Nominado para el Premio 2018 de Libertad de Expresión de Índice de Censura 2018, Jamal Ali ha sido encarcelado, torturado y forzado al exilio, y su familia ha sido amenazada; pero el rapero y activista continúa desafiando el régimen corrupto de Azerbaiyán a través de su música.
"Nuestro presidente dijo: 'Nadie sabía sobre Azerbaiyán antes de Eurovisión, y ahora todos somos famosos en el mundo... ¿Pero famosos por qué?"
Jamal Ali es un rapero, músico de rock, periodista y activista azerbaiyano. Por su crítica al régimen corrupto del presidente Ilham Aliyev ha sido detenido, golpeado, forzado al exilio, pero no derrotado.
Ali llamó la atención mundial en marzo de 2012, cuando fue arrestado en una manifestación de la oposición en Bakú. Los manifestantes protestaban por el atroz historial de derechos humanos de Azerbaiyán y las sumas exorbitantes gastadas en los preparativos para el Festival de la Canción de Eurovisión de ese año, para el que Azerbaiyán serviría de anfitrión. Los manifestantes fueron monitoreados de cerca; Eurovisión fue muy importante para el presidente, que lo vio como una oportunidad única de propaganda para su régimen.
Ali debía pronunciar un discurso y, sin reparar en los agentes de seguridad del Estado que estaban presentes, advirtió de forma descarada sobre el lenguaje burdo que estaba a punto de utilizar. No imaginó las consecuencias, tanto inmediatas como a largo plazo que esto tendría. Esto le dijo a la BBC:
«Así que dije, ‘Aquí tienes, vas a escuchar algunas palabrotas’, y maldije dos veces mientras me dirigía al presidente. Lo siguiente que recuerdo es que cuatro hombres me tomaron [por los brazos y las piernas]… me golpearon mientras me llevaban al auto… y luego en la estación de policía, más golpes, y luego a la cancha, más golpes, y luego se tomó la decisión: diez días para mí, seis para otro guitarrista y cinco para un tipo que había estado tratando de ayudarnos sacándonos del auto [de la policía].»
Por insultar, Ali fue encarcelado por cargos de ‘vandalismo’. Durante su detención, se le colocó una bolsa sobre su cabeza todos los días y fue golpeado con porras. «Me golpeaban descalzo, pisándome los talones», le dijo a la BBC, «y me dijeron: ‘Bien, si no sales del país antes de Eurovisión, si continúas con tus actividades, volverás aquí a esta sala y no será tan fácil la próxima vez.»
Ali sabía que estas no eran amenazas vacías. Decidió irse a Alemania.
Justo antes de irse, sin embargo, le dio al régimen de Aliyev un golpe musical en el ojo. En la víspera del Festival de Eurovisión, cargó en Youtube su nueva canción, Vermişel (Vermicelli); el video mostraba a Ali caminando a través de las ruinas demolidas en Bakú mientras su banda tocaba con bolsas sobre sus cabezas, una clara alusión a la tortura que Ali había sufrido en la cárcel.
En Alemania, Ali se unió a Meydan TV, una organización de medios independiente dirigida por exiliados azerbaiyanos. Continuó siendo una espina para Aliyev, tanto a través de su trabajo en los medios de comunicación como en el lanzamiento de canciones que criticaban el régimen de Aliyev. Esto, sin embargo, tuvo repercusiones.
El 19 de abril de 2017, Ali fue detenido en el aeropuerto de Tbilisi, Georgia, se le denegó la entrada al país y se embarcó en un vuelo de regreso a Berlín. Los guardias fronterizos no dieron ninguna explicación, pero Ali sospechaba que conocía el motivo de su denegación de entrada, y que tenía que ver con la relación cercana de Georgia con Azerbaiyán (de la que depende para su suministro de gas). Unos meses antes, en enero, Ali había estado en Georgia para investigar la Compañía Estatal de Petróleo de Azerbaiyán (SOCAR) y su suministro de gas supuestamente gratuito a las iglesias georgianas. Como parte de esta investigación, Ali ingresó inocentemente a una iglesia para preguntar sobre la fuente de su gas. Pero cuando el video del informe fue publicado en línea, se realizaron protestas en Tbilisi contra Meydan TV; Ali específicamente fue señalado en pancartas por haber sido «irrespetuoso» con la iglesia.
En ausencia de Ali, su familia, como muchas de las familias de activistas azerbaiyanos en el exilio, fue blanco del régimen de Aliyev.
En enero de 2017, la policía del Estado de Baku detuvieron e interrogaron a la madre, el tío y los dos primos de Ali en relación con una de las canciones de Ali, Heykal Baba (Monumento al Abuelo). La canción, que Ali describió a Caucasian Knot como una protesta contra las «violaciones del régimen autocrático a la libertad de expresión y autoexpresión de jóvenes activistas», estaba dedicada a dos jóvenes que fueron condenados a diez años de prisión después de haber pintado un graffiti en un monumento del ex presidente (el padre del actual presidente), Heydar Aliyev.
Heykal Baba fue popular y alcanzó rápidamente las 100,000 vistas en YouTube, por lo que al principio Ali se mostró desafiante a pesar de la persecución del régimen a sus seres queridos. Sin embargo, a medida que se aclaraba la presión (el cantante dijo que había recibido amenazas de que aproximadamente 40 miembros de la familia podrían perder sus trabajos o ser encarcelados), retiró la canción de YouTube (aunque ahora está de vuelta). «Es difícil», dijo Ali sobre la experiencia en una entrevista en 2017: «Escribo una canción y mi hermano podría ir a la cárcel. No soy yo quien se responsabiliza por eso; las consecuencias son para las personas que están cerca de mí: están siendo castigadas por ello.»
Desde el exilio en Berlín, Ali siguió denunciando la corrupción del presidente Aliyev y los abusos contra los derechos humanos sobre los que preside. Se pronunció sobre el secuestro por parte del régimen del periodista azerbaiyano Afgan Mukhtarli de Georgia, y sobre el deseo de Aliyev de obtener prestigio internacional. Como comentó cáusticamente en 2017: «Nuestro presidente dijo: ‘Nadie sabía sobre Azerbaiyán antes de Eurovisión, y ahora todos somos famosos en el mundo…. ¿Pero famosos por qué?»
En 2020, tras el lanzamiento de su canción «Bismillah», Ali se convirtió en el blanco de varias amenazas de muerte en línea por parte de extremistas religiosos. ‘Bismillah’, cuya letra está tomada del Corán, fue interpretada por algunos musulmanes azerbaiyanos como una burla a la fe islámica, una acusación negada por Ali, quien señaló el hecho de que la canción es en realidad una nueva versión de una canción de 2009 por el grupo Tengri con sede en Bakú. YouTube eliminó el video de la canción sin darle a Ali una razón, aunque ahora está disponible nuevamente.
Jamal Ali fue nominado para el Premio 2018 de Libertad de Expresión de Índice de Censura 2018.
Ilustración de Florian Nicolle