Cómo la destrucción de estaciones de radio privadas afecta el acceso a la información sobre la crisis de Burundi, y lo que SOS Médias Burundi está haciendo al respecto.
¿Cuándo fue la última vez que viste a Burundi en las noticias?
Si ha pasado cerca de un año, hay una buena razón.
En mayo pasado, los medios internacionales bullían con historias sobre el país de África Oriental, luego de un intento de golpe de estado que amenazó con deponer al presidente Pierre Nkurunziza.
Las protestas masivas empezaron cuando Nkurunziza fue elegido para un tercer periodo –hecho que miembros de la oposición consideraron inconstitucional. El antiguo líder rebelde hutu ha estado en el poder desde 2005.
En los diez meses que han transcurrido desde el intento de golpe de estado, Burundi ha entrado en una de las peores crisis desde su guerra civil. Líderes de oposición y partidarios han sido asesinados, han arrestado y torturado a civiles y cientos de miles de personas han huido del país.
Pero mucha gente dentro y fuera de Burundi ha tenido poca o ninguna información sobre la violenta realidad que ha rebasado al país. En gran parte, esto se debe al hecho de que, desde el golpe, los medios de comunicación independientes –particularmente las estaciones de radio– han sido destruidas, clausuradas o están fuertemente censuradas por el gobierno.
La radio es la fuente principal de noticias en Burundi, que es uno de los países más pobres del mundo, con PIB de $900 USD per cápita y una tasa de analfabetismo adulto de aproximadamente 86%.
Como Karine Poirier –funcionaria del proyecto en la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC, por su nombre en inglés)– escribió a IFEX: “las estaciones de radio independientes y comunitarias son portadoras de conocimiento, intercambio, educación y desarrollo. Están comprometidas con sus comunidades, transmiten en idiomas locales y cubren problemas que pueden no ser abordados por otros medios”.
Por consiguiente, no es de sorprender que después del cierrre de Bonesha FM, Renaissance Radio y Televisión, Radio Isanganiro y Radio Publique Africaine, muchos ciudadanos se quedaran con silencio radial.
Fue ahí cuando surgió SOS Médias Burundi (SOS MBDI).
“No teníamos micrófonos ni estudios, pero todavía teníamos nuestros smartphones para cubirir #BurundiCrisis en 2.0”.
Compuesta de periodistas y miembros de la sociedad civil –en Burundi y en el extranjero– la plataforma en línea empezó a funcionar en apenas 48 horas.
¿Su filosofía? Contar sobre la crisis en Burundi con hechos y solamente hechos. “No comentamos. Nos negamos a editorializar sobre el contenido”, afirmó el colectivo.
Desde mayo de 2015, SOS MBDI ha estado difundiendo noticias de último minuto en medios sociales, con cerca de 14,000 seguidores en Twitter, 28,000 seguidores en Facebook y 200,000 reproducciones en Soundcloud.
Ciertamente, su propuesta no es un reemplazo para las noticias de radio. En 2013, solamente el 1.3 por ciento de la población de Burundi usaba internet, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Y –como destaca Poirier– la radio sigue siendo el medio más eficiente para llegar a muchas personas. “Es la primera fuente de información para la mayoría de la población en la mayoría de países de África. Al transmitir desde internet, una iniciativa como SOS-Médias Burundi está llegando a un público diferente”.
Pero SOS MBDI está haciendo lo mejor que puede dadas las circunstancias, sobre todo en un lugar donde dicen “la ausencia de medios creíbles deja abierto el campo a los rumores y la manipulación”.
El mes pasado, el gobierno burundés permitió que Rema FM y Radio Isanganiro retomaran su funcionamiento luego de nueve meses de cierre forzado. Pero grupos de libre expresión como Reporteros sin Fronteras (RSF) dieron la bienvenida a esta noticia con cauto optimismo. En una declaración, RSF expresó su preocupación por el hecho de que los directores de las estaciones tuvieron que prometer “no amenazar la seguridad del país” y ser “equilibrados y objetivos”.
“Esta medida repentina del gobierno burundés probablemente tenía la intención de ser una señal conciliatoria a la comunidad internacional, sobre todo antes de la visita del Secretario General de la ONU a Bujumbura”, dijo Cléa Kahn-Sriber, jefa de la oficina de RSF de África en una declaración.
