Şanar Yurdatapan es un escritor, compositor y vocero de la Iniciativa para la Libertad de Expresión-Turquía – un pacífico "movimiento de desobediencia civil que está rompiendo las reglas antidemocráticas." El galardonado activista recibió una sentencia suspendida de 15 meses el 13 de enero de 2017 por ser editor invitado por un día del diario kurdo Özgür Gündem. Actualmente está siendo juzgado por su apoyo a otros tres editores temporales del periódico.
En un mensaje a IFEX en octubre de 2016, Şanar Yurdatapan describió lo que era ser parte de la red global de defensa y promoción de la libertad de expresión: Reunirse con IFEX y ser parte de ella ha cambiado mucho en nuestras relaciones con el mundo. Además del apoyo directo a nuestros proyectos, IFEX nos da la posibilidad de contactarnos con activistas de la libertad de expresión de otros continentes, intercambiar experiencias y apoyar e incluso participar en las actividades que desarrollan los demás.
Şanar Yurdatapan es un escritor, compositor y vocero de la Iniciativa para la Libertad de Expresión-Turquía – una organización sin fines de lucro sin comité ejecutivo y ninguna estructura legal que se define a sí misma como «un movimiento de desobediencia civil que está rompiendo las reglas antidemocráticas.» El grupo ha sido miembro de IFEX desde 2007.
Nacido en Susurluk en 1941, Yurdatapan se volvió políticamente activo en la década de 1960, cuando se involucró con el Partido Laborista de Turquía. En la década de 1970, se hizo famoso por sus composiciones de música pop. Su galardonada canción «Arkadas» – escrita para una película con el mismo nombre – se sigue interpretando en la actualidad.
En 1980, Yurdatapan y su ex-esposa Melike Demirağ se vieron obligados a exiliarse durante más de 11 años, tiempo durante el cual se les privó de la nacionalidad turca. En el exilio, la música se convirtió en una importante plataforma para el compromiso de Yurdatapan con la libre expresión y la promoción. En 1982, grabó «Cantos de Libertad de Turquía: Detrás de las rejas de la prisión», un álbum de protesta que se puede encontrar en muchas bibliotecas en la actualidad.
Se les concedió la amnistía y se les permitió regresar a Turquía en 1991. Cuando le devolvieron la ciudanía al año siguiente, Yurdatapan no tardó en poner nuevamente en marcha su activismo.
En 1995, el reconocido novelista Yaşar Kemal fue acusado bajo la ley antiterrorista por un artículo en Der Spiegel sobre la opresión de la población kurda en Turquía, lo que provocó que Yurdatapan y otros activistas organizaran una forma única de desobediencia civil. Más de 1.000 intelectuales escribieron sus nombres como editores de un libro conteniendo textos prohibidos – incluyendo el de Kemal – informaron al Fiscal del Estado de su «crimen» y formaron «colas de expresión» fuera de su oficina. Un caso en masa se abrió posteriormente contra 185 de esos individuos, llamando la atención sobre el caso de Kemal, y la censura en general.
La creatividad impregnada en este acto de desobediencia civil se ha convertido en un elemento básico de la continua lucha de Yurdatapan por la libertad de expresión.
En 2003, Yurdatapan, que se identifica como un ateo, y Abdurrahman Dilipak, teólogo islámico, co-publicaron «Opuestos: lado a lado». Dividido en dos partes, el libro permite que ambos autores discutan temas controvertidos como el género, la fe, los derechos humanos y el fundamentalismo. «Queríamos demostrar que podíamos vivir juntos con nuestras diferencias, aferrándonos a ellas.»
El enfoque innovador de Yurdatapan para la defensa de la libertad de expresión no termina allí. En 2014, él y sus colegas fundaron el Museo de los Crímenes de Pensamiento, un proyecto de campaña digitalizada que documenta abusos contra la libertad de expresión en Turquía.
El espacio digital permite a los visitantes navegar por los pasillos como un turista en un museo real. Pueden ver la oficina del Fiscal del Estado, pasar por una representación realista de un tribunal turco, y aprender más acerca de cómo la ley turca ha actuado para reprimir la libertad de prensa.
Pero la forma más reciente del activismo de Yurdatapan no se produjo en línea, y sus consecuencias se extienden mucho más allá del alcance de nuestra pantalla. El 23 de septiembre de 2016, Yurdatapan y otros 30 activistas debieron presentarse a su juicio por la firma de una declaración en apoyo de la Sra Ayşe Çelik, una profesora de Diyarbakir, una provincia del sureste de Turquía, que declaró públicamente para obtener más atención de los medios sobre homicidios y otros abusos contra civiles en curso en el sureste de Turquía. En abril 2017, Çelik fue condenada a un año y tres meses de prisión, y sus partidarios, entre ellos Yurdatapan, fueron absueltos.
Yurdatapan es una de las más de 50 personas que acudieron en apoyo del asediado periódico Özgür Gündem ofreciéndose como ‘editores invitados’. El 13 de enero de 2017 le dieron una sentencia suspendida de 15 meses por haber sido editor invitado por un día en el periódico. También fue acusado de llevar a cabo ‘propaganda terrorista’ por su defensa de otros tres editores temporales del diario, Erol Önderoğlu, Şebnem Korur Financı y Ahmet Nesin, que fueron arrestados en junio de 2016 y pasaron 10 días en prisión antes de ser liberados para ser juzgados. Yurdatapan fue absuelto de este cargo el 3 de abril de 2018.
El valor y compromiso con la libertad de expresión de Yurdatapan no ha pasado desapercibido. El reconocimiento internacional por su trabajo incluye el Premio 2002 «elusión de la censura» otorgado por Índice de Censura y el premio «Defensor Global de derechos humanos» de Human Rights Watch. También es destinatario del Premio Turco a la Libertad de Expresión de la Asociación de Periodistas de Turquía (2015), la Asociación de Derechos Humanos, la Asociación del oprimido y la Asociación de Periodistas modernos.
Desde finales de 2019, Yurdatapan ha presentado “¿Qué está pasando?” (“What’s Goin’ On?”), un programa mensual en formato de video, para la Iniciativa para la Libertad de Expresión – Turquía, en el que periodistas y activistas discuten los recientes desarrollos en lo que atañe a la situación de los derechos humanos en Turquía.
Ilustración de Florian Nicolle