La campaña para contrarrestar la cultura de impunidad, represión y brutalidad bajo el gobierno del ex presidente de Gambia, Yahya Jammeh, es una historia de compromiso, perseverancia e ingenio contra un régimen brutalmente represivo. Así es como la Fundación de Medios para África Occidental y la Unión de la Prensa de Gambia trabajaron para abordar la impunidad, tanto bajo el régimen de Jammeh como bajo el gobierno democráticamente electo de Adama Barrow.
Esta es una traducción del artículo original.
Introducción
La desaparición forzada del periodista Ebrima Manneh y la detención y la tortura de Musa Saidykhan fueron eventos cruciales en la reformulación de la estrategia de la Fundación de Medios de Comunicación para África Occidental (MFWA, por su sigla en inglés) para combatir la impunidad en Gambia, bajo el régimen del ex-presidente Yahya Jammeh y luego bajo Adama Barrow, elegido democráticamente en las históricas elecciones de Gambia de 2016.
La MFWA tuvo que adoptar un enfoque que impugnaría el comportamiento tiránico de Jammeh y responsabilizaría al gobierno por sus acciones. Este enfoque tuvo que ser ajustado cuando el nuevo gobierno liderado por Adama Barrow llegó al poder en 2016. La MFWA comprometió al gobierno de Barrow a una reforma más amplia de los medios de comunicación, con el objetivo final de permitir que los periodistas ejerzan su profesión sin riesgos ni daños.
El compromiso, perseverancia e ingenio de la MFWA y su socio local, Unión de la Prensa de Gambia (GPU por si sigla en inglés) llevaron a resultados exitosos en dos niveles diferentes. En primer lugar, bajo el nuevo gobierno, la compensación otorgada por los tribunales a las familias de periodistas atacados como Embrima Manneh y Musa Saidykan finalmente comenzó a fluir.
En segundo lugar, las dos organizaciones están colaborando estrechamente con el gobierno del presidente Barrow en las reformas de los medios de comunicación que incluyen cambios legales, la despenalización de las leyes de difamación y la creación de un entorno más seguro para los medios.
Aquí presentamos una lista de los principales actores, actividades, eventos y procesos que llevaron a estos logros exitosos, y algunas de las importantes lecciones aprendidas.
Actores clave
La Agencia Nacional de Inteligencia (NIA, por su sigla en inglés), ahora conocida como los Servicios de Inteligencia del Estado, es la policía secreta y el brazo de recolección de inteligencia de Gambia. Establecida en 1995, un año después de que el ex-presidente Yahya Jammeh tomara el poder, la NIA informaba directamente a Jammeh. Estaba compuesta por miembros anteriores y actuales de los servicios de seguridad de Gambia, que a menudo fueron seleccionados por el mismo Jammeh. La NIA era conocida por sus asesinatos extrajudiciales, secuestros, arrestos arbitrarios y detenciones, así como por la tortura de presuntos opositores y críticos del régimen de Jammeh, en particular periodistas, defensores de los derechos humanos, líderes religiosos y políticos.
La Fuerza de Policía de Gambia (GPF, por su sigla en inglés) es parte del Ministerio del Interior y comprende a unos 5.000 policías uniformados y vestidos de civil. La GPF es comandada por el Inspector General de la Policía, a quien asiste un Inspector General Adjunto, administradores y comisionados regionales. A pesar de su mandato de respetar las leyes de Gambia de manera justa, de proteger, ayudar y tranquilizar a la comunidad y de hacerlo con integridad, la Fuerza de Policía de Gambia fue uno de los peores autores de violaciones de derechos en el país.
La Corte de Justicia Comunitaria de la CEDEAO (CCJ, por su sigla en inglés) se creó como parte del Tratado Revisado de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO). El mandato de la Corte es garantizar el cumplimiento de la ley y de los principios de equidad en la interpretación y aplicación de las disposiciones del Tratado revisado y de todos los demás instrumentos jurídicos subsidiarios adoptados por la CEDEAO. La Corte está compuesta por siete jueces independientes, nombrados por los Jefes de Estado de los gobiernos de la CEDEAO. Los jueces deben ser nacionales de los Estados miembros y cumplir un mandato de cuatro años, previa recomendación del Consejo Judicial de la Comunidad.
