La periodista de investigación Khadija Ismayilova se ha convertido en la cara más reconocible de la aguda represión de la libertad de prensa en Azerbaiyán.
En marzo 2011, Khadija Ismayilova publicó una declaración pública en Facebook luego de recibir una carta chantajeándola. Se puede leer en la declaración: Dije que no voy a dejar ninguna de mis investigaciones y dije que no me voy a callar. No me avergüenzo de nada en mi vida, no me avergüenzo de nada de lo que he estado haciendo, y si creen que me avergonzaron - y que eso me detendrá - están equivocados.
La periodista de investigación Khadija Ismayilova se ha convertido en la cara más reconocible de la aguda represión de la libertad de prensa en Azerbaiyán. Sometida a años de acoso y humillación orquestada en medios estatales, fue sentenciada en septiembre 2015 a 7.5 años de prisión por cargos que muchos consideran motivados políticamente.
Ismayilova comenzó su carrera como intérprete en un periódico en Bakú antes de convertirse en una periodista. Como le dijo a la International Women’s Media Federation que le concedió su premio 2012 al valor en el periodismo; ella se había contentado con ser una periodista corriente hasta el año 2005 cuando asesinaron al eminente periodista de investigación Elmar Huseynov, hecho que la sorprendió y llevó a actuar. «Lo primero que pensé cuando me enteré de que fue asesinado fue que era mi responsabilidad. Era mi culpa también, porque lo estaba haciendo solo…Todos estábamos haciendo la parte fácil del periodismo y él estaba haciendo esos descubrimientos…solo.» A partir de ese momento, Ismayilova se volcó sin miedo al periodismo de investigación lo que le valió acoso, una feroz campaña de humillación en los medios, y, por último, en diciembre de 2014, una celda de prisión.
Es su tenacidad al profundizar en las prácticas empresariales corruptas que le ha valido atención. Como jefe de la oficina de Bakú para Azadliq, el servicio de Azerbaiyán Radio Free Europe/Radio Liberty, y como parte de su trabajo con el proyecto sobre crimen organizado y corrupción, expuso la corrupción oficial, especialmente el nepotismo dentro de los más altos niveles de liderazgo de Azerbaiyán. Sus revelaciones se han centrado en la esposa del presidente Ilham Aliyev y su hija que, según reveló su investigación, se benefició de un contrato para construir el Salón de Cristal, donde el Festival de Eurovisión 2012 iba a celebrarse. Entre otras recompensas de la familia Aliyev según lo divulgado por Ismayilova, se encontraban: derechos por la renta de un campo de oro, un banco y compañía aérea recientemente privatizados, y la mayor compañía de telefonía móvil de Azerbaiyán.
Ismayilova primero llamó la atención internacional en 2012, cuando tomó la valiente decisión de levantarse contra la publicación de vídeos personales de naturaleza sexual en lugar de ser intimidada al silencio. El pro-gobierno Yeni Azerbijan había publicado imágenes íntimas de ella con su pareja, para demostrar que Ismayilova era inmoral. Antes, Ismayilova había recibido un mensaje que le decía «Puta, compórtate. O serás difamada». Tales tácticas no son inusuales en Azerbaiyán, donde los defensores de derechos humanos han sido comprometidos con material sexualmente explícito expuesto en los medios de comunicación. Sin embargo, la mayoría permanecen tranquilos, ya sea por intimidación o con la esperanza de que la situación se desvanezca. No fue el caso de Ismayilova. Ella reconoció públicamente las imágenes, rastreó la fuente a un empleado de la compañía de teléfonos que había instalado secretamente cámaras en su casa, y entregó esa información a la oficina del fiscal. No se tomaron medidas y las imágenes se volvieron a publicar a lo largo de los siguientes meses. En noviembre de 2012, IFEX destacó a Ismayilova en su campaña del Día Mundial para acabar con la Impunidad.
