El asesinato de Jamal Khashoggi y su posterior encubrimiento fueron llevados a cabo por personas que se creían aparentemente intocables. ¿Y por qué no habrían de creerlo? En este quinto Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, los culpables siguen siendo rara vez responsabilizados por sus actos.
A medida que nos acercamos al 2 de noviembre, quinto aniversario del Día internacional para poner fin a la impunidad de crímenes contra periodistas, el asesinato del destacado periodista saudí, Jamal Khashoggi, continúa siendo parte del ciclo noticioso.
Su asesinato fue atroz. El intento de encubrimiento fue inexplicablemente incompetente.
Fue el acto de personas que creen que son intocables. ¿Y por qué no habrían de creerlo? Cuando se trata de periodistas asesinados, es raro que los culpables sean responsabilizados.
Esto puede resultar ser una de las excepciones. Si lo es, será en gran parte debido a la atención global que el caso ha recibido por parte de medios de comunicación, y a los esfuerzos combinados de muchas personas y organizaciones.
Juntarse para realizar una acción concertada con miras a tener un mayor impacto, ha estado en el corazón de la red IFEX desde sus inicios hace 26 años. Así trabajamos para defender los derechos de las personas a expresarse libremente y sin miedo. Cuando sucede lo peor, así es como trabajamos para responsabilizar a los asesinos.
Últimamente, nos encontramos con el peor escenario con más frecuencia. Cada año, la UNESCO publica una lista con los periodistas que han sido asesinados en todo el mundo.
Mientras escribo esto, hay 86 nombres en la lista de 2018.
Es importante tener en cuenta que, alrededor de esos 86 hombres y mujeres, hay muchas otras personas más. Habría que agregar los nombres de sus parejas, hijos y amigos, cuyas vidas nunca serán las mismas. Habría que agregar los nombres de sus colegas en medios de comunicación, quienes deben decidir, cada día, si vale la pena arriesgar su vida y la de sus seres queridos.
Después, habría que pensar en las personas que trabajan para lograr responsabilizar a los culpables de estos crímenes y para cambiar el clima donde la impunidad sigue floreciendo. Somos muchos: defensores de los derechos humanos, activistas, abogados, incluso algunos políticos, así como miles de personas en todo el mundo que persisten – aun cuando no hay atención pública, ni artículos en las noticias, y quedan pocas esperanzas – y se niegan a dejar que la luz se apague sobre estos casos.
En este Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, reconocemos a todas las personas que trabajan en este esfuerzo compartido y continuamos demostrando que, juntas, nuestras voces mueven montañas.
Continuamos abogando en los casos de los crímenes violentos cometidos contra la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima, el activista y locutor camboyano Kem Ley, el reportero gráfico bahreiní Ahmed Ismail Hassan, el reportero paquistaní Shan Dahar, el editor gambiano Musa Saidykhan y periodista Ebrima Manneh, y la periodista de investigación maltesa Daphne Caruana Galizia, entre tantos otros.
La persistencia da sus frutos. Hemos visto a culpables encarcelados en el caso de Bedoya Lima y hemos sido testigos del pago de reparaciones a la familia de Manneh. Después de una extensa campaña extendida para enfrentar el clima de impunidad en Paraguay organizado por la red de IFEX para América Latina y el Caribe, IFEX-ALC, el hombre detrás del asesinato del periodista paraguayo Pablo Medina cometido en 2014 fue declarado culpable. Fue la primera vez que alguien que había ordenado un ataque contra un periodista en Paraguay fue condenado por dicho crimen.
Antes de que lo mataran, Khashoggi había sido diariamente y de manera implacable objeto de ataque en línea por parte de un grupo de troles con base en Riad que tenía como objetivo sofocar las voces de todos los disidentes saudíes. Una de sus últimas acciones fue en apoyo de un «ejército» de voluntarios que trabaja para combatir a dichos troles.
Se llaman a sí mismos «las abejas electrónicas» y, solo once días antes de su muerte, Khashoggi escribió en Twitter que se acercaban las abejas.
Como imagen de los defensores de los derechos humanos, es a la vez convincente e inspiradora: un enjambre ferozmente comprometido, con un enfoque compartido, ¡la unión hace la fuerza! Aquellos que nos amenazan o molestan deben tomar nota.
Annie Game es la Directora Ejecutiva de IFEX, la red global de organizaciones que defienden y promueven la libertad de expresión e información. Obtenga más información sobre el trabajo de la red IFEX en ifex.org.
Este artículo también fue publicado por el diario colombiano «El Tiempo» el 2 de noviembre de 2018.