El arte del artista nigeriano Jelili Atiku provoca, perturba, cuestiona y critica. Se trate de asesinatos extrajudiciales, de la industria del petróleo, de la corrupción política, o de Boko Haram, su obra molesta al complaciente y enfurece a los poderosos.
En un documental titulado "Lagos en Rojo", el artista nigeriano Jelili Atiku reflexiona sobre su estilo único de arte performativo: Uso el arte performativo para sensibilizar a las personas sobre los problemas que tenemos en Nigeria. Uso mi cuerpo como un instrumento en mi arte. Hago representaciones porque deben hacerse.
El artista performativo de Nigeria, Jelili Atiku, corta una inquietante y enigmática figura a medida que camina a través de las atestadas calles de Ejigbo, un suburbio de Lagos. La muchedumbre se aparta a medida que avanza, por lo general solo, aunque a veces escoltado por compañeros de actuación. Está envuelto en telas de colores brillantes; con trozos de hojas de plástico, cuerdas y cadenas que se arrastran detrás de él. Otras veces está empapado de pintura, pero su cara está siempre cubierta de tela o lleva una máscara. Rara vez habla, pero en algunas actuaciones salta hacia la multitud, gritando y aullando. Los vídeos de sus actuaciones muestran a la gente reunida y caminando junto a él. En general, no se ríen ni lo interrumpen. En cambio, miran con curiosidad, muchos con caras solemnes al tratar de entender quién es, por qué está haciendo eso y cuál es su mensaje. El poder de su obra radica en su uso de símbolos y tradiciones de su comunidad local Yoruba.
Mucho antes de que el movimiento #ENDSARS saliera a las calles en 2020, el trabajo de Atiku se había concentrado en los abusos de los derechos humanos, la brutalidad y, en particular, en las ejecuciones extrajudiciales. Es su manera de centrar conscientemente la atención en las cuestiones nacionales del país. Para él, las protestas de #ENDSARS son “simbólicas de la lucha orientada a abordar graves injusticias, políticas gubernamentales deshumanizadas y la mala administración”.
Es a través del uso de su propio cuerpo que hace que el público sienta dolor. Para su trabajo Come Let Me Clutch Thee (ven, déjame abrazarte) para el Festival LIVE ART del Instituto de Artes Creativas (ICA) en Ciudad del Cabo, se vertió aceite de auto usado en su cuerpo, sabiendo que era peligroso. Como explicó: “Quiero abrir un diálogo […] sobre los problemas de la excavación petrolera, porque sé el dolor que conlleva si no se ponen en marcha medidas estrictas. Miren el caso de Ken Saro-Wiwa, quien murió debido a los problemas del derrame de petróleo. . . ”
En una actuación en la India Art Fair en 2020, Atiku se centró en la necesidad de abrazar las diferencias a través de su trabajo Nobody is Born Wise (nadie nace sabio), en el que exploró la conexión interna que las personas sienten con la religión, la ciudadanía y su vínculo con el colonialismo.
Nacido en 1968, Atiku obtuvo una maestría en Artes Visuales de la Universidad de Lagos. Como él mismo explica en su página web, el artista tiene «preocupaciones políticas sobre los derechos humanos y la justicia. A través del dibujo, la escultura e instalación artística, la fotografía, el vídeo y la representación, me esfuerzo por ayudar a los espectadores a comprender el mundo y ampliar su conocimiento y experiencias, para que puedan activar y renovar sus vidas y su entorno». Su atención se centra en los “efectos psicosociales y emocionales de eventos traumáticos como la violencia, la guerra, la pobreza, la corrupción [y] el cambio climático…»
Un ejemplo es su actuación titulada «En Rojo» donde Atiku, liderando un grupo de artistas vestidos con paños de tejido de color rojo brillante, caminan por las calles urbanas haciendo movimientos coreográficos, así como saltos inesperados hacia la multitud. Describe la obra – sobre la cual se ha realizado un documental corto – como el uso del color rojo para «simbolizar la vida, el sufrimiento y la destrucción». Sus otros trabajos incluyen «Víctima de un asesinato político» sobre asesinatos extrajudiciales, «Fetiche de Nigeria» sobre el enlace entre la industria del petróleo y la pobreza, y otra que se ocupa de los horrores de Boko Haram.
Atiku ha viajado mucho, ha actuado y hablado acerca de su trabajo a través de África y Europa, Corea del Sur, Japón y Canadá. En 2015, fue galardonado con el Premio Prins Claus Fund por sus «provocantes actuaciones que desafían las suposiciones y estimulan el diálogo de una forma no convencional y dinámica de educación comunitaria; por tomar riesgos personales y artísticos con el fin de abrir nuevas posibilidades y llegar a un público más amplio; y por su dedicación pionera para establecer un espacio para el arte performativo contemporáneo en Nigeria.»
