La reportera gráfica independiente francesa Camille Lepage tenía solamente 26 años cuando la mataron mientras cubría la violencia en la República Central Africana. Era una apasionada de los derechos humanos y las consecuencias de los conflictos internacionales, algo de lo que no se informa. El trabajo de Lepage ha aparecido en prestigiosas publicaciones que incluyen a The New York Times, Le Monde y The Guardian.
En una entrevista con PetaPixel en octubre de 2013, Camille Lepage reflexionaba sobre las razones por las que eligió trabajar en zonas de conflicto como Sudán del Sur y la República Central Africana: «No puedo aceptar que las tragedias de las personas se silencien simplemente porque nadie gana dinero con eso».
Camille Lepage era una reportera gráfica independiente apasionada de los derechos humanos y las consecuencias de los conflictos internacionales, algo de lo que no se informa. En su breve carrera, el trabajo de Lepage apareció en prestigiosas publicaciones como The New York Times, Le Monde, BBC, Washington Post, Al Jazeera y The Guardian. Lepage también trabajó con numerosas organizaciones de derechos humanos, incluidas Médicos sin Fronteras (MSF) y Amnistía Internacional.
Lepage nació y creció en Angers, Francia, estudió periodismo en Southampton Solent University en el Reino Unido. Fue recién en los últimos meses de sus estudios que decidió dedicarse exclusivamente a la fotografía. Lepage conversó con PetaPixel sobre lo que la atrajo de ese medio en particular: «Lo que me fascina de la fotografía es su lenguaje universal. A diferencia de otros medios, cualquiera puede entender una imagen, sentirla, le habla a quienes la ven».
Durante sus estudios, Lepage siguió de cerca la creación de Sudán del Sur, y se interesó particularmente en el conflicto en las montañas Nuba. Al graduarse, decidió mudarse ahí para documentar lo que sentía que los medios convencionales no estaban informando.
Sus fotografías de Sudán del Sur, incluida una serie llamada «Vanishing Youth» (Juventud que se desvanece), revela el lado humano del conflicto y la falta de alternativas para personas y comunidades afectadas por esa violencia. Sus imágenes de la región de Kordofán en Sudán del Sur, ilustradas por una serie llamada «You will forget me» (Me olvidarás) son «un intento de ilustrar el cambio en el estilo de vida nuba» desde que Jartum empezara a aplicar la Ley Sharia.
Como dijo un antiguo profesor de Lepage a la BBC: «estaba interesada en las personas que no tenían voz ni poder en vez de los grandes y poderosos.»
En 2014, Lepage se mudó a República Central Africana para documentar el conflicto sectario entre los rebeldes Seleka y los militantes anti Balaka. Se puede ver su perspectiva del conflicto a través de una serie llamada «On est ensemble», que se traduce como «estamos juntos».
El cuerpo de Lepage fue hallado en mayo de 2014 en la República Central Africana, aproximadamente una semana después de su útlimo tuit, que decía que estaba viajando con milicia anti Balaka a una zona donde 150 personas habían muerto en los dos meses anteriores.
Según Reporteros sin Fronteras (RSF), organización miembro de IFEX, una investigación abierta en Francia inmediatamente después de la muerte de Lepage ha tenido pocos progresos hasta el momento. Sin embargo, en mayo de 2016, RSF informó que la jueza francesa de investigación, Virginie VanGeyete, enviaría pronto a un grupo de investigadores especiales a la República Central Africana para estudiar el caso de Lepage, entre otros.
La familia de Lepage ha homenajeado a su hija iniciando una organización dedicada a su memoria llamada Camille Lepage – On est ensemble. Los objetivos de la organización incluyen la entrega de un premio anual para reporteros gráficos, la promoción de la protección de fotógrafos y periodistas que trabajan en zonas de conflictos, y la participación «en la ayuda de poblaciones en las zonas de conflicto, en todo el sentido de los valores de Camille’.
Los medios y la comunidad de libre expresión siguen conmemorando la muerte de Lepage y hacen un llamado a la justicia. El 8 de junio de 2016, los padres de Lepage guiaron a cientos de delegados que representan a la Federación Internacional de Periodistas –miembro de IFEX– en una marcha por Angers, Francia, para conmemorar a los periodistas muertos mientras realizaban su trabajo, incluida Lepage. El presidente de IFJ, Jim Boumelha, dijo: «La muerte de una periodista como Camille es absolutamente dolorosa. Es una injusticia. Matar periodistas no solamente afecta a periodistas, medios y sindicatos. Es una preocupación para la sociedad en conjunto».