La editora regional de IFEX para África analiza cómo una plataforma en línea más inclusiva puede ayudar a brindar a los periodistas y medios de comunicación el apoyo necesario para sobrevivir a la creciente intimidación, acoso, amenazas y ataques que azotan el continente.
Temas: Seguridad y justicia; espacio cívico; derecho a la información, expresión en línea; diversidad, equidad e inclusión
El 29 de enero de 2021, en un lanzamiento virtual con una audiencia de 450 personas, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, declaró con orgullo: “Dentro de cincuenta años recordaremos con orgullo este momento, así como el papel que la Plataforma Digital para la Seguridad de los Periodistas habrá jugado para acabar con el acoso, la detención y hasta el asesinato de periodistas”.
Conceptualizada durante los últimos cinco años por miembros de la Red Africana de Seguridad de Periodistas, una asociación coordinada por la UNESCO en Addis Abeba, la plataforma se estableció como una herramienta para contrarrestar los ataques que enfrentan los medios de comunicación. El comité directivo estaba formado por una lista impresionante de grupos influyentes: el Foro de Editores Africanos (TAEF), la Federación de Periodistas Africanos (FAJ), el Mecanismo de Revisión por Pares de África (APRM), la Oficina de Enlace de la UNESCO en Addis Abeba con la UA y la UNECA, así como los miembros de IFEX, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y Artículo 19.
El momento no podría ser más acertado. Una revisión de los recientes ataques contra periodistas en el continente pinta un panorama preocupante. La falta de interés en llevar a cabo investigaciones en profundidad y llevar a los perpetradores ante la justicia está alimentando una cultura de impunidad, lo que anima aún más a los actores estatales y no estatales a atacar a los periodistas. A medida que crece la lista de asesinatos sin resolver, también crece la audacia de los atacantes.
Solo este año seis periodistas – Dawit Kebede Araya, Jamal Farah Adan, Betty Muthekele Barasa, Barthelemy Kubanabandu Changamuka, Sisay Fida y Titus Eja Nla Badejo – fueron asesinados.
Dieciséis meses después de la desaparición del periodista mozambiqueño Ibraimo Mbaruço de la zona de Cabo Delgado, sigue sin haber respuestas ni rendición de cuentas. A pesar de las súplicas al presidente Felipe Nyusi y a su gobierno por parte de numerosas organizaciones, no se ha investigado la desaparición de Mbaruco ni la de Amade Abubacar en 2019.
El Sindicato de Periodistas de Nigeria, junto con el miembro de IFEX, la Fundación de Medios para el Oeste de África, publicó recientemente El estado de la libertad de los medios en Nigeria, un informe detallado que describe los últimos cinco años de crímenes contra periodistas, desde arrestos y detenciones arbitrarias hasta amenazas, agresiones, tortura y asesinato; así como cierres arbitrarios y suspensión de organizaciones de medios en el país.
Indira Correia Balde, presidenta del Sindicato de Periodistas y Técnicos en Comunicación Social (SINJOTECS), dice que la amenaza a la seguridad de los periodistas ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años en Guinea Bissau. Entre julio de 2020 y marzo de 2021, Capital Radio fue saqueada por hombres armados con uniforme militar y su reportero Adão Ramalho fue agredido. Una semana antes del ataque de Ramalho, António Aly Silva, director de Ditadura de Consenso, fue secuestrado y agredido violentamente antes de ser arrojado fuera de la capital, Bissau. En enero de este año el reportero de Bombolom FM Souleymane Seidy fue agredido por la policía mientras cubría una protesta estudiantil. El factor común en los casos: los periodistas habían sido críticos con el gobierno de Umaro Cissoko Embalo.
Entonces, ¿cómo puede ayudar una plataforma digital en toda África?
Los miembros de la Red Africana de Seguridad de los Periodistas acordaron que el impulso ideal para el esfuerzo sería «mejorar el intercambio de información sobre la libertad de expresión, las violaciones de los medios de comunicación y los desarrollos, pero principalmente los crímenes contra periodistas y medios de comunicación», explica Jovial Rantao, presidente del comité de dirección de la plataforma.
