Novelista, periodista y crítica mordaz del régimen de Putin, Yulia Latynina sufrió casi una década de persecución; en septiembre de 2017 huyó de Rusia temiendo por su vida.
“No hay garantía de seguridad con Putin. La única garantía de seguridad seria que Putin no estuviera."
Yulia Latynina es periodista, presentadora de televisión, presentadora de radio y novelista rusa. El 10 de septiembre de 2017, anunció en Twitter que había huido de Rusia temiendo por su vida. No reveló su nueva ubicación. Su decisión de abandonar su país de origen se produjo después de un incendio provocado contra su automóvil el 3 de septiembre de 2017; fue el último de una serie de ataques e incidentes de hostigamiento a los que Latynina estuvo sometida durante casi una década.
Aunque es una prolífica escritora de novelas de detectives y ciencia ficción, Latynina es más conocida por su periodismo controvertido, obstinado y en ocasiones polémico. Es muy prolífica. Latynina ha publicado docenas de libros desde principios de la década de 1990 mientras que, al mismo tiempo, ha desarrollado una impresionante carrera mediática que abarca la economía y la corrupción política. Comenzó su trabajo periodístico en 1995, como columnista de economía para el periódico Segodnya. Desde entonces, también ha escrito para el diario Izvestiya, la revista Expert, el periódico mensual Sovershenno Secretno y el semanario Ezhenedelny Zhurnal. Era columnista del periódico independiente Novaya Gazeta y tenía un programa en la radio Ekho Moskvy hasta que ambos medios fueran cerrados en marzo de 2022 como resultado de la represión de Rusia contra los medios independientes durante la invasión de Ucrania.
La importancia del trabajo de Latynina ha sido reconocida en el país y en el extranjero y ha recibido numerosos premios: en 1998, recibió el Premio Alexander II «por una gran contribución personal a la causa de la defensa de la libertad económica en Rusia»; en 1999, fue nombrada Persona del Año por el Instituto Biográfico de Rusia por su contribución al periodismo económico; en 2004, fue galardonada con el Premio Gerd Bucerius para la Prensa Joven de Europa del Este; en 2007, recibió el Premio Maria Grazia Cutuli para el periodismo de investigación; y en 2008 recibió el Premio Defensores de la Libertad por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
El periodismo de Latynina no se muerde la lengua. Un extracto del perfil que redactó sobre el Presidente Putin para el Moscow Times en 2008, demuestra su estilo directo, a veces mordaz:
«¿Quién es el Sr. Putin? Hasta 2003, era un líder que podría haber convertido a Rusia en un país verdaderamente grande si hubiera seguido su programa económico liberal. Pero tenía una debilidad. Como antiguo agente de servicios de seguridad, las maquinaciones se convirtieron en su modus operandi para gobernar el país … Cada vez que Putin creía que tenía un enemigo jurado, esa persona era eliminada… A medida que empeoraba la corrupción del gobierno, la imagen presentada en la televisión estatal se volvió cada vez más color de rosa. Mientras la élite de Putin se encontraba de vacaciones en la elegante estación de esquí francesa en Kurshavel, el Kremlin le recordaba constantemente al proletariado lumpen de Rusia los enemigos mortales del país en Occidente. Cuando la juventud Nashi arrojó piedras, huevos y gritó insultos a la embajada de Estonia, la televisión rusa controlada por el Estado presentó esto como el resurgimiento de una ‘Rusia fuerte’. ‘Fuerte’ es la palabra clave aquí. Cualquier persona que es incapaz de tomar decisiones en situaciones difíciles tiene una gran necesidad de parecer ser fuerte … Se nos ha dicho repetidamente que Putin gobierna el país con una ‘mano fuerte’, pero, en realidad, sus órdenes son ignoradas de manera rutinaria. Una vez ordenó el despido de varios oficiales del Servicio de Seguridad Federal de alto rango, pero todos permanecieron en sus puestos. Además, los subordinados de Putin continuaron destruyendo compañías incluso después de que él personalmente les hubiera dicho que retrocedieran. Al final, ¿de qué sirve la presidencia de Putin? Ocho años de su autoridad produjeron enjambres de fanáticos entusiastas … Y, por supuesto, sus amigos se volvieron muy ricos».
Cualquier persona que critica abiertamente al régimen de Putin y lo tilda de corrupto -y lo que es peor aún, caracteriza a Putin como siendo débil- siempre va a atraer la atención de los partidarios y aliados de Putin, o de las pandillas del crimen organizado que se benefician de su régimen. Después de redactar el perfil para el Moscow Times, Latynina «se dio cuenta de que las cosas que había estado diciendo no fueron bien recibidas por el Kremlin».
El relato que hizo en 2017 de la persecución que sufrió durante su carrera es inquietante, pero también es revelador para cualquiera que piense que el Kremlin tiene el control total del acoso, amenazas y asesinatos de periodistas que han tenido lugar en Rusia. El cuadro que pinta Latynina es consistente con el régimen que ella describía en 2008: un régimen débil que apenas mantiene una tapa sobre sus elementos caóticos, donde los deseos de Putin son a veces ignorados, donde varios «hombres fuertes» brutalizan a los críticos del Kremlin para complacer al presidente (o incluso para enviarle una señal de su propia, y relativamente independiente, fuerza).
Durante el período 2015-2017, aumentó el acoso que Latynina tuvo que soportar: en 2015, abandonó temporalmente Rusia después de escuchar que estaba en una «lista de personas para asesinar» dirigida a los críticos del Kremlin; en 2016, sufrió un ataque vulgar cuando hombres no identificados arrojaron un balde de excremento sobre ella y escaparon en una motocicleta; en julio de 2017, individuos desconocidos arrojaron una sustancia nociva alrededor de su hogar en Moscú, produciendo una sensación de sofocación en Latynina y sus padres (que estaban en su casa) y afectando a los niños del vecindario.
El incendio provocado contra su automóvil el 3 de septiembre fue la gota que colmó el vaso: «No puedo arriesgar la vida de mis padres, porque entiendo muy bien que hubo varias posibilidades que eso sucediera», dijo a la televisión rusa Current Time. Huyó de Rusia poco después del ataque.
Latynina continúa siendo abiertamente crítica del régimen de Putin. Desde el cierre de Novaya Gazeta, ha escrito artículos sobre los crímenes de guerra de Rusia en Ucrania entre otros, The Hill y The Wall Street Journal. Uno de sus artículos finales para Novaya Gazeta trata sobre el juicio injusto del líder opositor encarcelado Alexei Navalny. Desestimando los cargos en su contra como «absurdos», escribe:
“Sabemos por qué se está juzgando a Navalny. Porque es un oponente de Putin. Por denunciar la corrupción. Porque trae gente a la plaza. Por el hecho de que no murió de ‘Novichok’ y encontró a sus envenenadores».
Ilustración de Florian Nicolle