Algunos grupos están encontrando maneras de contrarrestar el lenguaje de odio desafiándolo, en lugar de llamar a la censura.
El hecho de aventurarse en línea y fuera de su red que fue cuidadosamente adaptada a su persona con gente que se le parece, puede exponerlo al lenguaje de odio, algo que parece estar en constante crecimiento. Para los usuarios de medios sociales que viven o simplemente están interesados en el Medio Oriente, y a medida que las batallas se encienden rabiosa y brutalmente en Siria, Irak y Yemen, estar expuesto a un discurso sectario hostil en línea se ha tornado prácticamente inevitable.
Para las mujeres, Twitter ha demostrado ser una plataforma especialmente implacable. Se han reportado casos de mujeres de alto perfil que han abandonado la plataforma por recibir tuits virulentos. Por supuesto, el abuso no se limita sólo a Twitter, y las figuras destacadas no están solas en lo que atañe a este abuso.
Los discurso homofóbico, islamofóbico, antisemita, y otras formas de discurso discriminatorio son también frecuentes en línea, lo que lleva a muchos a ver a Internet como una caja de petri diseñada para nutrir el odio y que por lo tanto debe ser vigilada y controlada.
La determinación de qué discurso no debe ser protegido por el derecho a la libertad de expresión – lo que algunos denominan como «discurso de odio» – no es una tarea fácil. No existe una definición universalmente aceptada en el derecho internacional de los derechos humanos. Los Estados varían en su definición y en cómo responden a dicho discurso, muchas veces de manera explotativa y con resultados desastrosos. Los intermediarios de Internet, como Facebook, Google y Twitter, se encargan de vigilar de acuerdo a su propio criterio. La comunidad por la libertad de expresión debate constantemente sus parámetros. A pesar de la frase común de que se debe luchar contra ese discurso con más discurso, se suele recurrir en exceso a la censura. Y, a menudo, se trata en forma aislada, sin tener en cuenta las cuestiones más profundas detrás del mismo.
Mientras que los medios sociales pueden amplificar las voces más polarizantes, también ofrecen oportunidades para abordar el discurso discriminatorio y peligroso de una manera que promueve el debate y protege la libertad de expresión. Después de todo, si se deja sin respuesta o se vuelve subterráneo, el odio se encona, perdura y crece.
A continuación se presentan varios ejemplos de iniciativas de la sociedad civil verdaderamente innovadoras, diseñadas e implementadas por las personas y las comunidades más afectadas por la discriminación y la violencia. Al rechazar la censura como un medio verdaderamente eficaz de abordar el discurso de odio, estas iniciativas plantean un caso fuerte para el contradiscurso; un concepto defendido firmemente por muchos de los principales pensadores sobre el tema.
Nipe Ukweli – Kenia
DISIPANDO RUMORES / EDUCANDO AL PÚBLICO
Han pasado nueve años desde que la violencia post-electoral en Kenia casi conduce al país étnicamente diverso, al borde de la guerra civil en 2007. De acuerdo con un informe reciente de Human Rights Watch, cientos de sobrevivientes todavía sufren las consecuencias físicas y psicológicas devastadoras de ese período, que resultó en la muerte de 1300 kenianos y el desplazamiento de más de medio millón.
Cuando, en el invierno de 2013, Kenia se prepara para su próxima ronda de elecciones nacionales, los kenianos, decididos a no dejar que la historia se repita, tomaron grandes medidas para prevenir la violencia posterior a las elecciones. Una de estas medidas fue Nipe Ukweli – que significa «dame la verdad» en swahili – una de varias campañas que buscaban atacar el catalizador de la violencia. Para muchos kenianos y observadores de las elecciones del año 2007-2008, ese catalizador era un discurso peligroso, incendiario, y omnipresente. Declaraciones de odio, rumores, e incluso canciones inflamatorias fueron transmitidas por las estaciones de radio, en los mítines políticos y distribuidos en correos electrónicos, folletos y mensajes de texto.
