Esta es la tercera parte de una serie de cuatro partes sobre los hombres y mujeres que iluminan algunas de las regiones más oscuras de Siria, corriendo a menudo un gran riesgo personal.
Cuarta parte: Colectivo de cine AbouNaddara (@abounaddarafilm)
La guerra siria ha producido masivamente algunas de las imágenes más terribles que el mundo haya visto jamás. La mayoría de estas imágenes se encuentran en línea y se acceden fácilmente tanto por aquellos que las buscan como por aquellos que en un día cualquiera verifican las novedades en sus cuentas de medios sociales.
Las imágenes gratuitas y aficionadas de la guerra, la violencia y el trauma aparecen cada vez más a menudo en nuestras pantallas. El resultado ha sido un mundo cada vez más insensibles al sufrimiento de los sirios comunes. Y lo que es más importante aún, esta representación del conflicto les quita a los propios sirios su sentido de la dignidad, viendo como su identidad nacional se reduce a un sinónimo de dolor y sufrimiento caracterizado únicamente por la violencia y el conflicto.
Un grupo ha estado trabajando sin descanso para contrarrestar eso. Mientras que imágenes gráficas y perturbadoras han permeado Internet, adormeciendo la mente de las personas, los videos cortos y tranquilos producidos por el colectivo de cine AbouNaddara han logrado captar la tragedia de la realidad siria de una manera que fomenta la comprensión y la empatía.
Sus videos no muestran violencia y no ofrecen contexto. Uno no puede realmente decir si la persona en la pantalla es chiíta o sunita, alauí o cristiana, a favor del régimen o de los rebeldes, un Damasceno o un Aleppian. Sólo una cosa es cierta: todos ellos son sirios.
La posición del colectivo se articula en una introducción presentada por el Centro Vera List de Arte y Política en The New School para una exposición de arte en línea en la que se presentan sus películas. La exposición, titulada AbouNaddara: El Derecho a la Imagen, refleja los principios del colectivo al ofrecer «una imagen de los sirios que respete la complejidad de la situación y haga avanzar el derecho a estar representados más allá de las categorías de raza, religión o afiliación política».
AbouNaddara, que se traduce como «el hombre de las gafas», está formado por un grupo anónimo de cineastas autodidactas y voluntarios – la mayoría de los cuales son mujeres. Empezaron a producir videos a finales de 2010, antes de que los levantamientos árabes redefinieran el panorama político de la región.
En abril de 2011, estaban produciendo un vídeo corto todos los viernes. Cada vídeo ofrece una dimensión diferente de la vida en Siria, ya que la situación allí pasó de ser un levantamiento, a una revolución, a una guerra en toda regla entre más facciones. Sus vídeos han representado consistentemente los hombres, mujeres y niños que luchan para mantener un sentido de normalidad y continuidad en un ambiente donde sólo se permite que prosperen sentimientos de miedo, pánico y odio.
Aunque el trabajo del colectivo puede ser categorizado más como arte cinematográfico que como periodismo, sus miembros no han escapado por completo a los peligros aparejados a ser periodista o activista hoy en Siria. Osama al Habaly, periodista ciudadano y miembro de AbouNaddara, desapareció en las mazmorras de Bashar al Assad en agosto de 2012 cuando cruzaba nuevamente a Siria desde el Líbano a través del paso fronterizo cerca de la ciudad de Talkalakh. No se han recibido noticias de él desde entonces. Una campaña ha sido organizada por AbouNaddara y otros, usando la etiqueta #FreeAlHabaly para exigir saber sobre su paradero y su estado de salud.
En noviembre, IFEX se acercó a Charif Kiwan, un sirio en el exilio y vocero del colectivo, para hablar con él acerca del colectivo y lo que motiva e inspira su trabajo. Él es uno de los pocos miembros del colectivo a revelar su identidad.