Sólo unas semanas después de recibir el premio, el 18 de enero de 2016, Atiku fue detenido junto con otros cinco artistas durante tres días, antes de ser liberado bajo fianza. Lo acusaron por la actuación que había realizado cuatro días antes, titulada «Aragamago liberará esta tierra del terrorismo». Atiku cuenta cómo se inspiró para crear la obra por una discusión que tuvo con la Reina Máxima de los Países Bajos, durante la entrega del premio Prins Claus Fund en Ámsterdam acerca de cómo la «energía femenina» era la única solución para poner fin a las guerras y los conflictos. Su obra se refiere al mito de la energía de «Aragamago» conferida a la esposa de Orunmila, el Dios Yoruba de la sabiduría. Atiku describe esto como «una declaración metafórica de que las mujeres tienen un enorme poder para salvar al mundo entero.» Durante la actuación, se repartieron volantes con frases tales como «limpiar Ejigbo del terrorismo doméstico y la impunidad», en referencia a los enfrentamientos en la región en 2001 y 2002, donde se perdieron vidas.
El mensaje de Atiku enfureció al gobernador tradicional del distrito de Ejigbo, el Rey Oba Morufu Adisa Ojoola, que acusó a Atiku de crear un disturbio público, y «diseminar información que podría conducir a una opinión pública negativa» sobre su gobierno y el uso de los recursos públicos.
Hay una historia de enfrentamientos entre Oba Ojoola y Atiku a lo largo de los años en torno a los temas de la compra de tierras, el acceso a los sitios rituales, y la presunta participación del líder en una violación de alto perfil en un mercado local. Cabe destacar que en diciembre de 2014, cinco líderes locales llegaron al estudio de Atiku, diciendo que lo habían hecho siguiendo instrucciones de Oba Ojoola, con la orden de borrar sus posteos de Facebook: uno, una invitación a la actuación de Atiku «No matar este país», crítica de Boko Haram; el otro, un sitio donde miembros comparten información sobre el Consejo de Regencia de Ejigbo que gobernó la región durante 30 años entre 1968 y 1998. Parece que los atacantes buscaban artículos relacionados con este sitio en el estudio de Atiku. Durante la incursión, Atiku fue atacado y su estudio, pinturas y esculturas saqueadas y destruidas.
Atiku y sus compañeros artistas fueron detenidos durante cuatro días en la prisión Kiri Kiri en Lagos. En una entrevista después de su liberación, Atiku describió las pésimas condiciones, contando que fue retenido en una habitación con más de 70 hombres, todos desnudos, y sin acceso a alimentos. Dijo que esta experiencia había sido traumatisante. Le contó al entrevistador que su terrible experiencia le había recordado una visita a una prisión en 1998, visita que lo había llevado a crear obras de arte, incluyendo dibujos, esculturas e instalaciones que fueron posteriormente puestas en escena en una exposición titulada «Sombras en la oscuridad», celebrada en el Museo Nacional de Onikan, de Lagos.
Atiku atribuye su liberación bajo fianza en enero a la pronta acción de los artistas a través de Nigeria, dirigidos por la Sociedad de Artistas de Nigeria y CORA, la rama nigeriana de la Red Panafricana de Artes, Arterial. Los grupos salieron en su defensa, y luego lanzaron una petición para que se retiraran los cargos en su contra. Durante los siguientes meses, también ganaron el apoyo de organizaciones internacionales, incluyendo Front Line Defenders, Freemuse, y la American Bar Association, y atrajeron la atención de la prensa a través de África y en el extranjero. El 18 de julio de 2016, sus llamadas fueron atendidas cuando la Corte del Magistrado de Ejigbo retiró todos los cargos criminales después de que se hubiera encontrado una solución amistosa entre los artistas y Oba Ojoola a través del método tradicional de disputas de la comunidad africana. Los artistas acordaron que «trabajarían mano a mano con Su Majestad para buscar la paz en la comunidad», y por su parte el Rey ayudaría a «promover las artes y la cultura en la comunidad Ejigbo».
Al ser liberado bajo fianza en enero de 2016, Atiku utilizó Facebook como plataforma para agradecer a sus compañeros artistas por su apoyo: «A pesar de haber pasado, como otros, por una serie de experiencias traumáticas, donde tuve que luchar contra emociones perturbadoras, aterradores recuerdos de amenazas de muerte y el tratamientos de degradación y deshumanización en la cárcel Kirikiri; me siento lleno de energía sabiendo que su apoyo y el esfuerzo colectivo aseguró nuestra fianza. Deseo dar las GRACIAS A TODOS, tanto en mi nombre como en el de los demás, por estar allí, y rescatarnos de las experiencias traumáticas y del sentimiento abrumador. Mo dupe o!»
Ilustración de Florian Nicolle