Al Rey de Bahréin Hamad bin Isa Al Khalifa, muy seguido considerado como un pionero en la defensa de los derechos de la mujer en la región del Golfo, lo ha retado de manera valiente y desde la década de 2000, la activista de los derechos de la mujer Ghada Jamsheer, que a pesar del acoso sufrido por años por parte del gobierno, se mantiene firme en su búsqueda de un sistema judicial justo y equitativo para todas las mujeres de Bahréin.
En un perfil de Frontline Defenders en el que se la destaca, Ghada Jamsheer es citada diciendo: Si la mujer no tiene seguridad en su propio país, y no tiene justicia en los tribunales de su país, y no tiene justicia en su matrimonio, ¿dónde irá? Si no hay leyes para protegerla del abuso, o si hay leyes, pero no son aplicadas, ¿dónde puede ir la mujer?
Aunque se considera que el estado de los derechos civiles de las mujeres en Bahréin ha mejorado ampliamente bajo el reinado del rey Hamad bin Isa Al Khalifa, permitiéndoles votar a partir de 2002 y a ser candidatas en las elecciones municipales y parlamentarias, algunas defensoras independientes de los derechos de las mujeres bahreiníes se han negado a aceptar lo que ellas consideran reformas nominales y superficiales.
Dirigida por la defensora de los derechos de la mujer Ghada Jamsheer, una red de mujeres defensoras de los derechos humanos de Bahréin se reunió para fundar el Comité de Peticiones de la Mujer más o menos en la época en que el rey Hamad comenzara las reformas seleccionadas en 2002. Su misión fue, y sigue siendo, abordar el problema que deja más vulnerables a las mujeres de Bahréin, ya sea que se les permita o no participar en la vida política: la ausencia de una ley de la familia codificada y la cesión de los asuntos relacionados con el matrimonio, separación, paternidad y otros asuntos de derecho personal bajo el control de tribunales religiosos de la Sharia que son totalmente masculinos.
«La ausencia de una ley de este tipo significa que el juez de la Sharia tiene la última palabra, se pronuncia sobre el mandato de Dios, lo que dice es obedecido y su orden es vinculante. Entonces cada fallo de un juez de la Sharia se realiza de acuerdo a su antojo», dijo Jamsheer al describir la meta de su organización. “La demanda de la promulgación de la presente ley tiene por objeto eliminar muchos problemas y unificar sentencias; tranquilizaría a la gente de cómo se conducen los litigios, y garantizaría a las mujeres sus derechos en vez de dejarlos a merced del destino”.
Durante más de una década desde la fundación de la WPC, Jamsheer ha sido una espina al lado de la imagen del rey Hama que quiere presentarlo como un reformista progresista, y por ello ha sido castigada.
Hasta principios de 2005, Jamsheer estaba ocupada organizando protestas, vigilias y una huelga de hambre en un intento de llamar la atención sobre el sufrimiento de las mujeres en el sistema judicial de familia de Bahréin. En 2003, su organización recogió 1.700 firmas en una petición para exigir la reforma legislativa y judicial de los tribunales de la Sharia. Decidida a exponer a los jueces de los tribunales de la Sharia que a menudo son corruptos e incompetentes, Jamsheer hizo muchas apariciones en los medios para dar los encendidos discursos por los que se la conoce hoy. Habló con líderes locales e internacionales con el fin de atraer toda la atención que estuviera a su alcance.
No pasó mucho tiempo antes de que el gobierno de Bahréin presentara cargos criminales en su contra por difamar al tribunal de la familia islámica. En tres juicios separados en 2005 se enfrentó a hasta 15 años de prisión. Los cargos fueron rápidamente abandonados, pero a partir de 2006, Jamsheer comenzó a perder las libertades y la influencia de las que había disfrutado hasta ese momento. Fue puesta bajo vigilancia permanente por parte del gobierno, y a los medios de comunicación locales se les prohibió la publicación de cualquier noticia relacionada con ella.
Ese mismo año, la revista Time identificó a Jamsheer como uno de los cuatro héroes de la libertad en el mundo árabe, y la revista Forbes la nombró una de las diez mujeres más poderosas y eficaces en la región.
Hasta 2009, existían dos tribunales de la Sharia separados para los musulmanes sunitas y chiitas en Bahréin. Ese año, el gobierno aprobó un código de derecho de familia por primera vez sólo para sus ciudadanos sunitas; los chiitas fueron excluidos de la legislación después de que eruditos religiosos y legisladores de la comunidad rechazaron la propuesta del proyecto y amenazaron con protestas a nivel nacional. Bahréin es un país de mayoría chiita, de modo que la mayoría de las mujeres permanecen desprotegidas por la nueva ley.
Jamsheer y sus colegas continuaron abogando por un derecho de familia unificado que se aplique a todos los ciudadanos de Bahréin por igual. Mientras las protestas sacudieron la pequeña isla en 2011 y el gobierno respondió con una ofensiva que ha continuado hasta nuestros días, Jamsheer amplió su campaña para incluir el abuso por parte de las autoridades gubernamentales y la corrupción. Fue una serie de tuits sobre corrupción en la gestión del Hospital Rey Hamad de Bahréin que le generaron nuevos problemas con las autoridades en 2014.
El 14 de septiembre de 2014, fue detenida y recluida sobre la base de diez quejas presentadas contra ella por diferentes individuos por realizar tuits «insultantes» y «difamatorios». Pasó 10 semanas en prisión, fue liberada el 26 de noviembre, y volvió a ser detenida 12 horas después bajo acusaciones de «agresión a un oficial de policía». Fue liberada una vez más el 15 de diciembre y puesta bajo arresto domiciliario hasta el 15 de enero de 2015. En marzo, mientras se dirigía a Francia para recibir tratamiento médico, Jamsheer descubrió que una prohibición de viajar recaía sobre ella.
Jamsheer recibió una sentencia de un año, suspendida por tres años. En cuanto a los cargos de insultar a la gestión de una institución pública tras sus críticas de corrupción en el Hospital Rey Hamad, fue condenada a un año y ocho meses de prisión en apelación. Después de pasar unas semanas en Londres, Inglaterra para recibir atención médica, Jamsheer fue detenida en su camino de regreso el 19 de agosto de 2016 en el aeropuerto de Baréin en Manama.
Jamsheer fue liberada el 12 de diciembre después de cuatro meses en el Centro de Detención de Mujeres de Madinat Isa y debió cumplir el resto de su sentencia en un empleo nombrado por el gobierno.
Ilustración de Florian Nicolle