La activista y abogada experta en tecnología Ory Okolloh Mwangi ha combinado sus habilidades y su pasión para aumentar la transparencia y la responsabilidad del gobierno.
"Creo que la responsabilidad se origina en una exigencia. No solo rendirás cuentas por la bondad de tu corazón. Y nosotros, como africanos, debemos empezar a desafiar a nuestros líderes."
Existe una buena razón por la que Ory Okolloh Mwangi es conocida como la «gurú de Kenia»: no solo tiene posturas definidas en cuanto a la transparencia del gobierno, el papel del empresariado y la narrativa africana, sino que siempre estuvo comprometida a ayudar a otros a hacer oír sus voces.
En un podcast grabado en 2020, Dickens Olewe describe a Mwangi como una potencia, trabajando en espacios cívicos, siempre construyendo e influenciando. Cuando se le preguntó acerca de las lecciones clave que aprendió mientras trabajaba para lograr el cambio, Mwangi enfatizó la necesidad de estar eternamente vigilantes y de que los dirigentes sean personas que amen a sus ciudadanos.
La activista, abogada y líder intelectual pasó años trabajando para bufetes de empresas y para el Banco Mundial en los Estados Unidos antes de regresar a África. Según se dice, rechazó un cheque de seis cifras «porque mi pasión estaba aquí [en África] y porque quería hacer cosas que fueran gratificantes. Y porque me necesitan aquí», dijo en una charla TED en junio 2007.
Mwangi ha compartido historias de su vida antes de Harvard: a sus padres les costó pagar la matrícula escolar, lo que muchas veces significó que la echaran de la escuela. Su padre, que murió de SIDA, tuvo dificultades para acceder a medicamentos asequibles.
En 2005, Mwangi cofundó el sitio web de vigilancia gubernamental Mzalendo (que en suajili significa «patriota», una palabra que a menudo usa para describirse a sí misma). El sitio web, que según ella fue una obra de amor, tiene la misión de «vigilar el parlamento de Kenia».
«Comenzamos esto porque estábamos cansados de quejarnos de nuestros políticos», comparte en la charla. «Sabes, creo que la responsabilidad se origina en una exigencia. No solo rendirás cuentas por la bondad de tu corazón. Y nosotros, como africanos, tenemos que empezar a desafiar a nuestros líderes.»
El sitio Mzalendo, que aún sigue operativo, busca aumentar la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno mediante la presentación de proyectos de ley en línea, lo que permite a las personas buscar por tema y revisar el avance de una ley. El sitio derriba mitos, califica a los miembros del parlamento y permite que los kenianos puedan hacerle preguntas en línea a sus parlamentarios.
En 2007, Mwangi se lanzó en su siguiente tarea masiva: ayudar a fundar la plataforma de código abierto Ushahidi (que en suajili significa «testimonio»), que permite a los grupos obtener datos de forma colectiva para la rendición de cuentas y el activismo social. En 2008, cuando Kenia fue testigo de una violencia mortal luego de las elecciones, los kenianos usaron el software para mapear los incidentes de violencia en base a testigos oculares.
Esta útil herramienta ha cruzado las fronteras de Kenia y el software de Ushahidi se utiliza internacionalmente para el monitoreo de elecciones, la respuesta a crisis y el trabajo de incidencia. Ha sido empleado por grupos como la Cruz Roja, la BBC y el equipo de campaña de Obama. Mwangi fue la directora ejecutiva de Ushahidi hasta 2010.
Continuando su trabajo en la intersección de la tecnología y la gobernanza, Mwangi se convirtió en gerente de políticas para Google. Se centró en aumentar el acceso a Internet y el contenido original de África para el África subsahariana, con el objetivo de utilizar su activismo digital para crear un cambio fuera de línea.
En 2013, Mwangi empezó a trabajar para la red Omidyar, como directora de inversiones, invirtiendo en grupos que fomentan la participación cívica y aumentan la transparencia y la responsabilidad del gobierno. En 2014, Mwangi fue nombrada por la revista TIME como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
Ella enfatiza la importancia de compartir historias multidimensionales. «Cuando te centras solo en los desastres, estás ignorando el potencial. Así que, ¿qué podemos hacer? En primer lugar, los africanos, necesitamos ser mejores al compartir nuestra narrativa», afirma. «Bloguear es una forma de hacerlo.»
Mwangi se hizo conocida por su popular blog, Kenyan Pundit, en el que comenta sobre temas como la constitución de Kenia, la política y el sector del desarrollo y la cooperación. Es una tuitera prolífica sobre cuestiones sociopolíticas, cuenta con más de 396,000 seguidores.
Mwangi es realista. En 2006, dijo: «Los blogs no van a derrocar a Mugabe en el corto plazo. Pero quizás los blogs puedan inspirar un ‘micro-activismo’ que pueda causar un gran cambio en una comunidad pequeña.»
Nanjira Sambuli, investigadora y analista de políticas de Kenia, escribió que existe un sentimiento de que el activismo en línea no se traduce en la vida real. «Ya lo han escuchado antes: ‘Los kenianos adoran hablar en [Twitter] pero no aparecerán en las calles’, ‘los kenianos hacen ruido en línea, pero no aparecerán fuera de línea’». Ella escribe sobre el sentimiento de que «aquellos que participan en las protestas callejeras son más patrióticos, más serios, más enfocados, mientras que el resto son ‘activistas de sillón’».
Si bien Mwangi cree en el poder del activismo en línea, reconoce que no puede ser lo único. «Si nos fijamos en los levantamientos en Egipto y Túnez, incluso en Occupy Nigeria, podrán haber sido impulsados y organizados en línea, por lo que la tecnología cumple la función de facilitadora, pero al final del día, el impacto real se sintió cuando la gente salió a la calle», le dijo a la revista Forbes.
Con una larga lista de logros en su haber y más de una década de seguir su pasión por la justicia y luchar por los derechos, Mwangi decidió tomarse un tiempo libre para pensar en lo que quiere hacer a continuación.
El 7 de abril 2020, anunció públicamente su renuncia como directora general de Omidyar Network y Luminate Group, que forman parte de The Omidyar Group en África, afirmando que «este nuevo mundo incierto presenta oportunidades para reiniciarse».
Si bien la carrera de Mwangi abarca una amplia gama de sectores (tecnología, gobernanza, empresariado y filantropía), todos están unidos por un hilo común. «Vemos mucho potencial dentro del continente y lo singular de mi trabajo es encontrar los medios para aprovechar ese potencial», le dijo a Forbes. «Así que se trata de … decir que al menos hice lo mínimo para asegurarme de que vivamos a la altura de nuestro potencial como continente.»
Ilustración de Florian Nicolle