Fatou Jagne Senghor ha utilizado su experiencia legal y mediática para defender ardientemente los derechos humanos, la libertad de expresión y la libertad de prensa en todo el continente africano durante dos décadas, y ha presionado para que se lleven a cabo reformas políticas en plataformas internacionales. Recientemente recibió el prestigioso honor de Chevalièr dans l'Ordre National du Mérite por parte del presidente de Francia.
"El derecho a la información y la verdad sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado son fundamentales para la rendición de cuentas, para abordar la impunidad y para prevenir que se repitan las violaciones de los derechos humanos."
Las contribuciones de Fatou Jagne Senghor a la expansión de la libertad de expresión y del espacio de libertad de prensa han transformado todo el continente africano. Además de figurar entre las 100 mujeres africanas más influyentes del 2019, Jagne Senghor recibió el Premio Escudo de África Occidental por su trabajo sobre la libertad de expresión y la libertad de los medios. El premio reconoció los varios años de trabajo de Jagne Senghor en el ámbito de los derechos humanos en África Occidental en general, y en Gambia en particular.
Hija de un padre senegalés y una madre gambiana, Jagne Senghor comenzó su carrera en derechos humanos en Gambia en 1999 como parte del primer equipo legal del Instituto para los Derechos Humanos y el Desarrollo en África (una organización panafricana de derechos humanos con sede en Gambia). Inició muchos programas de capacitación para magistrados y abogados, y comenzó la primera compilación de decisiones de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (ACHPR por su sigla en inglés). Más tarde, empezó a brindar asistencia al primer relator especial de la ACHPR sobre ejecuciones extrajudiciales.
Comenzó como gerente de programa en ARTICULO 19 África occidental y luego ascendió al puesto de Directora Ejecutiva – un puesto que aún ocupa. Aunque no sea siempre sencillo ver el impacto de sus dos décadas de trabajo en el ámbito de la libertad de expresión y en las cuestiones relacionadas con los derechos humanos en el continente, ya que gran parte del trabajo se ha llevado a cabo a puertas cerradas, el mismo ha sido enorme.
Su formación jurídica le permitió trabajar en litigios, cuestiones de libertad de expresión y reforma de políticas con organismos regionales como la Corporación de Desarrollo del África Meridional [SADC por su sigla en inglés], la Unión Africana [UA] y organizaciones internacionales como la ONU y la Unión Europea [UE]. Tiene una licenciatura en derecho, un diploma en relaciones internacionales y estudio del desarrollo y una licenciatura en derecho lingüístico / comparado. En Francia, obtuvo una maestría en derecho (LL.M) económico y de la comunicación y una maestría en derecho internacional y europeo.
Los aspectos más destacados de sus dos décadas de trabajo en temas de libertad de expresión y derechos humanos en el continente incluyen: litigar exitosamente para periodistas y políticos arrestados en Eritrea en la CADHP y desarrollar programas para ayudar a periodistas y activistas de derechos humanos en Túnez y Gambia antes de la caída de sus respectivos regímenes.
De manera menos formal, y arriesgándose personalmente, también ha proporcionado refugio a los periodistas hostigados, ha luchado por los derechos de los detenidos políticos y ha trabajado para garantizar que los derechos de las mujeres estén a la vanguardia de todas sus actividades de promoción.
Su trabajo de sensibilización sobre la legislación que apoya los derechos de la mujer en Senegal llevó a la adopción de la ley de paridad en 2010, que aboga por la representación equitativa de las mujeres en los órganos de toma de decisiones. Durante un período de dos años, trabajó con una variedad de organizaciones para desarrollar programas de capacitación con el fin de apoyar a las candidatas políticas que participaron en las elecciones parlamentarias de 2017 y las elecciones de gobierno local de 2018. Como ferviente defensora de las respuestas sanitarias con perspectiva de género, luchó por un tratamiento accesible y asequible de las fístulas anales para las mujeres en Senegal mediante la difusión de información. Este programa ha permitido que muchas mujeres reciban tratamiento y se pronuncien sobre un problema de salud que muchas veces se intenta silenciar.
Su manera suave y modesta desmiente su valor de acero que entra en acción cuando se trata de gobiernos difíciles y polémicos. Su trabajo en Gambia, bajo el gobierno autocrático de Yahya Jammeh, hizo que su nombre sea muy conocido en el Estado de África occidental, y probablemente ayudó a que se ganara el sobrenombre de «La Dama de hierro de Senegambia».
Bajo su liderazgo, ARTICULO 19 África Occidental ha logrado abogar por acciones significativas de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (CADHP), que tiene su sede en Gambia, país que en algúm momento fue considerado como uno de los Estados más represivos del continente.
Al destacar las numerosas violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno de Jammeh, la organización contribuyó «a la aprobación de una resolución histórica contra Gambia por el incumplimiento constante de las recomendaciones anteriores de la Comisión sobre cómo abordar las violaciones.»
En la misma reunión, que coincidió con el año de los Derechos Humanos en África, presionaron para que «las víctimas testifiquen y se reúnan con los comisionados, así como con los expertos de la sociedad civil. Los participantes discutieron violaciones a la libertad de expresión en un evento paralelo, asistido por primera vez por la Relatora Especial de la ACHPR sobre libertad de expresión, Pansy Tlakula, así como otros tres comisionados.»
Con su experiencia en periodismo, Jagne Senghor es muy consciente del papel fundamental de los medios durante las fases de transición. Durante una presentación en octubre de 2017 centrada en el proceso de la Comisión de Verdad, Reconciliación y Reparaciones (TRRC por su sigla en inglés) de Gambia, recomendó que los medios se aseguren de que: «sus informes objetivos aumenten su credibilidad como custodios de un proceso justo de justicia transicional. El sensacionalismo no debería ser alentado por los administradores de medios.»
Su vasta experiencia le ha permitido a Jagne Senghor ser nombrada miembro de numerosas juntas, en representación de grupos de medios y organizaciones de derechos humanos. También desempeña el papel de asesora de gobiernos y reguladores que quieren incorporar la libertad de expresión en sus políticas.
Bajo el nuevo liderazgo de Adama Barrow, Jagne Senghor tiene grandes esperanzas y expectativas. En una entrevista en 2017, expresó que le gustaría ver a Gambia convertirse en «la capital de los derechos humanos en África». Este es el lugar de nacimiento de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, la sede del principal organismo que es la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos.
Jagne Senghor recibió recientemente el prestigioso honor del Caballero de la Orden Nacional del Mérito (Chevalièr dans l’Ordre National du Mérite) por parte del presidente de Francia. Fue honrada por su trabajo en favor de los derechos humanos en Gambia y su valiosa contribución a la transición democrática que comenzó en el país a comienzos del año pasado. Jagne Senghor y su equipo fueron elogiados por el importante papel que desempeñaron en la defensa de los derechos humanos, así como por su contribución a la lucha por el retorno a la democracia durante muchos años.
Ilustración de Florian Nicolle