, desafiar la lógica de los “me gusta” y la tiranía de los clics.
Nighat: Como defensora de los derechos digitales que no teme hablar, tiendo a recibir mucho odio por parte de personas con diferentes mentalidades, sólo porque alzo la voz por sus derechos digitales. Recibo amenazas de violación, se burlan de mi aspecto, me calumnian y todo lo demás. Me gustaría creer que ya no me afecta, pero eso sería deshonesto para aquellos que están leyendo esto. Me gustaría decirles que alcen la voz por lo que es correcto y que lo correcto no siempre es fácil o seguro.
Mishi: El usuario promedio de Internet debe darse cuenta de lo siguiente: Uno, tienen poder – el poder de exigir cambios a los productos que las empresas ofrecen, exigir mejoras. El cifrado, la mejora de la seguridad, la información sobre la recopilación y el intercambio de datos, la transparencia, han sido posibles porque los usuarios lo querían, lo que obligó a la narrativa política, las regulaciones legales y la fabricación de productos a ponerse de su lado. Dos, la Internet no olvida. Tres, sólo porque usted lo está diciendo a través de Internet, no significa que puede tirar la civilidad por la ventana; discuta, no esté de acuerdo pero manténgase civilizado – el acoso rebaja a todo el mundo y destruye la gran promesa de la red. Cuatro, Facebook no es el Internet.
¿Cuáles son los temas más urgentes en términos de privacidad y seguridad en línea en sus respectivos países?
Gisela: Cuando hablamos de poder político, uno de los principales problemas en América Latina es el abuso de malware de vigilancia. Dados los vínculos de los gobiernos latinoamericanos con el autoritarismo y las instituciones no democráticas, el uso de estas herramientas es especialmente alarmante. Por lo tanto, documentar y denunciar esta práctica son dos tareas cruciales. El año pasado, Derechos Digitales publicó un informe que reveló que la gran mayoría de los países de la región estaban involucrados con Hacking Team, la compañía italiana que vende uno de los programas espías más invasivos a los gobiernos de todo el mundo: Remote Control System o Galileo. Nos enteramos de que en Ecuador y México, este programa se utilizaba para espiar a los disidentes y a los opositores políticos. Más recientemente, R3D documentó el abuso de Pegasus, otro tipo de malware vendido por una empresa israelí, el Grupo NSO, que fue utilizado contra los más feroces críticos del presidente mexicano: una periodista que expuso un escándalo de corrupción y su hijo; los abogados que están litigando la desaparición forzada de cuarenta y tres estudiantes; y activistas anticorrupción de alto perfil. Respecto a la privacidad, uno de los mayores obstáculos ocurre a nivel social: la creencia común de que la privacidad no es importante porque «uno no tiene nada que ocultar». Esto es tan ridículo como decir que la libertad de expresión no es importante porque «uno no tiene nada para decir». En Derechos Digitales estamos interesados en crear más conciencia sobre la importancia de la privacidad, pero también en crear herramientas para que las comunidades vulnerables puedan mejorar su seguridad. En este momento tenemos un proyecto que fortalece los nodos Tor en América Latina; también hemos participado en litigios contra drones de vigilancia en Chile.
Nighat: En términos de privacidad, la protección de datos es nuestro problema más urgente. La necesidad de abordar esta cuestión es crítica precisamente debido a la ausencia de legislación sobre protección de datos. Las organizaciones gubernamentales y privadas están respaldando constantemente los datos de los ciudadanos sin su consentimiento informado y sin que existan protocolos de seguridad. La Autoridad Nacional de Bases de Datos y Registro de Pakistán (NADRA por sus siglas en inglés) tiene la mayor base de datos de información ciudadana, y en la última década ha sido pirateada varias veces por la NSA, GCHQ y otros. DRF está promoviendo activamente una legislación que proteja los datos de los ciudadanos que se redactará con la participación de todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil y el público.
Mishi: En agosto de 2017, la Corte Suprema de la India, por decisión unánime, reconoció el derecho fundamental a la privacidad para los ciudadanos de la India. Esto abre una nueva era en el derecho constitucional indio. El fallo del tribunal ha colocado a la India a la vanguardia de las democracias del mundo en la definición del significado de la privacidad en la era de Internet. Pero esto es sólo el comienzo del proceso: queda mucho por hacer tanto en los tribunales como en el Parlamento, mientras que el gobierno central se ajusta a un nuevo estado de cosas. Aún se está trabajando sobre una Ley de Protección de Datos, una Carta de Privacidad de los Ciudadanos, y un marco regulatorio alrededor de Aadhaar – la base de datos más grande del mundo de biometría. Nuestra organización está sensibilizando sobre la importancia de estas cuestiones, trabajando con el gobierno y otras partes interesadas para asegurar que India respalde nuestro recién reconocido derecho a la privacidad.
Alguna de ustedes, o todas, habrán sido acosadas en línea. ¿Pueden comentarnos sobre el acceso a la información, la libre expresión, el trolling, etc., en relación con las experiencias en línea de las mujeres en su región? ¿Qué trabajo están haciendo en esta área?