Siguiendo el modelo de la plataforma del Consejo de Europa para promover la protección y la seguridad de los periodistas, la versión africana se creó para recopilar información sobre las violaciones de la libertad de los medios en tiempo real, con “acciones de seguimiento propuestas para combatir la impunidad de los crímenes desenfrenados contra los periodistas del continente”.
Aún es algo nuevo y esto trae aparejado los clásicos dolores que vienen al inicio de estas iniciativas. Si bien existe la posibilidad de que una plataforma actúe como un punto central para todas las violaciones en todo el continente proporcionando un sistema de alerta temprana esencial, aún no se llega a esa etapa. No siempre proporciona información oportuna o completa, y existen algunos problemas técnicos que aún no se han resuelto.
Las organizaciones de la sociedad civil están interesadas en el concepto, pero no siempre están seguras de cómo participar o cómo la información se traducirá en acciones para reducir el peligro de ser periodista en el continente.
Le pregunté a Rashweat Mukundu, periodista, consultor de desarrollo de medios y defensor de los derechos humanos, sobre este último punto. Explicó que «una característica sólida de la plataforma europea, una que le da fuerza, es que la información alimenta directamente a los instrumentos de derechos humanos que permiten un compromiso inmediato, de modo que se pueden buscar acciones correctivas del gobierno en cuestión».
“En nuestro contexto hay un beneficio en estar asociado con la plataforma; tiene una base en las estructuras de la Unión Africana debido a la proximidad de la oficina regional de la UNESCO al organismo continental”.
Mukundu señaló el potencial de la plataforma para conectarse con órganos de derechos humanos, como la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la secretaría de la UA. También como plataforma de promoción para resaltar problemas a los comisionados de la Unión Africana en la CADHP y a la secretaría sindical africana. Asimismo, podría ser de ayuda para plantear estas cuestiones como asuntos de interés con los representantes de los países africanos destacados en la UA.
“También existe la oportunidad de ser parte de los sistemas de mecanismos de revisión por pares en los que la UA no solo analiza los problemas políticos, sociales, económicos y de gobernanza, sino que también utiliza esta plataforma para verificar cómo les está yendo a los gobiernos con relación a los medios de comunicación, la libertad de expresión y el acceso a la información».
¿Cómo podemos llegar ahí? ¿Cuál es el primer paso? Mukundu dice: “Fortalecer la interconexión de los grupos de defensa de los medios en el continente para alimentar información en esta plataforma. Una vez que eso suceda, debemos tener un entendimiento con los organismos regionales y continentales sobre cómo se utilizará esta información para el sistema de revisión por pares, para la solidaridad y para reflexionar sobre lo que se debe hacer. Entonces, para mí, se trata principalmente de garantizar que la plataforma se mantenga viva al desarrollar la capacidad de los actores locales para que ingresen la información en esa plataforma».
Dejando a un lado los problemas que vienen con su creación, ser una nueva iniciativa tiene sus beneficios. La plataforma africana puede asegurarse de que su contenido contenga elementos que se han dejado fuera de iniciativas similares.
El comité directivo debe considerar cómo puede funcionar la plataforma para contrarrestar el abuso en línea de mujeres periodistas en África. Los casos van en aumento, sin que la policía o incluso las salas de redacción hayan tomado medidas correctivas. Como explica Juliet Nanfuka, miembro de IFEX de la Colaboración sobre Políticas Internacionales de TIC para África Oriental y Meridional (CIPESA), esta es una tendencia preocupante porque “las narrativas en línea sobre las mujeres, en particular las que ocupan cargos públicos, está conformada principalmente por un público masculino que, en muchos casos, particularmente en África, tienen más acceso a Internet que sus contrapartes femeninas».
