Cómo los productores de un documental usaron pantallas y actores en negro para combatir órdenes legales que amenazaban con silenciar su película.
El 12 de mayo de 2012, una comunidad en Papúa Nueva Guinea veía con horror cómo los buldóceres demolían sus casas y cómo la policía abría fuego contra todo aquel que tratara de detenerlos.
La comunidad Paga –un asentamiento de aproximadamente 3,000 personas- había vivido en la misma área de Port Moresby durante cuatro generaciones.
Era una población vibrante, estrechamente unida con su propia iglesia, colegio, teatro y sus propios líderes.
Cuando la empresa promotora Paga Hill Development puso los ojos en el terreno para un hotel de cinco estrellas y puerto deportivo, los miembros de la comunidad mostraron su resistencia a través de diversos medios pacíficos. Demandaron a la empresa promotora –es más, llegaron hasta la Corte Suprema de Papúa Nueva Guinea–, iniciaron una campaña de sensibilización en línea y, a través del arte, instruyeron a otros papús sobre su próximo desalojo.
Una de las mayores aliadas de la comunidad de Paga Hill al inicio de la lucha fue Dame Carol Kidu –expolítica de oposición, conocida por su defensa en torno a problemas que incluyen violencia doméstica, reducción de la pobreza y VIH/SIDA.
Dame Carol Kidu presenció y protestó por la primera demolición de la comunidad Paga Hill, donde presentó a la cineasta australiana Hollie Fifer a la comunidad.
Fifer se ganó la confianza de comunidad –incluso la del líder Joe Moses– y procedió a documentar su lucha los siguientes cuatro años y culminaron con la producción de The Opposition (La oposición). La película muestra cómo Moses guía a la comunidad a través de la batalla legal por el terreno, y los trabajos con aliados locales y internacionales –como el doctor Kristian Lasslett de la Iniciativa Internacional de Crímenes de Estado– para defender a su comunidad.
Al comienzo de la película, Moses expresa lo mucho que significa para él y para el resto de la comunidad el apoyo de Dame Carol Kidu, pero esto cambió en el 2013, cuando Dame Carol Kidu anuncia que va a ser una intermediaria entre la comunidad Paga Hill y la empresa promotora Paga Hil Development, que la había contratado como consultora, y que trabajaría en la reubicación de la comunidad en cuyo nombre había luchado inicialmente.
The Opposition Trailer 2017 from Beacon Films on Vimeo.
Ya en su papel de consultora, Dame Carol Kidu expresó su preocupación por el documental de Fifer. A pesar de un proceso de consulta minucioso y aparentemente constructivo, seis meses antes del estreno mundial programado de The Opposition en Hot Docs, el mayor festival de documentales de América del Norte, los cineastas fueron sorprendidos por una demanda legal en su contra. Todo el material que entregó Dame Carol Kidu, y que la incluía, fue incautado.
En el breve periodo entre la incautación y el festival de cine, la directora Hollie Fifer y su equipo tuvieron que decidir cómo exhibir una historia que estaba siendo bloqueada.
El día anterior al estreno de la película, y con las amenazas legales todavía sobre el equipo, la directora Hollie Fifer y la productora Rebecca Barry se sentaron con IFEX para analizar el enfoque pacífico de la comunidad Paga Hill para la resistencia, el potencialmente peligroso precedente que su proceso legal podría tener, cómo se las arreglarían para exhibir el documental de todas maneras y cómo respondió el público.
The Opposition se estrenó en Toronto el 3 de mayo de 2016 –coincidentemente, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Mucho ha pasado en los meses desde el estreno, mientras cada parte se preparaba para comparecer en la corte. El 14 de julio de 2016, partidarios de los productores acogieron la decisión de la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur, que claramente desestimó el pedido de Dame Carol Kidu ante la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur de una restricción permanente que evitaría que Fifer, la empresa productora Media Stockade y Beacon Films exhibieran su documental.
En respuesta a esta decisión, Fifer afirmó: «nos alivia que se haya hecho justicia y que a las audiencias alrededor del mundo se les dé la oportunidad de ver The Opposition y la importante historia de la comunidad Paga Hill».
Desafortunadamente, los cineastas aún enfrentan otras amenazas legales.
Conversación de IFEX con Rebecca Barry y Hollie Fifer el 5 de mayo de 2016:
¿Cómo es la comunidad Paga Hill?
Rebecca Barry: La comunidad Paga Hill no es la propiedad de tierras tradicional. Es un asentamiento, pero existe desde hace cuatro generaciones. Tienen una iglesia, tienen un colegio, tienen artistas, tienen un grupo de acrobacia, hacen música, hacen yoga. Es una comunidad extraordinaria, vibrante. Y eso ha sido completamente arrasado.
¿La demolición de Paga Hill por una empresa promotora parte de una tendencia mayor en Papúa Nueva Guinea?
Hollie Fife: Está ocurriendo en todas partes, pero en Papúa Nueva Guinea es tan abierto que se puede ver toda la mecánica del asunto –así que es una interesante caso de estudio– y ciertamente vimos eso en esta película. Vimos el fracaso del sistema de justicia, el fracaso de la policía, el fracaso del gobierno, el fracaso del departamento de tierras y el fracaso en la responsabilidad corporativa, pero a través de los ojos de Joe Moses y su resistencia.
¿Cuál fue la reacción de la comunidad Paga Hill al comienzo?