La situación de Ismayilova alcanzó el punto de ebullición en octubre de 2014, cuando un ex parlamentario presentó un caso por difamación contra Ismayilova, quien había sugerido que había estado involucrado en la infiltración de grupos de la oposición para los servicios de inteligencia. Poco después, se le prohibió salir del país. Luego, el 5 de diciembre de 2014, fue arrestada y ordenada a cumplir una sentencia de dos meses antes del juicio por cargos falsos de incitar al suicidio a un ex miembro del personal. Mientras estaba en la cárcel, la policía allanó las oficinas Azadliq, cuestionaron el personal, incautaron equipos y documentos, y luego cerraron el local. En enero de 2015, los cargos contra Ismayilova se cambiaron a fraude, malversación de fondos, fraude fiscal y abuso de poder por lo que podría ser condenada hasta a 12 años. Su juicio se inició el 7 de agosto de 2015.
El 31 de agosto de 2015, Ismayilova leyó una poderosa declaración final en la corte, en la que afirmó: «Sí, yo estaré en la cárcel, pero el trabajo continua.»
El 1ro de septiembre de 2015, Ismayilova fue condenada a 7.5 años en la cárcel después de que el Tribunal de Bakú de Delitos Graves la condenó por cargos de malversación de fondos, espíritu empresarial ilegal, evasión de impuestos, y abuso de poder. El Sport for Rights Coalition y varios miembros de IFEX condenaron públicamente la sentencia.
El 3 de mayo de 2016, Ismayilova recibió el Premio Mundial de Libertad de Prensa 2016 UNESCO / Guillermo Cano. El premio homenajea a aquellos que han hecho «una contribución sobresaliente a la defensa y/o la promoción de la libertad de prensa en todo el mundo, y sobre todo cuando esto se ha logrado de cara al peligro». Otros galardonados en el pasado incluyen a Mazen Darwish, Ahmet Sik y Reeyot Alemu. Como no pudo asistir al premio por las restricciones de viaje, su madre fue en su lugar y leyó su desafiante declaración, en la que llamó a todos a «levantarse por la verdad, y atreverse a hacer preguntas y tener una mente crítica».
Tres semanas después, el 25 de mayo de 2016, el Tribunal Supremo de Bakú ordenó la libertad condicional de Ismayilova y enmendó su encarcelamiento a una sentencia suspendida de 3,5 años, según Reuters. Junto con la sentencia suspendida, el tribunal también la sometió a una prohibición de viajar y otras restricciones.
Antes de la noticia de su liberación, la coalición Sport for Rights organizó una acción global para conmemorar su cumpleaños número 40 el 27 de mayo de 2016, en 40 ciudades de todo el mundo. Las reuniones siguieron adelante, y los participantes celebraron la liberación de Ismayilova, llamando a su plena absolución y la liberación de decenas de otros presos políticos de Azerbaiyán.
Desde su liberación, Ismayilova ha seguido siendo una crítica acérrima del régimen de Aliyev y una defensora de la justicia. En enero de 2019, se unió a una huelga de hambre en solidaridad con el entonces encarcelado miembro de IFEX, Mehman Huseynov, quien había sido acusado de agresión poco antes de que saliera de la cárcel.
También hubo un momento de triunfo personal en enero de 2019, cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que Azerbaiyán había violado los derechos de Ismayilova a la vida privada y familiar y a la libertad de expresión. Esto porque, según afirmó el Tribunal, no se llevó a cabo una investigación efectiva de la filmación y publicación de los videos antes mencionados que representan la vida íntima de Ismayilova en 2012, y al revelar su información privada en un informe sobre el estado de dicha investigación. El tribunal le ordenó a Azerbaiyán que pagara a la periodista 15,000 euros por el dolor y el sufrimiento causados y otros 1,750 euros para cubrir sus gastos judiciales.
El 7 de agosto de 2019, el Tribunal Supremo de Azerbaiyán confirmó la condena infundada de Ismayilova en 2015 por evasión fiscal.
En febrero de 2020, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falló nuevamente a favor de la periodista, juzgando que Azerbaiyán la había detenido arbitrariamente y que había violado su derecho a la presunción de inocencia, cuando fue arrestada por cargos falsos en diciembre de 2014 (y luego encarcelada hasta mayo de 2016). El Tribunal ordenó a Azerbaiyán que le pagara a Ismayilova 20,000 euros en compensación.
Ilustración de Florian Nicolle