La bloguera vietnamita y defensora del medio ambiente Nguyen Ngoc Nhu Quynh fue encarcelada durante dos años por su compromiso de decir la verdad, sin importar las consecuencias.
"Creo que las mujeres tenemos una perspectiva más profunda, y no solo nos preocupamos por nuestros propios hijos y su bienestar, también tendemos a preocuparnos más por el entorno en el que están creciendo."
Nguyen Ngoc Nhu Quynh, conocida en Internet como Me Nam (‘Madre Hongo’), es una de las más famosas blogueras disidentes de Vietnam. El 29 de junio de 2017 fue condenada – bajo lo establecido en el artículo 88 del Código Penal- por hacer «propaganda contra la República socialista de Vietnam», y se le sentenció a una condena de diez años de prisión. Su juicio duró sólo un día.
Quynh, cuyo nombre en línea proviene del apodo de su hija menor («Hongo»), escribe blogs desde 2006. Sus notas tratan sobre las injusticias sociales, temas políticos y problemas medioambientales de Vietnam. Es también una de las co-fundadoras de la Red Vietnamita de Blogueros. Quynh publica tanto en su blog como en plataformas operadas por exiliados, como en la de Dan Lam Bao. La bloguera ha recibido numerosos premios por su trabajo, incluyendo el premio Hellman/Hammett para el 2010, el Premio al Defensor de los derechos civiles del 2015, el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje (International Women of Courage Award) del 2017, y el Premio Internacional a la Libertad de Prensa 2018.
Cuando se le preguntó sobre su motivación para escribir sobre la injusticia social, respondió planteando la pregunta: «¿Quién hablará, si uno no lo hace?»
En una publicación de Facebook, subrayó la importancia de denunciar los abusos. Quartz publicó un extracto del contenido traducido:
“Mi generación ha crecido en un escenario de falta de conciencia y conocimiento general, ya que nuestros antecesores, mi padre y mis abuelos, eligieron el silencio por su propia seguridad. Ahora es mi momento y tiene que ser diferente”.
El trabajo de Quynh es de vital importancia en Vietnam, donde los medios de comunicación están estrechamente controlados y donde no se tolera la disidencia política. Para Quynh y otros disidentes, Internet es la única vía eficaz para eludir la censura del Estado y comunicar las críticas al gobierno directamente al público.
Por estos motivos, no es de extrañar que el gobierno autoritario de Vietnam trabaje duro para restringir la libertad en Internet. El Ministerio de Seguridad Pública cuenta con una unidad dedicada al monitoreo de Internet, que busca controlar las actividades en línea de los ciudadanos de Vietnam a través de una mezcla de vigilancia y regulación. El gobierno ha emitido una serie de regulaciones restringiendo la libre expresión en línea, como el Circular N° 7 (2008) del Ministerio de Información (que prohíbe a blogueros publicar sobre política, secretos de Estado, o seguridad nacional), o la orden de instalar software de monitoreo de Internet en todos los ordenadores de todos los cibercafé en Hanói, vigente desde 2010. Además, cualquier persona que visite un cibercafé tiene que presentar una identificación con foto y sus actividades en línea son registradas por el propietario de la cafetería.
Antes de su arresto el 10 de octubre de 2016, las autoridades vietnamitas ya habían acosado a Quynh durante varios años: en varias ocasiones había sido asaltada, amenazada y se le prohibió viajar debido a sus blogs. En 2009, después de que publicó una nota criticando la política exterior del gobierno con respecto a una disputa territorial con China, Quynh fue detenida e interrogada durante nueve días; también se la presionó para que cerrara su blog. Tras su liberación, Quynh fue objeto de vigilancia altamente intrusiva por parte de las autoridades de su país.
Esta vigilancia era parte de un ataque en dos frentes que el gobierno lanzó contra blogueros y activistas de Internet (nacionales y en exilio) en 2010. La estrategia combinaba las largamente utilizadas técnicas de intimidación con tácticas digitales del siglo XXI; durante los dos primeros meses de esta campaña, al menos siete blogueros fueron detenidos. Las tácticas más modernas incluyen ataques cibernéticos a los blogs críticos al gobierno y el uso de software malicioso para infectar y controlar los ordenadores de los blogueros disidentes. Las autoridades también utilizan estos ordenadores infectados para lanzar ataques de denegación de servicios distribuidos (DDoS) en otras máquinas. Neel Mehta, bloguero para el equipo de seguridad de Google, estima que decenas de miles de computadoras podrían haber sido afectadas.
Al momento de su detención en 2016, Quynh visitaba al activista Nguyen Huu Quoc Duy en prisión. Se afirma que la policía forzó a Quynh a ingresar a un coche luego de lo cual fue conducida a su casa. Allí, confiscaron su teléfono móvil, equipo informático y pancartas en protesta de un reciente derrame de desechos tóxicos. Luego fue transferida a un centro de detención policial, acusada de «realizar propaganda», donde se la dejó incomunicada y sin acceso a su abogado hasta nueve días antes de su juicio, en junio de 2017.
La noticia de la detención de Quynh indignó a la comunidad internacional de derechos humanos. En cuestión de días, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, instó a que los cargos en contra de Quynh se retiraran y que fuera liberada. En marzo de 2017, cinco relatores especiales de la ONU publicaron una declaración conjunta condenando los cargos y las duras condiciones bajo las cuales se mantenía privada de libertad a la bloguera.
Ella protestó por su encarcelamiento organizando varias huelgas de hambre. Fue sometida a ocho meses de confinamiento solitario antes de su traslado a una prisión a 1.000 kilómetros de distancia de su familia.
Apenas unos días antes del juicio de Quynh, su madre informó que además de que se le ha impedido visitar a su hija en la cárcel, ella también había sido sometido a vigilancia.
Durante el breve juicio, las autoridades presentaron como evidencia sus entrevistas con CNN y Radio Free Asia, incluidas sus publicaciones en Facebook sobre la muerte de peces como resultado de un derrame tóxico, la agresión de China en el Mar de China Meridional y la brutalidad policial en Vietnam.
Después de una campaña mundial sostenida, fue finalmente liberada por razones humanitarias el 17 de octubre de 2018 e inmediatamente exiliada a los Estados Unidos con su familia. Su liberación estaba condicionada al exilio forzoso y una sentencia de prisión suspendida. Continuó su defensa desde el exilio, una voz fuerte que pedía la liberación de los blogueros y periodistas detenidos en Vietnam.
En una entrevista con el reportero de Voice of America, Soksreinith Ten, dio este consejo a sus compañeros blogueros:
“No estamos solos, porque la libertad es algo a lo que todos, cada uno de nosotros, aspiramos. Debido a ese factor común, ya que todos soñamos con el mismo sueño, no estamos solos y, por lo tanto, si puedes superar tu miedo personal, encontrarás muchos, muchos otros partidarios por ahí. En el momento en que hables, miles de otras voces se te unirán. De allí es de donde sacaremos nuestra fuerza y fortaleza.”
”En una entrevista con Human Rights First en mayo de 2024, Quynh compartió su continuo compromiso con la promoción de la libertad y el diálogo en Vietnam.
“A través de blogs y producción de contenido en forma de videos, me esfuerzo por responsabilizar al gobierno vietnamita y brindar una plataforma para las voces que muchas veces son silenciadas. Muchos jóvenes en Vietnam me ven como un símbolo de libertad e inspiración, y estoy comprometida a continuar con este importante trabajo, abogando por los derechos humanos y fomentando el diálogo dentro de la comunidad”.
Ilustración de Florian Nicolle