Una encuesta de referencia realizada por la Asociación de Mujeres de los Medios de Comunicación en Kenia (AMWIK) y Artículo 19 de África Oriental señala que «cuanto más audaz, ruidosa y visible es una mujer periodista, mayor es la probabilidad de enfrentarse a la violencia contra las mujeres asistida por tecnología (TAVAW)».
Por el momento la plataforma guarda silencio también sobre el tema de la diversidad sexual. Sin embargo, África es uno de los continentes más hostiles hacia la comunidad LGBTQI+ y la homosexualidad es un delito penal en la mayoría de los países.
Como destacó el activista queer de Kenia, Kevin Mwachiro, en una carta abierta que conmemora los 30 años de la Declaración de Windhoek: “Vemos más avances en las plataformas digitales, pero una vez más, en la era de Internet, también estamos viendo que esas mismas plataformas se utilizan para ataques digitales, bullying y homofobia.
La plataforma africana podría recopilar información que analice crímenes y agresiones desde una perspectiva de género. Podría ampliar artículos y opiniones sobre estos temas, así como documentar ataques contra los profesionales de los medios de comunicación LGBTQI+.
Además, al desglosar los datos sobre agresiones a mujeres, la plataforma proporcionaría acceso a datos que siempre ha sido un desafío encontrar. Proporcionar información cualitativa y cuantitativa más inclusiva, a su vez, informará los pasos correctivos necesarios para reprimir la violencia de género en línea contra periodistas y la violencia contra otros grupos en riesgo que trabajan en el sector.
Jovial Rantao del African Editors Forum confirma que esto es una prioridad: “Eso es algo que tenemos priorizado en nuestras metas y objetivos, y es algo que vamos a poner en práctica. Algunas de las afiliadas de TAEF han trabajado mucho para analizar las amenazas contra las mujeres periodistas. Solo tenemos seis meses de funcionamiento, no hemos podido hacer todo de una vez, pero llegaremos al objetivo ya sea que se trate de mujeres, de personas que viven con discapacidades o de comunidades como la LGBTQIA+”.
También está la cuestión del apoyo.
Como señala Mukundu, «hace falta que los actores africanos, especialmente los que están en el terreno, se apropien de modo amplio esta iniciativa». Este es un desafío crítico porque «si bien la plataforma se muestra prometedora, sus impulsores potenciales – los medios de comunicación y los defensores de la libertad de expresión de la sociedad civil – están luchando para afianzar un amplio apoyo entre los ciudadanos y los Estados miembro de la Unión Africana (UA) para defender los derechos de los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación y poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas”.
¿Cuáles son los próximos pasos para hacer avanzar la plataforma? Mukundu dice: “Hay que preguntarse ¿cómo cubrimos estas brechas en términos de participación de los grupos, especialmente a nivel nacional y regional? El comité directivo debe tomar una iniciativa clara para las partes interesadas, ampliar la participación y ampliar la propiedad de la plataforma […] de una manera que realmente la mantenga viva”, concluye.
Las aspiraciones para la plataforma son altas, el potencial es grande y la retórica ha sido elevada. En palabras del presidente Ramaphosa: “Esta nueva plataforma tiene como objetivo desarrollar mecanismos de alerta temprana, mejorar la protección de los periodistas, abordar las amenazas y la violencia contra ellos y mejorar la capacidad de respuesta dentro del continente”.
Los niveles de impunidad y la creciente hostilidad contra los medios de comunicación tanto por parte de actores estatales como no estatales exigen acción. Por lo tanto, es de interés para su impresionante y diversa gama de socios considerar cómo hacer para que La Plataforma Digital para la Seguridad de los Periodistas se utilice de una manera estratégica y efectiva más allá de su función de simplemente agregar información.
IFEX impulsa el cambio a través de una red diversa e informada basada en organizaciones sólidas, conexiones significativas entre los miembros y relaciones estratégicas con aliados externos. Los tres pilares de nuestro enfoque para promover y defender el derecho a la libertad de expresión e información son: garantizar el derecho a la información, habilitar y proteger el espacio cívico y mejorar la seguridad y la justicia.