La Fundación de Medios para África Occidental (MFWA, por su sigla en inglés) es la organización de defensa de la libertad de expresión y desarrollo de medios independientes más grande e influyente en África Occidental, con organizaciones nacionales asociadas en los 16 países de la región. La MFWA también sirve como la secretaría del Intercambio de Libertad de Expresión de África (AFEX), una red de organizaciones de defensa de los medios de comunicación y libertad de expresión en todo el continente. Durante más de dos décadas, la MFWA y sus socios han promovido con éxito los derechos a la libertad de expresión, el profesionalismo de los medios de comunicación, la promoción dirigida por los medios de comunicación para la construcción de la paz y la gobernanza participativa en África Occidental.
La Unión de la Prensa de Gambia (GPU, por su sigla en inglés) fue fundada en 1979 por un grupo de periodistas en los medios privados. Durante cuatro décadas, la GPU ha abogado por la libertad de expresión, la seguridad de los periodistas y el acceso a la información en Gambia. La GPU está llevando a cabo un proyecto integral de reforma de los medios y está trabajando con varios socios, incluido la MFWA, para abogar por la reforma de las leyes represivas y la aprobación de leyes progresivas, como la nueva legislación sobre el derecho a la información.
El contexto y los casos
Desde 1994, cuando arrebató el poder a Dawda Jawara, primer presidente de Gambia, Yahya Jammeh se basó en la violencia y la represión para afianzar su gobierno.
Jammeh era intolerante con las opiniones críticas y se oponía a cualquier forma de voz colectiva: oponentes políticos, defensores de los derechos humanos, lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer e intersexuales (LGBTQI+), líderes estudiantiles, líderes religiosos, funcionarios judiciales y los medios de comunicación. Durante más de dos décadas, las amenazas, la intimidación, los asaltos, los arrestos arbitrarios, la detención, la tortura, los asesinatos extrajudiciales y las desapariciones forzadas fueron una forma de vida en Gambia. Según un informe de Human Rights Watch, Jammeh utilizó «las fuerzas de seguridad del Estado y los grupos paramilitares para intimidar y silenciar a todos los que se consideraban críticos del gobierno». El informe documentó los abusos contra los derechos humanos cometidos por esas fuerzas, incluidos homicidios ilegítimos, arrestos y detenciones arbitrarios, torturas y otros malos tratos y desapariciones forzadas de personas.
Sin sufrir absolutamente ninguna consecuencia por su comportamiento tiránico, la represión de Jammeh continuó intensificándose en volumen y extensión. Los periodistas eran un blanco principal. Los más destacados de estos casos fueron los de Ebrima Manneh, Musa Saidykhan y Deyda Hydara.
Un defensor de la libertad de prensa y crítico feroz de Jammeh, el co-fundador y coeditor del periódico The Point Deyda Hydara fue asesinado a tiros camino a su casa desde el trabajo el 16 de diciembre de 2004. Cada año, en el aniversario de su muerte, la GPU organiza un evento público en honor a esta figura icónica de los medios de comunicación de Gambia.
El jefe de redacción de The Independent, Musa Saidykhan, fue arrestado y detenido por la policía de Gambia el 28 de marzo de 2006. Sus 22 días de detención incluyeron «tres noches de tortura física y mental sistemática que dejaron cicatrices en todo mi cuerpo, y que quebraron mi mano en tres lugares». Saidykhan, quien también estuvo incomunicado, cree que solo fue liberado porque el presidente Thabo Mbeki de Sudáfrica había amenazado con boicotear la cumbre de la Unión Africana organizada por Gambia en julio de 2006 si no lo era.
El 7 de julio de 2006, Ebrima Manneh fue recogido en la sala de redacción del Daily Observer por dos oficiales de la Agencia de Inteligencia Nacional de Gambia. Sería la última vez que lo verían sus colegas, amigos y familiares. Las razones de su arresto nunca fueron reveladas.
Según Freedom Now, «las organizaciones de todo el mundo condenaron la detención injusta de Manneh, mientras que Amnistía Internacional describió a Manneh como un preso de conciencia». La presión mundial no asustó en nada al gobierno liderado por Jammeh, y varios intentos por parte de organizaciones locales, regionales e internacionales de obtener más información sobre la ubicación y la situación de Manneh se enfrentaron a detalles incompletos o contradictorios.