“Pero no es suficiente, porque las autoridades siguen actuando de manera completamente arbitraria. Desde mayo de 2015, han mantenido la prohibición a las estaciones de radio en razón de que una investigación judicial estaba en curso. ¿Se ha completado la investigación a Radio Isanganiro? De ser así, ¿cuáles fueron sus hallazgos? ¿Y por qué a otras estaciones de radio de propiedad privada no se les permite reabrir?»
Cuando se le preguntó sobre su postura con respecto a la reapertura de las dos estaciones, SOS MBDI dijo que tenía la misma postura que RSF.
En las preguntas a continuación, representantes anónimos de SOS MBDI analizan con más detalle el compromiso del colectivo de difundir información sobre la crisis y resumen cómo están abordando la censura de información de maneras nuevas e innovadoras.
Caro Rolando: ¿Por qué crees que el gobierno clausuró tantas estaciones de radio después del intento de golpe del año pasado?
SOS MBDI: Te refieres a la destrucción de esas estaciones de radio. Estábamos en una situación volátil: un entorno de estaciones de radio independientes con verdaderas técnicas de investigación así como más y más tiempo al aire dedicado a miembros de organizaciones de la sociedad civil. Estos grupos de medios han estado en la mira durante varios meses.
¿Qué información crees que el gobierno teme que el pueblo tenga?
Información sobre corrupción, malas prácticas de gobierno y todo lo referido a violaciones de derechos humanos (intimidación, humillación, arrestos arbitrarios, violencia, tortura, violación, secuestros y ejecuciones).
Arriba: Uno de los informes de SOS MBDI en Soundcloud. En este audio, una experta en derechos humanos destaca la importancia de facilitar un diálogo pacífico entre todos los lados del conflicto en Burundi.
¿Cómo obtiene sus noticias la mayoría de la gente en Burundi – radio, periódicos, en línea?
Antes de los acontecimientos de la primavera, todavía podíamos hablar de libertad de prensa en Burundi. Las estaciones de radio que producían y transmitían información en todo el país pasaban por obstáculos, por supuesto, pero se les toleraba. Desde mediados de mayo de 2015, hemos estado viviendo una especie de apagón. Además de la poderosa RTNB (Radio Télévision Nationale Burundaise) y estaciones de radio pequeñas con ámbito limitado que transmiten programación neutral o musical, el pluralismo, es decir, puntos de vista diferentes, eso yo no existe. Iwacu, el mayor periódico independiente de Burundi, funciona lo mejor que puede, pero con recursos limitados (publicidad y ventas). Además, su jefe ha salido del país.
¿Qué papel tiene la radio en informar al público en Burundi?
Un papel determinante como pasa en todas partes en África, donde la comunicación es más oral que escrita. Radio, medios masivos son esenciales.
¿Qué efecto ha tenido el cierre de radios en la capacidad de los burundeses para entender y conseguir información política?
El pueblo de Burundi ahora tiene solamente un canal de información, RTNB (Radio Télévision Nationale Burundaise). Un poderoso grupo de medios pues es el único al servicio de todo el país. El contenido de noticias no es libre. Está filtrado o bajo los dictados de las autoridades. Con frecuencia somos testigos de funcionarios y representantes de la policía que toman tiempo al aire para hacer declaraciones.
¿Cómo surgió la idea para SOS Médias Burundi?
Durante los primeros días de la protesta, las autoridades empezaron a prohibir que las estaciones de radio privadas transmitieran dentro del país. RPA (Radio Publique Africaine), estación de radio de investigación, fue obligada a cerrar y apagaron sus transmisores. Durante la noche del 14 de mayo, el golpe estaba fracasando. Los mayores grupos de medios, Radio Bonesha FM, RPA, Radio Isanganiro y Radio Télévision Renaissance fueron saqueados e incendiados. Radio-Télévision Rema (estación afín al gobierno) también fue incendiada una vez que se anunció el golpe. Estas herramientas fueron destruidas completamente. Acosados y amenazados, el 80% de los periodistas de medios de Burundi han huido. No teníamos micrófonos ni estudios, pero todavía teníamos nuestros smartphones para cubrir #BurundiCrisis en 2.0. Junto con algunos de los que se quedaron y con miembros de la sociedad civil (en Burundi y en el extranjero), la iniciativa SOS Médias Burundi (SOS MBDI) tomó forma. La plataforma para trabajar y difundir “últimas noticias” empezó a funcionar en apenas 48 horas. Desde mayo, luchamos a diario para dar información a través de Twitter (casi 14,000 seguidores), Facebook (casi 28,000 seguidores) y Soundcloud (200 000 reproducciones).
