La defensora de derechos humanos y periodista hondureña Dina Meza es regularmente amenazada mientras trabaja para desafiar el lamentable estado de los derechos humanos en su país.
En un artículo para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 2012, Meza escribió: No piensen que yo no tengo miedo; muchas veces he sentido como el miedo me penetraba hasta los huesos, pero el sentimiento de responsabilidad es más fuerte.
En Honduras, el país con la tasa más alta de asesinatos del mundo, la defensora de los derechos humanos y periodista Dina Meza, corriendo un riesgo considerable para sí misma, desafía constantemente la impunidad de los que matan y abusan de los derechos de otros.
La lucha de Meza por la justicia se desató en 1989, cuando su hermano, un activista por los derechos agrarios, fue secuestrado. En manos de los servicios de seguridad bajo acusación de ser un guerrillero, fue torturado antes de ser liberado una semana después. Esta experiencia inspiró a Meza que resolvió desafiar el lamentable estado de los derechos humanos en Honduras, una promesa a la que ella se aferra hasta estos días.
Meza inicialmente trabajó para la prensa dominante, pero debió abandonar luego de haber sido advertida en varias oportunidades de que bajara el tono de sus críticas en sus informes. Ella fundó la revista en línea Revistazo que investigó los abusos de las empresas de seguridad privada, los derechos laborales y otras cuestiones que la gran prensa no cubriría. Revistazo también dio apoyo a las víctimas de abusos que no podían pagar representación legal. En diciembre de 2006, Dionisio Diaz Garcia, un abogado que trabajaba para Revistazo, fue asesinado a tiros en la calle mientras iba camino a representar a una de estas víctimas. Encontrándose en grave peligro los siete miembros principales de la revista, incluyendo a Meza, se les concedieron medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que exigían al gobierno hondureño darles protección. Se le proporcionaron guardaespaldas pero sólo en el horario de oficina, y el equipo de Meza fue responsable de cubrir sus comidas y gastos de viaje. Todo ese tiempo, Meza y sus colegas vivían con el temor de que sus guardias podían estar ellos mismos bajo la influencia de las empresas privadas de seguridad que estaban vinculadas al asesinato del abogado.
A pesar de las medidas cautelares, las amenazas se aferraron a Meza con venganza y continúan hasta nuestros días. Ella ha informado acerca de personas no identificados que llaman dejando mensajes telefónicos y de texto, sobre ser acechada por extraños que le tomaron fotos mientras estaba afuera caminando con sus hijos, y lo que es especialmente angustiante para ella, sobre amenazas directas a sus tres hijos. Muchos de los mensajes están llenos de violencia sexual y lenguaje obsceno, y se han extendido a sus hijas adolescentes. Una vez, su hijo fue amenazado por un hombre con una pistola mientras viajaba en un autobús. Por eso fue un respiro para toda la familia cuando viajaron al Reino Unido en 2013, mientras Meza realizó una beca de seis meses en el Centro de Derechos Humanos Aplicados de la Universidad de York.
Meza es miembro clave del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH) que aboga por los detenidos y los desaparecidos, entidad que también sufre el acoso constante y ataques a su personal. Meza dirige el programa de medios digitales y alternativos del Comité, escribiendo para su sitio web, así como produciendo su programa semanal de radio, “Voces Contra el Olvido”.
El trabajo de Meza es reconocido internacionalmente. Fue galardonada con el Premio de Periodismo de Derechos Humanos de Amnistía Internacional en 2007. Asimismo, su caso fue destacado para el Día del Escritor Encarcelado de PEN Internacional en 2013, y fue galardonada con el premio Oxfam-Novib/PEN en 2014, convirtiéndose en presidente del recién formado Centro PEN hondureño el mismo año. Ella también es una periodista de Reporteros Sin Fronteras (RSF), organización que la lista entre sus 100 héroes de información en 2014. Otro de sus proyectos, la Iniciativa Periodismo y Democracia, ha conseguido financiación del Fondo para los Derechos Humanos Globales.
En enero de 2014, PEN Internacional publicó su informe sobre Honduras, Periodismo a la sombra de la impunidad, que señala que al menos 32 periodistas han sido asesinados desde 2009. Al comentar sobre el informe, Meza dijo que «El ejercicio de la libertad de expresión en una Nación en que la impunidad ha tomada el país. . . es un acto de desafío que lleva consigo una amenaza de muerte.»
Poco y nada ha cambiado desde esa fecha a la actualidad. De hecho, la realidad indica que la situación en Honduras empeoró, aumentando la persecución de activistas y medios en ese país.
Esta situación hizo que ya en 2014 Meza solicitara la protección de Peace Brigades International para garantizar su integridad física y poder seguir luchando por la defensa de los derechos humanos en Honduras.
Aún así, el 28 de septiembre de 2015, dos hombres desconocidos intentaron atropellar a la defensora de derechos humanos. Pero ella no se deja intimidar y sigue en su función desde diversos puestos y en su diario: Pasos de Animal Grande.
Hoy, Dina es la presidenta de PEN Honduras, una organización que apoya a periodistas en riesgo. En el Día Internacional de la Mujer en 2018, representó a la organización al presentar un importante informe sobre la violencia contra las mujeres periodistas en Honduras ante la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos del Congreso de EE. UU.
Ilustración de Florian Nicolle