La idea de la campaña llegó en agosto de 2012, cuando corrió el rumor de que algunos kenianos estaban quemando iglesias en masa. En respuesta, un joven usuario keniano de Twitter publicó una foto de una de las iglesias sin daños con las palabras «poner fin a la mentira». En el período previo a las elecciones de marzo de 2013, los organizadores detrás de la campaña de Nipe Ukweli trabajaron para educar a los kenianos sobre el impacto del discurso de odio en las sociedades, y para animarles a resistir y refutar los rumores falsos y dañinos mediante el empleo de los mismos canales de comunicación que hasta ese momento se utilizaban sobre todo para difundir el odio y sembrar la desconfianza entre muchos grupos étnicos de Kenia.
HeartMob – U.S./Internacional
MOVILIZANDO AL ESPECTADOR
La mayoría de las mujeres en algún momento consideraron demasiado inseguro caminar solas por las calles de sus ciudades. El acoso sexual hacia las mujeres es un problema generalizado y global y se ha extendido a la esfera en línea, lo que prácticamente las ha dejado sin ningún espacio seguro para expresarse libremente y sin temor.
No hay una única manera de eliminar eficazmente el acoso. Requiere respuestas individuales, comunitarias e institucionales. Pero de acuerdo con Hollaback!, un movimiento internacional que existe desde hace una década y busca combatir el acoso en el espacio público, hay una persona que tiene el poder de hacer una diferencia positiva y tangible cada vez que ocurre un incidente: el espectador.
Las investigaciones realizadas por Hollaback! en colaboración con la Universidad de Cornell han demostrado que en los casos en que un espectador toma medidas y confronta al acosador, el acoso tiene más probabilidades de cesar. Con este hecho en mente, se puso en marcha una campaña llamada «Cubro tu espalda»(“I’ve Got Your Back”), que anima a los espectadores a compartir en el sitio web de Hollaback! sus historias de intervenciones eficaces en situaciones de acoso en la calle. También crearon una infografía que ofrece ejemplos de cómo se ve el acoso en la calle y en línea, y qué se puede hacer cuando sucede a su alrededor.
Más recientemente, también lanzaron un nuevo sitio web, HeartMob, para abordar el acoso digital. HeartMob es una plataforma privada que permite a las víctimas reportar el abuso y solicitar ayuda y apoyo de los demás de la manera que consideren más apropiada. El sitio web permite a su comunidad de espectadores en línea documentar el acoso con capturas de pantalla, reportar abusos en nombre de las víctimas a las redes sociales involucrados, y comprometerse con las acosadas con palabras amables y de apoyo. El objetivo es ambicioso: movilizar a la mayoría silenciosa y demostrar que existe más gente ahí fuera que está en contra del acoso de los que lo perpetúan.
Provocadores de la paz – Ambon, Indonesia
DISIPANDO RUMORES / ROMPIENDO LOS ESTIGMAS
En 1999-2000, Ambon, una ciudad isla habitada en su mayoría por cristianos y musulmanes, estaba en el centro de la violencia sectaria que dejó miles de muertos. Se instaló una tensa paz en la ciudad que se encuentra segregada desde entonces y los rebrotes de violencia, a pesar de ser pequeños en escala, se producen lo suficientemente a menudo como para mantener a las comunidades desconfiadas las unas de las otras. Uno de estos brotes se produjo en septiembre de 2011, cuando un conductor de motocicleta musulmán murió en un accidente de tráfico en un barrio cristiano. Los rumores de que los cristianos lo habían matado invadieron la ciudad a una velocidad que sólo puede lograrse a través de mensajes de texto y en línea. Poco después, dos ataques musulmanes contra zonas cristianas y un ataque de represalia en un barrio musulmán dejaron 750 viviendas destruidas y más de 3.000 personas desplazadas temporalmente.
Mientras que muchos residentes permiten que el odio y la desconfianza se apropie de su ciudad, una vez más, una red interreligiosa de líderes religiosos, estudiantes, activistas, profesores y periodistas decidió tomar el asunto en sus propias manos para evitar un estallido de violencia. Cuando se propagan reclamos inquietantes en la ciudad, envían voluntarios en pocos minutos para verificar su credibilidad. Los detalles de un incidente en particular son enviados a los líderes, que a su vez, hacen una doble comprobación de los hechos y envían mensajes de texto aclarando los hechos. Se llamaron a sí mismos “Los Provocadores de la Paz”, y firmaron todas sus comunicaciones como tal. “Si hay provocadores que pueden usar la nueva tecnología para incitar a la violencia, podríamos utilizarla para socavar su incitación”, dijo Jacky Manuputty, un ministro protestante y uno de los líderes del grupo a The Independent en 2012. “Los Provocadores de la Paz” siguen activos, y cuando no hay rumores para disipar, trabajan para disminuir las tensiones religiosas por mensajes de texto y tuiteando ejemplos de las dos comunidades trabajando y conviviendo pacíficamente.
