Siria se ha sumado a la lista de países donde los asesinatos de periodistas tienen la mayor probabilidad de quedar impunes, mientras que Iraq, Somalia y Filipinas nuevamente mostraron los peores registros en materia de impunidad, según reveló el CPJ en su recién actualizado Índice de Impunidad.
Por Elisabeth Witchel/ coordinadora de la campaña del CPJ contra la impunidad
Siria se ha sumado a la lista de países donde los asesinatos de periodistas tienen la mayor probabilidad de quedar impunes, mientras que Iraq, Somalia y Filipinas nuevamente mostraron los peores registros en materia de impunidad, según reveló el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) en su recién actualizado Índice de Impunidad. Las condenas obtenidas en cuatro países representaron un atisbo de buenas noticias.
El ingreso de Siria en el quinto puesto del índice resalta el aumento en la cifra de asesinatos por atentados en ese país, lo cual se convierte en una nueva amenaza para los periodistas que ejercen la profesión. Siria, con cifras sin precedentes de secuestros y elevados índices de muertes en combate y en fuego cruzado, ya era el país más peligroso del mundo para el ejercicio del periodismo.
Nuevos casos de violencia contra la prensa y la ausencia de procesos judiciales en casos antiguos mantuvieron a Iraq, Somalia y Filipinas en los tres primeros puestos del índice. Iraq, con 100 por ciento de impunidad en un total de 100 casos, ocupa el primero, un puesto que ha conservado desde el comienzo del estudio del CPJ, en 2008. Los periodistas iraquíes, objeto de represalias en cifras récord desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, tuvieron una tregua en 2012, el primer año en que ningún periodista fue muerto en el ejercicio de la profesión. No obstante, el resurgimiento de los grupos de militantes en todo el país fue responsable del brusco aumento que alcanzó 10 muertes de periodistas el año pasado, de ellos nueve asesinatos.
En concordancia con los cuatro años anteriores, Somalia presenta el segundo peor registro de todos los países del mundo. Otros cuatro asesinatos en 2013 engrosaron las ya alarmantes estadísticas sobre periodistas muertos en represalia por su labor informativa. Elusivos grupos insurgentes armados han sembrado el terror en los medios al margen de las frágiles instituciones de seguridad pública somalíes, pero las autoridades tampoco han investigado de manera adecuada los ataques provenientes de otros actores, según investigaciones del CPJ.
En esta edición del Índice de Impunidad, que calcula el número de asesinatos no resueltos de periodistas como un porcentaje en relación con la población de cada país, el CPJ examinó asesinatos de periodistas ocurridos en cada país en el período comprendido entre 2004 y finales de 2013. Los casos se consideran no resueltos cuando no se han obtenido condenas. Únicamente aquellos países con cinco o más casos sin resolver fueron incluidos en este índice. Este año, 13 países cumplieron con los criterios del índice, en comparación con 12 el año pasado.
Como hechos positivos, en cuatro países presentes en el índice las autoridades obtuvieron condenas; sin embargo, en solamente un caso las autoridades apresaron o enjuiciaron a los autores intelectuales, lo cual refleja un fenómeno global. Filipinas sentenció al asesino del periodista radial Gerardo Ortega a cadena perpetua. Dado que los asesinatos de 51 periodistas están a la espera de que se imparta justicia, este acontecimiento no ha cambiado la posición del país en el índice, que ha permanecido firme en el tercer puesto desde 2010. El historial casi perfecto de Pakistán en materia de impunidad fue quebrado cuando los tribunales condenaron a seis acusados (aunque dos de ellos continúan prófugos) por el asesinato de Wali Khan Babar, hecho ocurrido en el 2011. Los tribunales rusos sentenciaron a un empresario ruso a una pena de siete años de prisión por ordenar la muerte del periodista Igor Domnikov, quien fue asesinado en el 2000, mientras que la justicia de Brasil condenó a los autores materiales de tres asesinatos y, en un caso, también al autor intelectual. En el resto de estos crímenes, los autores intelectuales permanecen libres.
Los legisladores federales de México, país que ocupa el séptimo lugar en la lista, adoptaron en abril de 2013 una ley que implementa una enmienda constitucional que les otorga a las autoridades federales competencia para atraer casos de delitos contra periodistas. Aunque la ley es considerada como un importante paso para el mejoramiento del clima de libertad de prensa, las autoridades aún no han logrado avances significativos en los 16 casos no resueltos de México.
La posición de Colombia en el índice mejoró considerablemente, debido al descenso en las muertes de periodistas en los últimos años, aunque desde el 2009 nadie ha sido condenado por la muerte de un periodista. Si bien Colombia ha tomado medidas para ofrecerles seguridad a los periodistas amenazados, en muchos otros casos los periodistas se han visto obligados a autocensurarse o abandonar sus hogares.
Aunque no se han notado avances en ningún caso de Sri Lanka ni de Afganistán, el CPJ no tiene constancia de ningún asesinato en esos países en el período comprendido entre 2009 y 2013. Por su parte, Nigeria se mantuvo en el índice por segundo año consecutivo, con cinco casos no resueltos. En India, dos periodistas fueron asesinados en 2013, con lo cual la cifra de asesinatos sin procesos judiciales alcanzó el total de siete.
La creciente preocupación de la comunidad internacional ante la ausencia de justicia en los ataques contra los medios se reflejó en la significativa atención que la Organización de las Naciones Unidas le dedicó a esta problemática el año pasado. La UNESCO comenzó a implementar el Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, marco adoptado en 2012. En noviembre, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en materia de seguridad de los periodistas. La resolución insta a los Estados Miembros a actuar en favor de la impartición de justicia y proclama el 2 de noviembre como Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas.
Otros hallazgos del Índice de Impunidad del CPJ:
- El 96 por ciento de las víctimas son periodistas nacionales, y la mayoría se dedicaba a la cobertura informativa de la política, la corrupción y la guerra en sus respectivos países.
- Un clima de impunidad engendra violencia: en ocho países de reiterada presencia en el índice un año tras otro, hubo nuevos asesinatos de periodistas en 2013.
- Las amenazas con frecuencia anteceden a los asesinatos: en por lo menos el 40 por ciento de los asesinatos de periodistas, las víctimas informaron haber recibido amenazas
- Los asesinos de periodistas tienen la intención de transmitir un escalofriante mensaje a todos los medios de prensa: casi el 33 por ciento de los periodistas asesinados fueron o bien capturados o torturados antes de su muerte.
- 10 de los 13 países del Índice de Impunidad han figurado en él cada año desde que el CPJ comenzara a elaborar este análisis anual en 2008, lo cual subraya los desafíos de erradicar la impunidad una vez que ya está afianzada.
- Los grupos con objetivos políticos, entre ellos las facciones armadas, son sospechosos de ser los autores materiales en más del 40 por ciento de los asesinatos. Los funcionarios gubernamentales y militares son considerados los principales sospechosos en el 26 por ciento de los casos. En menos del 5 por ciento de los casos, los autores intelectuales son capturados y procesados judicialmente.
Más información
El Índice del CPJ.
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