Trabajadora incansable por los derechos humanos, Ileana Alamilla se transformó en una especialista en temas de libertad de expresión y prensa, diseño de estrategias de comunicación, con foco en las mujeres y sus organizaciones representativas.
Estamos demandando seguridad para todos y todas. Del año 2000 a la fecha 38 periodistas han perdido la vida de manera violenta. Continúan las agresiones, intimidaciones y los acosos por distintas vías a medios y periodistas.
Pocos lo podían creer cuando circuló la inesperada noticia: Ileana Alamilla, periodista, abogada, defensora de derechos humanos y activista guatemalteca había muerto. Una embolia se llevó a una de las voces más reconocidas del país centroamericano y de la región latinoamericana el pasado miércoles 17 de enero de 2018, a sus 68 años de edad.
Diplomada en Interculturalidad y referente indiscutido de los temas de género, periodismo y derechos humanos en Guatemala, Alamilla fue directora del Centro de Reportes Informativos sobre Guatemala (Cerigua) desde 1983 hasta el día de su fallecimiento. En 2011, fue nombrada Mensajera de la Paz por el ministerio de Cultura y Deportes en reconocimiento a su trabajo periodístico en el proceso para la firma de la paz en Guatemala.
“La voz y la pluma de Ileana Alamilla ha contribuido a que la presencia de los mensajes que trasmite vayan construyendo conciencia sobre una realidad social, política y económica permanente invisibilizada, por eso su ejercicio periodístico la ha convertido en mensajera de la paz, una paz construida reivindicando la voz de los sin voz”, dijo Israel Tobar, entonces presidente de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), durante la premiación de Alamilla.
Trabajadora incansable por los derechos humanos, Alamilla se transformó en una especialista en temas de libertad de expresión y prensa, diseño de estrategias de comunicación, con foco en las mujeres y sus organizaciones representativas.
Su experiencia la llevó a desempeñar cargos de asesoría y capacitación en materia de comunicación social para organizaciones sociales con énfasis en los derechos de las mujeres, entre ellos: el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Guatemala, el BID o el Programa de Lucha contra Exclusiones.
Con posiciones decididas y bien argumentadas, Alamilla sabía empujar por las causas más justas. Así, en 2011 recibió el reconocimiento de la Comisión de la Mujer del Congreso de Guatemala por su impulso a la reforma legislativa que daría mas participación a la mujer en la política.
Beatriz Colmenares, colega y compañera de Ileana, con la que elaboraron un documental sobre el XX aniversario de la Firma de los Acuerdos de Paz, sostuvo que la activista y periodista “era una guatemalteca como pocas”.
“Era apasionada por su profesión y por lo que representaba. En la última etapa de su vida se dedicó en cuerpo y alma a procurar porque en este país se reforzara la seguridad de todos los colegas que trabajan en los departamentos. La protección de los periodistas se convirtió en su causa. Y en su razón”, sostuvo.
“Yo tuve el privilegio de conocer a la Ileana Alamilla madre y esposa. A la orgullosa abuela que enseñaba las fotos de los nietos que vivían lejos con evidente alegría y contaba los días para verlos cuando tanto ella como su esposo, Adrián, viajaban a México para pasar algunos días con ellos. En la casa de los Zapata Alamilla no faltaba la buena plática de horas. Conversar con ella era hacer un repaso a la Guatemala que fue y a la que puede llegar a ser”, agregó.
Las muestras de dolor por esta repentina muerte se suceden una tras otra. Periodistas, gobernantes, activistas, todos expresaron su pesar. Desde IFEX-ALC (una alianza de miembros de IFEX en América Latina y el Caribe) varios miembros hicieron saber su pesar ante tan repentina pérdida a través de una carta dirigida a sus familiares y colegas: “Ileana siempre estuvo dispuesta a intercambiar ideas y experiencias con colegas que compartieran el propósito común de promover y defender la libertad de expresión en la región. Sin duda, la recordaremos como un ejemplo a seguir”.
Por su parte, el equipo entero de IPYS Perú trasladó su más sentido pésame a los familiares y amigos de Ileana: “Conocemos desde hace muchos años la trayectoria de esta gran activista de los derechos humanos, defensora de la libertad de prensa y expresión, una mujer fundamental en la lucha por la reivindicación de los derechos de las poblaciones más vulnerables en Guatemala. Lamentamos esta abrupta pérdida. La guardaremos siempre con cariño y admiración en nuestro recuerdo”.
Desde Bolivia, la Asociación Nacional de Periodistas sostuvo: “Cuando perdemos una defensora de libertades, una parte de la conciencia colectiva también muere. Nuestras condolencias al periodismo de Guatemala y a la familia de Ileana”.
El relator especial para la Libertad de Expresión, Edison Lanza, también comentó al respecto:
Impactados por la triste y sorpresiva noticia de la muerte de Illiana Alamilla: despedimos a una luchadora y defensora acérrima de la Libertad de Expresión y los periodistas en Guatemala y el continente https://t.co/0ByKOxf14o
— Edison Lanza (@EdisonLanza) January 18, 2018
Alamilla se postuló para la Relatoría en 2014.
La Federación Latinoamericana de Periodistas señaló: “Profundamente consternados y con inmenso dolor ante el fallecimiento de nuestra querida compañera Ileana Alamilla, hacemos llegar nuestro más profundo abrazo a su familia, a sus compañeros y compañeras de la Asociación de Periodistas de Guatemala – APG- y a todas y todos los que junto a ella compartieron labores en la Agencia CERIGUA”.
Miembro activa del Centro para la Defensa de la Constitución entre 2010 y 2013, Alamilla mantuvo una posición activa a favor de la democracia y los derechos humanos desde sus columnas en el diario Prensa Libre. Estas son algunas de sus reflexiones: “En Guatemala tenemos altos porcentajes de pobreza, somos el noveno país más desigual del mundo y uno de los más violentos. Nuestros gobernantes oyen, pero no escuchan, no atienden, no cumplen y a ningún funcionario le importa lo que pasa”, sostenía en su columna “Programa de Protección a Periodistas, estancado”, del 26 de octubre de 2017.
“Hablar de derechos humanos en nuestra sociedad es controversial, debido a la estigmatización que al respecto se ha creado por quienes los relacionan con la protección a delincuentes, particularmente a esos jóvenes marginados y víctimas de una sociedad excluyente a quienes denominamos mareros. Muchas son las críticas en contra de una institución creada para defender esas garantías que corresponden, sin discriminación, a todos por igual”, señalaba en diciembre del año pasado en un artículo titulado “Los derechos humanos no tienen fronteras”.
Alamilla había jurado como presidenta de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) el lunes 15, dos días antes de su repentina muerte. En esa oportunidad sentenció: «Estamos demandando seguridad para todos y todas. Del año 2000 a la fecha 38 periodistas han perdido la vida de manera violenta. Continúan las agresiones, intimidaciones y los acosos por distintas vías a medios y periodistas», dijo al asumir.
Luis Ovalle, editor de Cerigua, concluyó: “Guatemala ha perdido a una gran mujer, que aportó a la construcción de la democracia desde la trinchera informativa, no sólo a favor de la libertad de expresión, sino en la construcción de una mejor Guatemala para todos, mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, refugiados.”
Ilustración de Florian Nicolle