IFEX presenta fotografías de Zanele Muholi, una sudafricana negra y lesbiana que documenta la vida diaria - y muertes - de homosexuales negros, a menudo a su propio riesgo.
Mientras que Rusia y Ucrania planean prohibir la “propaganda” homosexual y Uganda trata de pasar un proyecto de ley contra la homosexualidad que enviaría a los gays, lesbianas y aquellos que promuevan la homosexualidad a la cárcel, la activista audiovisual sudafricana Zanele Muholi ofrece amablemente a IFEX una selección de sus fotografías que documentan la vida cotidiana – y muertes – de homosexuales negros.
«Sudáfrica tiene su propia agenda política», afirma. «Tenemos leyes que protegen a nuestra comunidad, pero la gente sigue siendo asesinada». Los homosexuales sudafricanos han hecho progresos evidentes en la esfera política. El matrimonio homosexual es legal. Es el primer país del mundo en redactar una constitución que prohíbe explícitamente la discriminación basada en la sexualidad.
Sin embargo, los crímenes de odio contra los gays y las lesbianas son generalizados. «Implementamos una constitución esquizofrénica que choca con las actitudes tradicionales», dice Muholi. «¿Cuántas personas han tenido la oportunidad de entender completamente lo que realmente significa la constitución?»
Señala «la cruda realidad» de Sudáfrica para las mujeres y la comunidad LGBTI: por lo menos 10 personas, la mayoría mujeres lesbianas, han sido asesinadas en crímenes de odio sólo este año. Ninguno de los casos ha dado lugar a una condena. Muchas otras personas se enfrentan al acoso y la violación. De acuerdo con The New Yorker, una de cada dos mujeres en el país puede llegar a ser violada por lo menos una vez en su vida.
Más recientemente, la activista lesbiana Sihle Sikoji fue asesinada por un grupo de hombres en Ciudad del Cabo el 10 de noviembre, en una salida de noche, a menos de una semana de haber cumplido 19 años. Sikoji, miembro del proyecto Luleki Sizwe que apoya a las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales que han sido violadas, fue apuñalada a muerte.
«Ellos [los atacantes] no pidieron dinero ni teléfonos celulares. La mayoría de los hombres nos odian aquí; dicen que estamos tratando de robarles sus novias», dijo un amiga (nombre omitido) que estaba con ella en el momento en que la apuñalaron.
Estos ataques han sido la fuerza que impulsó el trabajo de Muholi. Algunas de las personas que retrata son sobrevivientes de la llamada “violación correctiva” – cuando un hombre viola a una lesbiana para «curar» su orientación sexual. Más recientemente, Muholi ha empezado a grabar los funerales de lesbianas negras asesinadas en crímenes de odio – incluido el funeral de Sikoji.
«No podemos esperar la marcha del orgullo, u otras actividades divertidas,» explica. «Los funerales son parte de nuestras vidas. Estamos perdiendo gente y eso necesita ser documentado.»
La propia Muholi se ha enfrentado a la censura por realizar una crónica de las vidas de los homosexuales. En agosto del 2009, el entonces Ministro de arte y cultura Lulu Xingwana, salió de una exhibición que muestra el trabajo Muholi, calificándolo de «inmoral», «ofensivo» y «en contra de la construcción nacional».
En abril del 2012, entraron en su departamento y le robaron más de 20 unidades de disco duro que contenían videos y fotos, la mayor parte de ese material nunca había sido expuesto, borrando efectivamente los últimos cinco años de su obra. No fue robado nada más.
Cuando se le preguntó por qué ella perseveraba tomando un riesgo evidente para sí misma, Zanele afirmó simplemente: «Hago parte de la comunidad de lesbianas negras. Tenemos una responsabilidad como comunidad de hablar por nosotros mismos para que otros tengan una comprensión de nuestra existencia.»
Haga clic en la imagen para abrir una galería de algunos de los trabajos de Muholi que registra las «líneas de vida y el cronograma de algo de esa historia ‘queer‘ robada».