Una coalición internacional de actores de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos exige la liberación inmediata del personal del Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales (EIPR) y el fin de la persecución de la sociedad civil egipcia.
Las organizaciones abajo firmantes condenamos enérgicamente la persecución de empleados de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales (EIPR) y de la sociedad civil egipcia por el gobierno egipcio. Exhortamos a la comunidad mundial y a sus respectivos gobiernos a que hagan lo mismo y nos acompañen en exigir la liberación de los defensores de los derechos humanos detenidos y el fin de la demonización de las organizaciones de la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos por los medios de comunicación gubernamentales y progubernamentales.
Desde el 15 de noviembre, las autoridades egipcias han intensificado la represión contra defensores de los derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil. El 19 de noviembre, Gasser Abdel-Razek, director ejecutivo de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales (EIPR) – una de las pocas organizaciones de derechos humanos que aún siguen en actividad en Egipto – fue detenido en su casa de El Cairo por las fuerzas de seguridad. Un día antes, el director de la Unidad de Justicia Penal del EIPR, Karim Ennarah, fue arrestado mientras estaba de vacaciones en Dahab. El director administrativo de la organización, Mohamed Basheer, también fue detenido en su casa de El Cairo en la madrugada del 15 de noviembre.
Los tres comparecieron ante el Fiscal Supremo de Seguridad Estatal y luego de que se los acusara de integrar un grupo terrorista, difundir noticias falsas y hacer uso indebido de las redes sociales, se ordenó su prisión preventiva por 15 días antes del juicio.
El interrogatorio de los dirigentes del EIPR por los servicios de seguridad y su posterior procesamiento se centraron en las actividades de la organización, los informes emitidos por esta y su labor de defensa de los derechos humanos, en particular una reunión de principios de noviembre organizada por el EIPR, a la que asistieron varios embajadores y diplomáticos de distintos países europeos y el Canadá acreditados en Egipto, así como el representante de la Unión Europea.
La detención de los miembros del personal del EIPR deja en claro una cosa: las autoridades egipcias siguen violando los derechos humanos con total impunidad. Esta instancia de represión se suma a otros casos en lo que la fiscalía y los jueces de instrucción han utilizado el arresto preventivo como forma de castigo. En 2015, bajo la presidencia de Abdel-Fattah al-Sisi se introdujo una enmienda en la legislación antiterrorista de Egipto por la cual se permite extender el tiempo de detención preventiva hasta dos años y para casos de terrorismo indefinidamente. Varios otros defensores de los derechos humanos – entre ellos Mahienour el-Masry, Mohamed el-Baqer, Solafa Magdy, Alaa Abd El Fattah, Sanaa Seif, y Esraa Abdelfattah – están actualmente recluidos bajo prisión preventiva prolongada. Patrick George Zaki, investigador del EIPR, continúa detenido desde su arresto en febrero de 2020 en espera de que la Fiscalía Suprema de Seguridad Estatal (SSSP) lleve a cabo una investigación por cargos infundados de actividades “terroristas”. Amnistía Internacional ha documentado a fondo cómo el SSSP de Egipto utiliza la detención preventiva ampliada para encarcelar durante meses o incluso años sin juicio a opositores, críticos y defensores de los derechos humanos por cargos infundados relacionados con el terrorismo.
Además de estos abusos, Gasser Abdel-Razek le dijo a su abogado que recibía un trato inhumano y degradante en su celda que ponía en peligro su salud y seguridad. Explicó que no se le permitía nunca salir de su celda, que tenía solo una cama de metal sin colchón para dormir y apenas una manta finita para abrigarse, que le habían quitado todas sus pertenencias y dinero, que solo le dieron dos prendas ligeras de verano y que no le dejaban usar su propio dinero para comprarse comida y otros artículos de primera necesidad de la cantina de la prisión. Asimismo, le habían rapado totalmente la cabeza.
La manera en que Egipto está tratando a sus ciudadanos no puede continuar. Nosotros, como coalición internacional de actores de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos, denunciamos enérgicamente el uso arbitrario del recurso de detención preventiva como forma de castigo. La detención de miembros del personal del EIPR es el ejemplo más reciente de cómo las autoridades egipcias reprimen a la sociedad civil con total impunidad. Es hora de que el gobierno egipcio rinda cuentas por sus crímenes y violaciones de los derechos humanos. Acompáñennos en exigir la liberación inmediata del personal del EIPR y el fin de la persecución de la sociedad civil egipcia.