La compensación eventualmente otorgada a las víctimas y sus familias por los tribunales de Gambia es un resultado importante del exitoso compromiso de la MFWA y la GPU con el tema de la impunidad, y es profundamente significativo tanto para las familias como para las organizaciones involucradas.
The #Gambia government has today completed the payment of US$100,000 compensation to the family of the late Gambian #journalist Chief Ebrima Manneh.
The late journalist died in custody of the security agents of the Gambia's former dictator #Yahya Jammeh.#JusticeforChiefManneh pic.twitter.com/GGlOADodQj— Assan Sallah (@sallah_assan) November 28, 2018
El gobierno de #Gambia ha completado hoy el pago de una compensación de US$ 100,000 a la familia de Chief Ebrima Manneh. El fallecido periodista murió bajo la custodia de los agentes de seguridad del ex-dictador de Gambia #YahyaJammeh. #JusticeforChiefManneh; Assan Sallah (@sallah_assan) 28 de noviembre de 2018.
Para la familia, la compensación simboliza responsabilidad. El padre y los hermanos de Manneh pasaron más de una década tratando de desentrañar el misterio en torno a la desaparición forzada de Manneh.
Para la MFWA y la GPU, el pago es una victoria significativa en la lucha por defender el estado de derecho. Ha sido un viaje de tenacidad junto con momentos de ansiedad y emoción que se transformaron en una resolución más profunda. La lucha contra la cultura de la impunidad se hizo inextricable de la lucha por la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación en la región.
Para todos, esta compensación trae una medida de responsabilidad por la desaparición forzada de Manneh y todos los demás periodistas brutalizados por el régimen de Jammeh. También representa un importante paso adelante en la lucha contra la impunidad, dado que esos delitos a menudo quedan impunes, no solo en el continente africano sino en países de todo el mundo.
La campaña
En un contexto de crecientes amenazas bajo el régimen de Jammeh, la MFWA y la GPU emplearon un enfoque estratégico, sostenido y reservado para buscar justicia y erradicar el clima de impunidad para aquellos involucrados en delitos contra periodistas. Cuando ese contexto cambió y surgieron nuevas oportunidades bajo un nuevo gobierno, inmediatamente transformaron su enfoque, adoptando una estrategia de compromiso más receptiva y no combativa.
La desaparición forzada de Manneh y la detención y la tortura de Saidykhan fueron fundamentales para definir los pasos que la MFWA y la GPU debían tomar.
La presentación de una petición en nombre de Manneh ante la Corte de Justicia de la Comunidad (CCJ), de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) fue el trampolín en el que se lanzó por primera vez la campaña de impunidad.
«La fortaleza de la estrategia en el uso del proceso judicial de la CEDEAO reside en su accesibilidad, ya que el proceso de presentación de un caso es más sencillo en comparación con los requisitos de otros organismos regionales. Y aún más importante es el hecho que la CEDEAO permite la presentación de un caso sin requerir que el demandante agote los recursos locales antes de acercarse a la CCJ», explicó Sulemana Braimah, director ejecutivo de la MFWA.
La sentencia dictada en 2008 declaró que la detención de Manneh era una violación de sus derechos y ordenó a Gambia a liberarlo y pagarle $ 100.000 en daños.
El segundo caso que la MFWA presentó ante la CCJ fue el de Musa Saidykhan en 2010. La Corte declaró culpable a Gambia y ordenó al gobierno que pagara $ 200.000 en daños por su arresto arbitrario, detención y tortura.
El caso de Deyda Hydara fue retomado en 2006 por dos de sus hijos y apoyado por la Federación Internacional de Periodistas. La sentencia de la CCJ finalmente se dictó en 2014 y se otorgaron $ 50.000 en daños a la familia de Hydara.
El gobierno de Gambia, que no se defendió en ninguno de los procedimientos de la CCJ, ignoró los fallos en los 3 casos. Jammeh fue incluso desafiante en su respuesta y dejó en claro que no cumpliría con el fallo de la CEDEAO.
