El ghanés Sulemana Braimah, experiodista con una larga trayectoria como defensor de derechos, ha abierto sendas creativas a lo largo y ancho de la región de África Occidental que respaldan mecanismos de protección del derecho a la libertad de expresión, impulsan la rendición de cuentas y refuerzan el derecho del público al acceso a la información.
"El tipo de periodismo que mantiene vivas las democracias es aquel que sirve a los intereses de los desposeídos al responsabilizar a los poderosos; el tipo que expone las conductas ilegales y les da voz a quienes no son escuchados. En el contexto actual, es cada vez más difícil ejercer el tipo de periodismo que exige que el poder rinda cuentas".
Hoy Sulemana Braimah es muy reconocido en el ámbito de la libertad de expresión, no sólo en África Occidental, sino mundialmente.
Pero en 2014, cuando asumió el cargo de director ejecutivo de la Fundación de Medios para África Occidental (MFWA, por sus siglas en inglés), Braimah tenía sus dudas. “Yo debía suceder a un coloso de la talla del profesor Kwame Karikari, como líder joven, y con mucha menos experiencia, de una organización que se centraba no solo en Ghana sino en los 16 países de África Occidental”, cuenta Braimah. “¿Cómo podría estar a la altura de una figura tan importante como el profesor Kwame Karikari?”
En menos de una década, Braimah ha demostrado su destreza en la conducción de la organización, y su resiliencia y liderazgo visionario han ayudado a transformar a la MFWA en un formidable referente en la región de África Occidental.
Esto no es poca cosa, en particular dada la agudización y frecuencia de las violaciones de la libertad de prensa en toda la región de África Occidental. Entre amenazas y ataques de actores tanto estatales como no estatales, sumados a condenas judiciales arbitrarias, los medios de comunicación desempeñan su labor en países que enfrentan un aumento de levantamientos impulsados por grupos armados. Además, se han producido numerosos golpes de Estado que han dado lugar a suspensiones y expulsiones en el marco de la fuerte represión desatada por las juntas militares que toman el poder.
La vocación de Braimah por la protección de los derechos se nutrió muy tempranamente con el trabajo social que realizó durante sus estudios de maestría en Canadá, donde estaba becado. Dado que la Universidad de Manitoba no tenía un programa de periodismo o medios, Braimah y un colega del departamento de comunicaciones de la Universidad de Ghana se incorporaron al departamento de trabajo social.
A su regreso a Ghana, ese trabajo sobre los derechos de las minorías ayudó a orientar la carrera de Braimah. Mientras pensaba cómo podía fusionar su trabajo periodístico con su reciente experiencia en la promoción de la atención a comunidades vulnerables, su profesor le informó de una vacante en la MFWA. Braimah lo vio como una gran oportunidad para brindar apoyo a los periodistas.
Esa labor de defensa de periodistas creció durante los primeros años de su liderazgo en la MFWA. La interacción de Braimah con las familias de periodistas perseguidos fue fundamental para la definición del trabajo de la MFWA y el Sindicato de Prensa de Gambia (GPU, por sus siglas en inglés) en materia de seguridad y justicia en Gambia.
Para contrarrestar la cultura de impunidad que impulsó la brutal represión por parte del presidente de Ghana, Yahya Jammeh, la MFWA y el GPU presentaron una petición ante el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO). Las dos organizaciones reclamaban reparación por la desaparición forzada del periodista “Chief” Ebrima Manneh. Se trató de una estrategia múltiple dirigida a combatir el despotismo de Jammeh, responsabilizar al gobierno de sus actos y brindar a la familia cierto consuelo.
“Recuerdo una reunión en la que el padre de Manneh, de 96 años, nos dijo que iría al Ministerio de Información a decirles: ‘Sólo díganme dónde está mi hijo. Si está muerto, solo díganme dónde está su cuerpo’. Eso me conmovió hasta las lágrimas”.
La innovadora visión de Braimah también contribuye enormemente a promover el acceso a la información. Ayudó a crear “The Fourth Estate” (El Cuarto Estado), un proyecto periodístico ghanés independiente y sin fines de lucro, que es pionero y de interés público y está enfocado en la rendición de cuentas. El establecimiento de esta unidad de periodismo investigativo le valió a Braimah en 2023 el prestigioso premio “James and Carol Hovey Eisenhower Fellowships Impact Award”, que se otorga a exbecarios Eisenhower en reconocimiento al impacto de su labor.
La firma de un Memorando de Entendimiento entre la MFWA y la CEDEAO es tan solo el más reciente ejemplo de su apuesta de construcción de coaliciones impactantes. Asociarse con una institución intergubernamental para promover la causa de la reforma progresista de los medios de comunicación es una idea estratégica, innovadora y de avanzada.
En resumen, lo que motiva a Braimah es su preocupación por los derechos de los vulnerables y su tenacidad y valentía al exigir la rendición de cuentas, ya sea por parte de los medios de comunicación, los ciudadanos o quienes detentan el poder. Como dijo en ocasión del Día de la Unión Africana en un evento sobre el tema titulado “Poder, corrupción y captura cognitiva. La tragedia de una nación rica pero pobre”:
“Para lograr un cambio positivo y duradero en el orden establecido será necesario que todos tengamos la valentía de enfrentar al poder con verdad y de reconocer que nuestro valor no estará determinado solo por nuestra riqueza, sino también por la fuerza de nuestras voces y valores”.
Ilustración de Florian Nicolle