En marzo de 2014, la abogada Cao Shunli murió sola en un hospital militar. Había sido detenida cinco meses antes, mientras trataba de abordar un avión que la habría llevado a Ginebra para participar en una capacitación, antes de una sesión de la ONU en la que China sería examinada sobre su historial de derechos humanos.
Un artículo en el sitio web China Change sobre "La vida y muerte de Cao Shunli" cita a la abogada china: "Estaba tan triste. Pensé: tu [China] eres un gobierno muy grande, pero le haces esto a un individuo. Yo no lo entiendo."
En marzo de 2014, la abogada Cao Shunli murió sola, con 52 años, en un hospital militar mientras sus amigos y familiares imploraron a las autoridades chinas para estar con ella. Había sido detenida cinco meses antes, mientras trataba de abordar un avión que la habría llevado a Ginebra para participar en una capacitación, antes de una sesión de la ONU en la que China sería examinada sobre su historial de derechos humanos.
El 14 de septiembre de 2013 Cao había llegado al aeropuerto de Beijing para tomar un vuelo a Suiza. Había sido invitada por el Servicio Internacional para los Derechos Humanos a participar en su programa de formación, en preparación para el examen de los derechos humanos en China que se iba a realizar ese mes de octubre. Fue detenida en la zona de salidas, en lo que sería su último día de libertad. Finalmente fue acusada de «buscar pelea para crear disturbios».
En prisión, la salud de Cao declinó rápidamente. Le negaron tratamiento para una enfermedad hepática existente y otros problemas médicos, y en noviembre de 2013, también fue diagnosticada con una neumonía aguda. Pese a las peticiones cada vez más urgentes de su familia, ella recién fue trasladada a un hospital militar el 19 de febrero de 2014, cinco meses después de su detención. Fue demasiado tarde. Según los informes, pasó el último mes de su vida en estado de coma. Los simpatizantes que se dieron cita en el hospital dado el deterioro de su salud fueron detenidos. Cuando trataron de organizar un duelo público al enterarse de su muerte el 14 de marzo de 2014, también fueron detenidos por la policía.
Después de graduarse en derecho a mediados de la década de 1980, Cao trabajó para el Ministerio de Trabajo, pero en 2002 perdió su trabajo después de exponer la corrupción en su unidad de trabajo en torno a la distribución de viviendas. Pasó dos largos períodos de tiempo en Campos de Reeducación mediante trabajo entre 2009 y 2011, donde las condiciones extremas y la falta de atención médica tuvieron un impacto severo en su salud.
Como parte del proceso del Examen Periódico Universal de Naciones Unidas (EPU), las organizaciones de derechos humanos deben ser parte de la consulta y elaboración de informes sobre el gobierno – reglas que son ignoradas en China. En octubre de 2012 Cao había solicitado al Ministerio de Asuntos Exteriores información para acceder a la consulta sobre China, pero se le negó. Ella persistió, como lo había hecho desde 2008, reuniendo muchas peticiones – algunos informes dicen 1000 – y enviándolas al Ministerio, e instando a que se incluyeran en los informes del gobierno a los diversos mecanismos de derechos humanos de la ONU.
Luego, en junio de 2013, Cao condujo una «acampada» de dos meses fuera del Ministerio. Las demandas de los manifestantes eran claras: que los defensores de los derechos humanos deben ser consultados y ser parte de los grupos de trabajo para la redacción del informe de China ante la ONU, según lo recomendado por la propia ONU. Asimismo, solicitaron que las peticiones recogidas en los últimos años fueran incluidas para crear un informe que “refleje verdaderamente y de forma global la situación de los derechos humanos en China”. La policía disolvió el campamento a mediados de julio, deteniendo brevemente los participantes.
El resultado del examen periódico universal de China fue presentado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo de 2014, pocas semanas después de la muerte de Cao. Incluso en el interior del Palacio de las Naciones de la ONU en Ginebra, los representantes chinos ejercieron mano dura para detener un intento dirigido por una ONG para que se haga un momento de silencio en su honor durante la sesión. En una maniobra que en cualquier otra circunstancia parecería cómica, se planteó que las reglas de la ONU sólo permiten «comentarios generales», y que esto no incluía el silencio.
Cao era una candidata final para el Premio Martin Ennals 2014, que produjo un emotivo video sobre su trabajo, incluyendo imágenes de la anulación china de la moción de silencio en la ONU.
Antes de su muerte, Cao dijo: «Nuestro impacto puede ser grande, puede ser pequeño y puede no ser nada. Pero debemos intentarlo. Es nuestro deber con los desposeídos y es el derecho de la sociedad civil».
En 2016, los grupos de la sociedad civil Human Rights Campaign en China, Civil Rights & Livelihood Watch y Rights Defense Network lanzaron el Premio en memoria de Cao Shunli para defensores de los derechos humanos para «conmemorar a la Sra. Cao Shunli, para que la historia de su vida inspire a las generaciones venideras».
En 2019, los expertos de la ONU renovaron su llamado a una investigación integral e independiente sobre la muerte de Cao por parte de las autoridades chinas «con miras a llevar a los responsables ante la justicia».
Agregaron: «Es una fuente de gran pesar para nosotros que el trabajo incansable de Cao Shunli en defensa de los derechos humanos culminara finalmente con su muerte, y ahora nuestros pensamientos están con su familia y amigos».
Diez años después de la muerte de Cao, grupos de derechos humanos denunciaron la falta de cualquier acción significativa por parte de las autoridades chinas para buscar justicia y rendición de cuentas.
«La falta de cualquier avance en lograr la rendición de cuentas subraya la necesidad urgente de atención internacional continua sobre el gobierno chino para asegurar justicia para Cao y todos los defensores de los derechos humanos que enfrentan persecución por su trabajo», dijeron en un comunicado conjunto.
A pesar del intento de la delegación china de interrumpir la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo de 2024, los representantes de la sociedad civil pudieron rendir homenaje a Cao.
«Querida hermana mayor Cao, descansa en paz, habrá luz al final de la noche».
En abril de 2024, el Consejo Administrativo de Ginebra anunció que instalará un monumento público en honor a los defensores de los derechos humanos, citando el coraje y el legado de Cao.
Ilustración de Florian Nicolle