«Sí, fue decepcionante lidiar con el hecho de que el tribunal de la CEDEAO no tiene derechos de ejecución, y que los gobiernos pueden optar por no adherirse a estas decisiones, especialmente cuando se considera que el cuerpo regional fue creado por los jefes de Estado», agregó Braimah.
Si bien esto fue un revés, no fue un factor disuasivo. Solo significaba un cambio de táctica.
Identificar oportunidades de participación en reuniones regionales se convirtió en una parte integral de la campaña. A lo largo de los años, se presentaron numerosas peticiones en cumbres y reuniones clave de jefes de Estado en las que la MFWA les recordaría a los participantes el incumplimiento de Gambia de las decisiones de la CCJ. «Aunque no hubo respuestas directas, nuestras preocupaciones resonaron en los corredores de la CEDEAO donde estaba el poder», recuerda Braimah.
Durante el mandato del presidente de Ghana, John Mahama, como presidente de la CEDEAO, la MFWA presentó una petición en la que describía la ineficacia de la CCJ. Señaló que «al permitir que un país ignorara los fallos, no era necesario financiar al tribunal ni nombrar a los jueces». Si bien no se tomaron medidas concretas, la respuesta de Mahama reconoció que la incapacidad de la CCJ para hacer cumplir las decisiones legales socavó el proceso y la institución.
En el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes Contra Periodistas en noviembre de 2016, la MFWA, junto con 35 organizaciones de la sociedad civil de África Occidental, pidió a la presidenta de la CEDEAO Ellen Johnson Sirleaf de Liberia, que suspendiera a Gambia por su continua negativa a cumplir con las sentencias de la Corte de la CEDEAO sobre violaciones de derechos contra los tres periodistas.
Los tres casos citados fueron Chief Ebrimah Manneh vs. Gambia (2008), Musa Saidykhan vs. Gambia (2010), y Deyda Hydara Jr. y otros vs. Gambia (2014).
Exactamente un mes después de este pedido, los 22 años de tiranía de Jammeh finalmente terminaron cuando fue derrotado estrepitosamente en las urnas. Al principio, Jammeh reconoció su derrota, pero el júbilo se convirtió en temor cuando, según un informe de Reuters, rechazó los resultados e insistió en «elecciones frescas y transparentes, que serán oficiadas por una comisión electoral independiente y temerosa de Dios».
«Fue entonces cuando vimos el poder de la CEDEAO para garantizar los derechos de los ciudadanos», dice Braimah. El organismo regional, respaldado por la Unión Africana y la ONU, insistió en que se respetara el veredicto del pueblo de Gambia, y Jammeh fue finalmente obligado a abandonar el poder el 21 de enero de 2017. Se exilió en Guinea Ecuatorial.
Estos eventos políticos tuvieron una influencia directa y positiva en la campaña de la MFWA. «Una vez que ocurrió ese cambio, uno de nuestros objetivos era ver cómo podríamos lograr que el nuevo gobierno implementara las decisiones de la Corte. Debido a que es un gobierno, no una persona, y el gobierno es un proceso continuo, decidimos hacer un seguimiento del tema de la compensación con el presidente Barrow», explicó Braimah.
Primero, la MFWA y la GPU se reunieron con periodistas en el exilio el 26 de enero de 2017 en Senegal para conocer sus perspectivas y sentimientos sobre si el gobierno entrante se opondría o apoyaría el legado de Jammeh sobre la libertad de prensa.
Durante una misión posterior a Gambia del 18 al 25 de marzo, una delegación que incluyó a miembros de la MFWA, la GPU y algunos periodistas, participó en discusiones con funcionarios del gobierno, y específicamente con el ministro de información y el presidente Barrow, quienes confirmaron su compromiso con la libertad de prensa y la lucha contra la impunidad en Gambia, y que no quería seguir la trayectoria represiva del gobierno de Jammeh.
Después de esta reunión, la gerente de programas de la MFWA, Vivian Affoah, fue enviada a Gambia durante seis meses para trabajar en las actividades acordadas por las dos organizaciones. Fue asignada a la GPU para apoyar los esfuerzos de la secretaría que, aunque vibrante y comprometida, también era voluntaria en un país económicamente golpeado y que había experimentado años de represión.
