Cuando decidió filtrar miles de documentos militares de Estados Unidos a Wikileaks, Chelsea Manning tomó una decisión que cambiaría no sólo su vida, sino la de todos aquellos que se preocupan por la verdad, la transparencia y por la rendición de cuentas de los gobiernos.
En su solicitud de un indulto presidencial Chelsea Manning le escribió al presidente Obama: Si usted niega mi petición de indulto, serviré mi tiempo sabiendo que a veces se debe pagar un precio muy alto para vivir en una sociedad libre.
Cuando decidió filtrar miles de documentos militares de Estados Unidos a Wikileaks, Chelsea Manning tomó una decisión que cambiaría no sólo su vida, sino la de todos aquellos que se preocupan por la verdad, la transparencia y por la rendición de cuentas de los gobiernos. En lugar de ser aclamada como una denunciante por filtrar información que muestra evidencia de crímenes de guerra cometidos por los EE.UU., Manning pasó casi tres años en prisión preventiva militar, a veces en régimen de aislamiento, fue puesta en un ciclo de sueño inverso desorientador y generalmente maltratada.
Nacida en 1987 en Oklahoma City, Oklahoma, Manning se alistó en el Ejército de Estados Unidos en septiembre de 2007. En octubre de 2009 fue enviada a una base militar cerca de Bagdad en Irak, y trabajó en la inteligencia apoyando la guerra contra el terror. Poco después de su despliegue fue galardonada con la Medalla por Servicio en la Guerra Global contra el Terrorismo y ascendida de soldado de primera clase a especialista.
Fue en Irak donde Manning tuvo acceso al Protocolo Secreto de Redes de Enrutado de Internet, utilizado por los Departamentos de Defensa y de Estado para transmitir información clasificada, y la Unión Mundial de Sistemas de Comunicaciones de Inteligencia, otra red que se utiliza para compartir información clasificada sensible. En el curso de su trabajo se desencantó con la participación de los EE.UU. en la Guerra contra el Terror. Asignada para investigar la captura de 15 iraquíes que su división había ayudado a capturar a finales de 2009, se dio cuenta de que los individuos no eran de Al Qaeda, como se les había hecho creer. Cuando trató de hablar sobre esto con un oficial superior, se le dijo que «se callara». A partir de ese momento, afirma haber empezado a ver las cosas de manera diferente. Manning dijo que parecía que su gobierno estaba «obsesionado con capturar y matar a la gente».
Así, en un intento de abrir un debate público sobre el papel de los militares en las guerras de Irak y Afganistán, Manning descargó documentos del gobierno con la intención de hacerlos públicos. Thomas Drake, un ex funcionario de la NSA que fue procesado en 2010 bajo la Ley de Espionaje, dijo que Manning cree que EE.UU. estaba involucrado en actividades ilegales y quería exponer este hecho.
En algún momento entre finales de 2009 y principios de 2010 Manning descargó lo que más tarde se llamaría Diarios de la Guerra de Irak, una selección de 400.000 documentos, así como los Diarios de la Guerra de Afganistán, otros 91.000 documentos. Entre febrero y abril de 2010 Manning los compartió con Wikileaks.
Fue detenida el 27 de mayo de 2010 en su base del ejército en Irak. Dos años más tarde, Manning fue acusada de más de 20 delitos, entre ellos de la violación de la Ley de Espionaje y de ayudar al enemigo. Uno de los registros que filtró era un video de 2007 de un ataque de un helicóptero Apache del Ejército de EE.UU. en Bagdad. El video muestra a un grupo de civiles a los que les disparan mientras se escucha a los miembros de la tripulación del helicóptero diciendo que encontraron un tiroteo y que una de las personas está disparando. El video muestra que ninguna de las afirmaciones es cierta. Dos de los muertos eran empleados de Reuters. Uno llevaba una cámara que un soldado identificó como un arma. Ninguno de los materiales que compartió fue clasificado como Alto Secreto, y algunos de ellos, incluido el vídeo de Apache, no estaban clasificados en absoluto. Según Manning, sólo pretendía compartir documentos que avergonzaran al gobierno de Estados Unidos, en lugar de poner en peligro la seguridad nacional.
Cuando su proceso del tribunal militar se inició en junio de 2013, Manning se enfrentaba a una pena máxima de 90 años de cárcel. El 30 de julio 2013 Manning fue declarada culpable de seis cargos por violar la Ley de Espionaje, junto con otros 14 cargos, y condenada a 35 años de cárcel. Fue absuelta de la acusación más grave de ayudar al enemigo. Mientras cumple su condena en Fort Leavenworth, Kansas, Manning continúa elevando su voz escribiendo desde la prisión, publicando artículos para The Guardian, Medium y otros medios, sobre el matrimonio igualitario, cuestiones transgénero y, más recientemente, legislación sobre inteligencia.
Casi una semana después de la noticia de que había sido preseleccionada por el presidente Obama para una posible conmutación, el 17 de enero de 2017 el presidente Obama conmutó la condena de 35 años de Manning a siete años. Ella fue liberada el 17 de mayo de 2017.