El racismo es una historia desagradable – Italia
UTILIZANDO EL HUMOR
Solo en 2015, más de un millón de refugiados y migrantes cruzaron a Europa, lo que provocó un aumento alarmante del sentimiento xenófobo y racista en todo el continente. Los discursos incendiarios en las redes sociales se hicieron tan frecuentes que la situación llevó a políticos alemanes a plantear la preocupación por la seguridad de los solicitantes de asilo en el país y en todo el continente. La canciller Angela Merkel instó a Facebook a hacer más para frenar el odio en su plataforma, y el gigante de las redes sociales aceptó. Sin embargo, su promesa de vigilar el sitio más agresivamente se chocó con la preocupación de los defensores de la libertad de expresión que temen el creciente papel de Facebook en la determinación de lo que estamos autorizados a decir y a quién.
Si bien la propaganda de derecha, anti-inmigrante ha ido ganando más tracción a través de Europa en 2015, su influencia ha sido siempre motivo de preocupación para los europeos. En el período previo a las elecciones parlamentarias en Italia en mayo de 2014, un grupo de teatro social, armado con la fuerza del humor, trató de encontrar formas alternativas para contrarrestarla. Un grupo de jóvenes voluntarios dirigidos por el titiritero Damiano Giambelli y bajo la guía del grupo “El racismo es una historia desagradable “ (Il Razzismo è una brutta storia), salieron a las calles de Milán en un intento de ganarse a la juventud de Italia. Realizaron un cuento satírico ruidoso del racismo contra los extranjeros en seis lugares públicos diferentes, cada vez invitando a espectadores y transeúntes a unirse a ellos para burlarse abiertamente del discurso populista y racista utilizado por los candidatos a las elecciones locales y europeas.
Autor musulmán estadounidense vs. intolerante anti-Islam
CONFRONTACIÓN DIRECTA
En los Estados Unidos durante el último par de años, los políticos oportunistas como Donald Trump han animado a aquellos hostiles a las minorías. La comunidad musulmana estadounidense se ha encontrado en gran medida en el extremo receptor de tal hostilidad. “Todos los musulmanes serán eliminados de América y Europa, y todos ustedes en última instancia arderán en el infierno por adorar a un dios demonio. Apuesto que es un pedófilo.”
Cuando Qasim Rashid, autor, abogado y miembro del Departamento de Estudios Islámicos en la Universidad de Harvard, recibió el mensaje anterior en un correo electrónico no solicitado un día de principios de febrero, optó por responder. Un fascinante ida y vuelta se produjo entre él y el autoproclamado seguidor de Donald Trump, Rashid desafiando pacientemente toda acusación lanzada contra el Islam, los musulmanes y el Profeta.
En un momento durante el intercambio, el hombre admitió que sí, que había «gente buena y mala en cualquier grupo demográfico», y parecía que Rashid estaba al borde de un gran avance. Tal vez lo era, pero después de responder con renovado entusiasmo, se encontró con que había sido bloqueado.
Mientras la respuesta medida y reflexiva de Rashid pudo no haber tenido el resultado esperado en este caso individual, el hecho de compartir el intercambio en Facebook y Twitter, donde tiene una gran base activa de seguidores, ha dado lugar a una atención importante y positiva y se erige como testimonio del potencial de la confrontación directa.
Si se deja sin respuesta o se vuelve subterráneo, el odio se encona, perdura y crece
Un joven pasa por delante de carteles electorales y un eslogan llamando a la paz en el barrio pobre de Kibera en Nairobi, 7 de marzo de 2013.REUTERS/Steve Crisp
Facebook/Qasim Rashid