Gisela: Al intentar entender la relación entre género, violencia y tecnología, hay que tener en cuenta que la violencia en línea está vinculada con las realidades fuera de línea. Si en las sociedades existe el sexismo y la homofobia, estos serán amplificados en el mundo en línea. Las mujeres que hablan de deportes o de política son constantemente acosadas y amenazadas; se espera que hablemos de bebés, moda, decoración o cocina. Lo mismo ocurre con los activistas feministas o LGBTQI+. La violencia tiene un efecto escalofriante: hace que estas voces disidentes se autocensuren, lo que a su vez inhibe nuestro derecho a acceder a una información libre y diversa. La violencia de género en línea es una sanción social contra personas no binarias y no masculinas que eligen salir de lo que se considera apropiado. Debemos luchar para mantener plataformas de Internet abiertas, igualitarias y democráticas. En Derechos Digitales hemos ofrecido talleres de seguridad para disidentes de género en Centroamérica. En México, uno de los países más peligrosos de la región para las mujeres, coproduje un video para destacar la violencia en línea a la que fueron sometidas las mujeres de Fox Sports sólo por hacer su trabajo.
Nighat: Las mujeres y otros grupos marginados de alrededor del mundo experimentan espacios en línea de manera muy diferente. Su libertad de expresión es muy afectada, restringiendo su acceso a la información. [El acoso que enfrentan] muchas veces les obliga a dejar de usar Internet. Desde expresar su opinión en línea, a elegir compartir sus fotos, incluso a elegir abandonar su actividad en Internet, las mujeres son acosadas por intentar ocupar espacios en línea como ellas quieran. Esto no sólo afecta a su expresión en línea, sino también su bienestar psicológico. DRF lanzó la primera Línea de Ayuda de Acoso Cibernético de Pakistán en diciembre de 2016, que le ofrece a todos, la oportunidad de llamar y denunciar el acoso en línea. Tenemos asesores legales, expertos en seguridad digital y consejeros a bordo. Es un servicio gratuito, que se ofrece sin prejuicios, es confidencial y está disponible los siete días de la semana.
Mishi: El acoso en línea, junto con el uso de los medios sociales por parte de los partidos políticos, no sólo ha hecho decaer el discurso a sus niveles más bajos, sino que también ha actuado como una herramienta de censura dejando fuera a las voces razonables. Publicamos un informe, Acoso en línea: una forma de censura, porque últimamente nos hemos preocupado cada vez más por el notable aumento en los casos de acoso en línea a través de todas las plataformas. Estamos en el proceso de recaudar fondos para iniciar una línea de ayuda al usuario para responder a todas las preguntas que los usuarios puedan tener cuando se enfrentan a ese tipo de acoso. A pesar del considerable trabajo por parte de las plataformas, acercarse a ellos aún no es un proceso simple como tampoco lo es perseguir a los trolls de una manera organizada.
Los políticos a menudo hablan de «poner un fin al cifrado» y a veces implementan medidas de control (como los apagones de Internet) en nombre de la «seguridad nacional». ¿Cómo pueden las organizaciones de la sociedad civil abordar estos problemas? ¿Cómo evaluarían el nivel de alfabetización en Internet de los políticos de sus regiones?
Gisela: En América Latina, lo que hemos visto es que los gobiernos con tendencias autoritarias tienden a censurar, y esto se extiende a la tecnología. Es la falta de democracia y rendición de cuentas que más me preocupa, y no tanto la alfabetización en Internet de nuestros políticos. Vemos que se abusa del discurso de la «seguridad nacional» para restringir los derechos de privacidad -como en cualquier otro lugar del mundo- en lugares como Venezuela o Ecuador. Pero en México y Colombia, más que la «seguridad nacional», es la retórica de la «lucha contra los cárteles de la droga» que ha permeado el discurso público. No hace falto decir que es un falso dilema. No necesitamos sacrificar la privacidad para ganar seguridad, sino mantener un control cercano de las actividades gubernamentales de vigilancia para que no abusen de las mismas.
Mishi: Con las campañas Digital India y Make in India, la alfabetización en Internet ha aumentado, pero cualquier cosa más allá de la superficie produce una creencia ingenua de que [Internet] siempre debe estar sujeto a la inminente excepción de la «seguridad nacional». Muy pocos políticos tienen la paciencia o el deseo de escuchar a un grupo joven, técnicamente más sofisticado sobre cualquier tema – su instinto es frenar todos los argumentos que no estén alineados con su comprensión tradicional del papel del Estado. Se espera que aceptemos el argumento de que el gobierno siempre usará la clave dorada imaginaria para el bien de la sociedad. Esto es una amenaza para la seguridad y los derechos de todos, y uno debe resistirse.
Y finalmente … ¿cuál es la mejor manera de abordar las ‘noticias falsas’ en línea?
Gisela: En primer lugar, debemos dejar de llamarlas noticias falsas. Es propaganda, ha existido siempre, y debe tratarse como tal. Desde mi perspectiva, llamarlas «noticias falsas» contribuye a exagerar un concepto que enmascara el verdadero problema en juego. Si no fuera por el modelo capitalista de Internet de publicidad dirigida que, para existir, viola el derecho del usuario a la privacidad, no tendríamos ningún problema. El modelo de negocio que se basa en el “cebo de clicks” es el núcleo del problema. Si queremos resolver el abuso de mecanismos algorítmicos con propósitos propagandísticos, deberíamos cambiar el modelo económico en línea por completo, o al menos debatirlo.
Nighat: Verificando hechos y haciendo un periodismo responsable. Los periodistas y los medios juegan un papel importante en la formación de las opiniones de su público; frente a todo este odio y negatividad, su responsabilidad es aún mayor. Y nosotros, como lectores, debemos realizar búsquedas básicas en Internet para verificar la autenticidad de un reportaje, refiriéndonos a fuentes más confiables.
Mishi: Financiando a aquellos que se dedican a verificar los hechos, alentando y celebrando las herramientas que nos ayudan a pensar como un científico – enseñándonos a todos a recopilar pruebas, comprobar las fuentes, deducir, hipotetizar antes de creer ninguna cosa. Además, debemos entender que los algoritmos y las tecnologías no son neutrales.