En enero de 2015, una de las defensoras de derechos humanos más importantes de Bielorrusia, Elena Tonkacheva, fue deportada y se le ordenó no regresar durante tres años. ¿Su delito? Violaciones de tráfico de menor importancia, por las que fue acusada de ser una "amenaza para el orden público", una decisión considerada absurda y claramente en retribución por los varios años en los que buscó incansablemente justicia para los demás. Sus peticiones para reducir la duración de su orden de prohibición han sido repetidamente rechazadas.
El 6 de marzo de 2015, Miklós Haraszti, Relator Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Bielorrusia, comentó sobre la deportación de Elena Tonkacheva: Esta medida claramente desproporcionada ha sido tomada por el Gobierno, en represalia por el trabajo de derechos humanos de la Sra Tonkacheva en el país... constituye una violación de las obligaciones de derechos humanos de Bielorrusia bajo el derecho internacional.
En enero de 2015, una de las defensoras de derechos humanos más importantes de Bielorrusia, Elena Tonkacheva, fue deportada y se le ordenó no regresar durante tres años. ¿Su delito? Violaciones de tráfico de menor importancia, por las que fue acusada de ser una «amenaza para el orden público», una decisión considerada absurda y claramente en retribución por los varios años en los que buscó incansablemente justicia para los demás.
Tonkacheva es una ciudadana rusa que ha estado viviendo en Bielorrusia desde 1985. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Bielorrusia y se quedó para casarse y tener una familia. Poniendo sus estudios legales a buen uso en un país donde las violaciones han sido agudas, ha jugado un papel principal en el Centro de Transformación Jurídica (LawTrend) siendo ahora presidente del Consejo. Creado en 1996, el centro investiga y hace campaña en una amplia gama de temas, incluyendo la libertad de expresión y de asociación, el acceso a las garantías judiciales y a la asistencia letrada. También ofrece programas de educación y de protección de los derechos humanos.
Como era de esperar, Tonkacheva ha trabajado bajo el escrutinio constante del gobierno, sobre todo en diciembre de 2010, cuando ella y su equipo llevaron a cabo una investigación sobre los arrestos masivos y palizas a manifestantes que habían salido a las calles en protesta por las elecciones presidenciales que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa describió como ni libres ni democráticas. Ella fue una de las interrogadas y su casa fue registrada por la policía. También monitoreó los juicios de candidatos de la oposición que fueron detenidos durante las protestas. Luego, el Centro LawTrend presentó sus conclusiones en el libro “Epílogo: Plaza 2010 a través de los ojos de los defensores de Derechos Humanos” distribuido en las universidades y bibliotecas antes que las autoridades detuvieran su impresión y sacaran el resto de las copias de circulación. En abril de 2011, fue señalada por el Presidente Lukashenko quien, en un discurso por televisión, la acusó de ser una representante de una ‘quinta columna’ luego de que hubiera participado en una reunión del Consejo de Europa.
El 30 de octubre de 2014, Tonkacheva recibido notificación por parte de la policía que su permiso de residencia, que no expiraba hasta el año 2017, había sido cancelado. El 5 de noviembre se le dijo que debía salir de Bielorrusia en un mes, y que no se le permitiría regresar por tres años. La razón que se dio fue que había sido multada en varias ocasiones por haber excedido los límites de velocidad, delitos que habían sido registrados por cámaras de velocidad y que ella había disputado. La noticia fue recibida con indignación, y más de 7000 personas firmaron una petición a las autoridades en señal de protesta. Después de una serie de audiencias de apelación, la orden de expulsión se finalizó el 19 de febrero de 2015 y dos días después se fue de Bielorrusia.
El monitor de derechos humanos de Bielorrusia, Viasna, informó sobre una audiencia el 8 de enero de 2015 y describió una sala llena en la que, entre otras declaraciones de defensa, dos testigos dijeron que habían estado conduciendo el coche en el momento de los delitos. El juez concluyó que Tonkacheva había cometido al menos cuatro infracciones de tráfico mientras conducía, y una quinta como peatona, cuando cruzó la carretera fuera de los cruces designados, delitos que constituyen una «amenaza para el orden público». En un momento un observador fue expulsado de la sala cuando se reía a carcajadas.
En declaraciones a Viasna en enero de 2015, Tonkacheva juró que volvería a Bielorrusia una vez transcurrida la orden de expulsión de tres años, y que usaría su tiempo en el extranjero para desarrollar estrategias para su regreso. Ha aplicado tres veces sin éxito al Ministerio del Interior de Bielorrusia para reducir la duración de la orden de prohibición en su contra, más recientemente en marzo de 2017, y su apelación contra esa decisión fue de nuevo desestimada en junio de 2017.
Tonkacheva regresó a Bielorrusia en febrero de 2018, tras la expiración de su prohibición de entrada de tres años.
Ella continúa trabajando para LawTrend, asistiendo a conferencias internacionales y proporcionando comentarios sobre los acontecimientos en Bielorrusia y otros países de Europa del Este. Gran parte del trabajo de la organización desde las controvertidas elecciones presidenciales de agosto de 2020 en Bielorrusia se ha centrado en la brutal represión de las autoridades bielorrusas contra las protestas pacíficas, los medios de comunicación independientes y las organizaciones de la sociedad civil.
Ilustración de Florian Nicolle