Su rol de integrar las aspiraciones de las familias, que era obtener justicia, a los principios de la MFWA y la GPU en sus negociaciones con el presidente Barrow y su gobierno, le dio credibilidad a las dos organizaciones y les permitió mantener su integridad.
Incluso cuando era emocionalmente agotador, nunca hubo un momento en que Braimah o Affoah pensaran rendirse. «Recuerdo una reunión en la que el padre de Manneh, de 96 años, nos dijo cómo iría al ministerio de información y me preguntó: ¿solo dime dónde está mi hijo? Si está muerto, solo dime dónde está su cuerpo.» «Esto me hizo llorar», recuerda Braimah.
«Todo lo que hizo fue fortalecer mi resolución de luchar por estas familias», agregó Affoah.
Lecciones aprendidas
Las lecciones aprendidas de la estrategia de Gambia pueden ayudar a la MFWA a replicar su éxito en otros países donde la organización tiene campañas contra la impunidad, como Nigeria y Guinea.
• La situación en Gambia era fluida, a menudo obligaba a la MFWA a tomar medidas reactivas. Con el tiempo, la organización aprendió a adaptar y moldear su campaña para poner fin a la impunidad, posicionándola como parte de una campaña más amplia para la reforma democrática.
• El desarrollo de una relación de trabajo cercana y colaborativa con la GPU permitió que la MFWA obtuviera un acceso fácil a todas las partes interesadas locales relevantes. También ayudó a dar forma a una campaña única que tuvo en cuenta tanto el contexto como las posibilidades.
• La decisión de enviar a la gerente de programas Vivian Affoah a Gambia durante seis meses para impulsar la campaña, fue la mejor decisión para garantizar que no perdiera impulso la campaña. Affoah estableció una buena relación con las familias de las víctimas, lo que fortaleció su confianza al permitir que las dos organizaciones representaran sus intereses en las negociaciones. Affoah trabajó directamente con Hawa Sisay-Sabally, una abogada contratada por las dos organizaciones para redactar un documento de posición legal sobre la sentencia judicial de la CCJ y para justificar la compensación que se había otorgado. Sisay-Sibally estuvo presente durante todo el proceso de negociación con el gobierno de Gambia, por lo que pudo garantizar que los pagos se realizaran. Los esfuerzos de Affoah en el terreno también ayudaron a fortalecer las interacciones de la MFWA y la GPU con el gobierno.
• La capacidad de identificar los puntos de entrada clave para las iniciativas de promoción en el contexto que prevalecía en ese momento era fundamental. El fortalecimiento regional mediante el seguimiento constante con los responsables de la formulación de políticas clave para plantear la cuestión del incumplimiento de las sentencias de las cortes en reuniones regionales estratégicas mantuvo el problema en el punto de mira. Al mismo tiempo, se formaron relaciones importantes con los responsables políticos clave de la región.
• La estrategia para concretizar el interés del presidente Adama Barrow en construir credibilidad y un legado de buen gobierno también fue fundamental para el éxito de la campaña.
• La campaña de múltiples niveles se modificaba constantemente en respuesta a una situación evolutiva en el terreno; esta requería que la organización reaccionara rápida e ingeniosamente. A veces esto significaba cambiar el curso previamente acordado con los donantes. Braimah amplió la necesidad de flexibilidad en ocasiones: «Si vamos a continuar esta trayectoria en términos de combatir la impunidad y buscar justicia para los periodistas, se requiere una financiación flexible, para que pueda adaptarse a la estrategia».
• Quizás el elemento más importante para el éxito de esta campaña es la dedicación que la MFWA y la GPU mantuvieron durante todo el proceso, aunque pasaron 14 años antes de que la familia de Manneh recibiera la compensación otorgada por las cortes. Incluso cuando la MFWA sufrió un cambio de dirección, no se perdieron ni el enfoque ni el impulso.
Para concluir…
Ni la MFWA ni la GPU perdieron de vista por lo que estaban luchando.
Para que los medios operen libremente y sin influencia adversa de ningún sector, es necesario el estado de derecho. Una cultura de impunidad para los crímenes contra periodistas roe la base misma del proyecto democrático, que está inextricablemente vinculado a la promesa de acceso a la justicia.