¿Quiénes conforman mayormente su colectivo? (¿Periodistas de prensa escrita, periodistas de radio, periodistas en líneas?)
Jóvenes periodistas, hombres y mujeres, familiarizados con herramientas digitales. No podemos decir más por razones de seguridad.
He leído que el porcentaje de personas que pueden acceder a internet en Burundi es muy bajo. ¿Cómo hace la gente que no tiene internet para recibir noticias, cuando la mayoría de las estaciones de radio están cerradas?
Es importante distinguir entre internet y telefonía. Muchos teléfonos baratos tienen el aplicativo WhatsApp. SOS Médias Burundi divulga mucha de su información a través de este extendido sistema de mensajería.
¿Tiene SOS Médias Burundi alguna manera de difundir sus informes con burundeses que no tienen acceso a internet?
¡Boca a boca!
Aunque mucha gente dentro de Burundi no puede acceder a los informes de SOS Médias Burundi, ¿por qué es importante para la comunidad internacional y los medios internacionales ver los informes del colectivo?
Muchos observadores coinciden en que SOS Médias Burundi es una de las pocas fuentes independientes que brinda información confiable de Burundi. Mientras la ausencia de medios creíbles deja el campo abierto para el rumor y la manipulación, en los últimos meses, SOS Médias Burundi ha construido una imagen de calidad y rigor. Nos complace que esta información esté saliendo y que podamos difundirla.
¿Cómo son las condiciones para los periodistas que trabajan en Burundi en este momento?
Hoy es difícil cubrir noticias de Burundi. Intimidación, presiones y amenazas hacia los reporteros son reales, por eso se necesita cuidado y discreción para difundir la información que tiene que ver con la “Crisis de Burundi”. En esta confusa situación, la mayor dificultad es la confiabilidad de la información. A menudo enfrentamos rumores y manipulación. Debemos evitar estas trampas. Para nosotros, se reduce a publicar solamente hechos que hayan sido confirmados, verificados y comprobados. Es la única manera se ganar la confianza del público.
Sin ponerte en riesgo ni revelar información delicada, ¿puedes decirme algo sobre las condiciones de trabajo que enfrentan como colectivo anónimo que infirma sobre noticias que el gobierno no necesariamente quiere que salga al público?
La plataforma funciona desde Burundi. La dirigen unas diez personas y muchas repetidoras en el país. Tuvimos que adaptar y resistirnos contra la realidad de los medios y el contexto político. Los miembros de SOS MBDI recogen información, escriben los cables noticiosos, filman el material y publican contenido en medios sociales (Facebook y Twitter). Cubrimos acontecimientos en Bujumbura y acontecimientos dentro del país. Nuestra dirección es clara: contar la “Crisis de Burundi” por los hechos, solamente los hechos. No comentamos. Nos negamos a editorializar nuestro contenido. SOS MBDI tiene muchas fuentes sobre muchos asuntos. También tenemos muchos “testigos ciudadanos” en el corazón de la crisis, en “puntos conflictivos”. Con respecto al flujo de información desde el campo a nuestros lectores y oyentes, no podemos decir más.
Refugiada burundesa agarra una radio mientras descansa con sus pertenencias en las costas del lago Tanganica en la aldea Kagunga, en la región Kigoma al oeste de Tanzania, 18 de mayo de 2015REUTERS/Thomas Mukoya
«No teníamos micrófonos ni estudios, pero todavía teníamos nuestros smartphones para cubirir #BurundiCrisis en 2.0»
Manifestante enmascarado escucha la radio durante manifestaciones contra la decisión del partido de gobierno CNDD-FDD de permitir que el presidente burundés, Pierre Nkurunziza, postule a un tercer periodo en el cargo, in Bujumbura, 4 de mayo de 2015REUTERS/Jean Pierre Aime Harerimana