HF: En el primer día de rodaje –cuando la policía estaba sacando a todos con sus buldóceres– los miembros de la comunidad miraban como diciendo «este es nuestro día «, porque habían visto tantos abusos contra los derechos humanos a lo largo de su historia. Saben que pelear podría significar la muerte, y no quieren eso, así que solamente miran, asombrados. Dicen «aquí crecimos. No vamos a luchar contra ustedes. Hemos visto demasiada sangre aquí”.
¿Cómo se sintió la comunidad ante el hecho de que se estaba haciendo un documental sobre ellos?
HF: La comunidad Paga Hill estuvo muy interesada en que una productora de documentales australiana contara la historia, porque su idea era que los australianos necesitan saber que los papúes se pueden defender ellos mismos, que no son monigotes y que tienen voz, pero no necesariamente tenían una plataforma para llegar a los públicos australianos.
La parte más inspiradora sobre la comunidad fue que estuvieron muy activos en la creación de una alianza alrededor de ellos.
¿Cómo abordaron las preocupaciones iniciales que Dame Carol Kidu presentó sobre la película?
RB: Realmente queríamos que ella siguiera participando en la película, porque vimos su decisión de trabajar como consultora para la empresa promotora Paga Hill Development como una elección práctica, en eso está la complejidad de la urbanización. A veces es lo que tienes que hacer –aprovechar lo mejor de una mala situación.
HF: Sobre todo cuando consideras que hay personajes como ella en todas las comunidades. Eso ocurre en todo el mundo. Así que nos fascinó poder documentar esa perspectiva.
RB: Cuando Dame Carol Kidu expresó su insatisfacción con la película, pasamos por un categórico proceso de consultas con ella. Entonces, ella vio un primer corte de la película. Nos dio sus comentarios al respecto. E hicimos todos los cambios que solicitó. También le dimos el derecho de réplica como una tarjeta de texto al final de la película.
¿Cuándo se convirtió esto en un caso legal contra ustedes?
RB: Hace unas seis semanas, me desperté un domingo con unos cuantos mensajes de Hollie y un correo electrónico de un periodista, que nos preguntaba cómo nos sentíamos con el proceso legal interpuesto en nuestra contra –y si queríamos comentar.
Dame Carol Kidu había interpuesto una incautación, No es un juicio de difamación –es un reclamo de incumplimiento de contrato y conducta inescrupulosa.
Su argumento parecía estar basado en la afirmación de que ella pensaba que todo esto era una película de estudiantes. Durante la fase de investigación de la película. Hollie era estudiante de la Escuela Australiana de Cine, Televisión y Radio. Pero encontramos esa afirmación ridícula, porque teníamos el dinero de ABC Development. Yo estaba involucrada, mi empresa Media Stockade, estaba involucrada. Antes de la primera toma papú, Dame Carol Kidu firmó un formulario de autorización –un formulario de autorización estándar del sector– irrevocable, a perpetuidad, para todos los medios.
HF: Le dijimos de la financiación. Hasta le dijimos que teníamos los derechos de autor, personalmente, no la escuela.
¿Qué material está incautado?
HF: La parte interesante es que ella no está incautando solamente sus partes sino todo el material que ella entregó, que es todo el material de 2012. Esto incluye esa violenta demolición de mayo de 2012.
RB: Otra cosa que surgió en el juicio fue que a Dame Carol Kidu la empresa promotora Paga Hill la ha indemnizado por los costos –así que creemos que le están pagando a su equipo legal y que ellos han sido implacables.
HF: Es bastante preocupante cuando ves el camino. La empresa promotora Paga Hill está apoyando un caso judicial que trata de incautar la filmación de la demolición, que perjudicaría a sus inversionistas.
¿Cómo respondieron a la incautación?
RB: Se nos ocurrió una solución creativa, parece que funciona. Pantallas negras, tarjetas de texto al frente que explican que este material ha sido incautado con el proceso judicial. Tenemos una actriz asombrosa, Sarah Snook, para narrar esas partes de la película. Cuando no estamos autorizados a describir, ella dice solamente «esta escena ha sido incautada». O puede leer de un documento de la corte.
HF: Estas tomas son de los peores momentos de abuso de la demolición. Entonces, tienes una pantalla negra y, repentinamente, tienes una toma que aparece de disparos y después se vuelve a poner negro.
¿Cómo ha respondido la audiencia al enfoque?
HF: Es realmente muy efectivo. Solamente aumentó la declaración que estamos tratando de hacer. La película dice –»hay abuso de derechos humanos que tienes que conocer». Y entonces hay una pantalla negra y te das cuenta de que te la están arrebatando frente a tus ojos, mientras lo estás viendo.
¿Cómo ha sido el proceso legal hasta ahora?
RB: Estamos durmiendo muy poco y nuestros abogados han estado trabajando sin parar. Ha sido realmente muy estresante.
¿Qué mensaje envía la incautación a otras iniciativas comunitarias, y a los periodistas que las documentan?
HF: No solamente sienta un peligroso precedente para las comunidades, pero también para los productores de documentales. Si los formularios de autorización no ofrecen seguridad, entonces -¿por qué haríamos esto en realidad? Estamos al borde de que la filmación de documentales quede completamente invalidada, lo que es un precedente realmente peligroso.
Hollie Fifer, directora de «The Opposition»Hollie Fifer/Media Stockade