Valoremos y apoyemos el gran trabajo de los periodistas que desenmascaran la desinformación que inunda nuestros canales de comunicación, especialmente durante crisis, conflictos y elecciones. La buena noticia es que cuando la prensa y la sociedad civil trabajan en conjunto, crean un mejor clima informativo – y un espacio cívico más saludable para todos.
Malas noticias: la contaminación informativa ha alcanzado niveles históricos.
Los momentos de crisis son particularmente vulnerables a esa contaminación, pues nuestros canales de noticias se ven inundados por un torrente de “información”, mucha de ella incorrecta, engañosa o directamente inventada.
La buena noticia es que hay medios de comunicación que todos los días se asocian de manera creativa con la sociedad civil para combatir de lleno este flagelo en todo el mundo, ayudando a mantener a nuestras comunidades informadas y mejor preparadas para participar activamente en cuestiones que mejoran sus vidas.
Por ejemplo, Bellingcat está utilizando su modelo distribuido y colaborativo para corregir el flujode noticias y videos falsos que circulan sobre la invasión de Ucrania.
Muchas organizaciones de la sociedad civil se han asociado con periodistas y medios de comunicación para desmentir teorías conspirativas y para garantizar que llegue información crucial y precisa a la gente, a fin de que todos puedan protegerse durante la pandemia de COVID-19.
Otras están apoyando a periodistas y colaborando con ellos para defender el proceso democrático, exponiendo y corrigiendo información falsa utilizada estratégicamente para engañar a votantes e impedir el ejercicio del voto en elecciones en todas las regiones del mundo.
Para mencionar tan solo uno de los muchos proyectos de este tipo, Fact-Check Ghana es una iniciativa dedicada a contrarrestar la proliferación de noticias falsas, información errónea y propaganda en África Occidental, especialmente durante procesos electorales, debates políticos y emergencias de salud pública y de otro tipo.
En este Día mundial de la libertad de prensa, detengámonos un momento para reflexionar sobre nuestro clima informativo, qué papel tienen los medios de comunicación y qué significa esto para la gente.
Para muchos de nosotros la función más visible de los periodistas es la de proveedores de noticias. Pero su rol va más allá. Es a través de ellos que accedemos a información confiable, entendible, precisa y contrastada con datos que nos ayuda a fundamentar las decisiones que influyen en nuestras vidas y nuestras sociedades.
Cada vez más, la prensa sufre carencias de recursos, es expulsada de las redes, se ve envuelta en juicios estratégicos entablados en su contra por actores poderosos, es degradada y difamada por prominentes figuras públicas, amenazada, hostigada, encarcelada y atacada por tiranos.
Esto detiene el flujo de información vital y confiable y, por consiguiente, todos perdemos. Se deja un enorme vacío que llenan muy fácilmente las redes sociales, lo que crea un enorme caldo de cultivo para la desinformación y un modelo de negocios que opera reforzando y, en definitiva, polarizando y afianzando, puntos de vista basados en opiniones y mentiras, en lugar de hechos.
El resultado es un clima informativo tan caótico que nos lleva a perder la confianza en nuestra capacidad para distinguir la verdad de las mentiras. Eso nos hace más receptivos a respuestas fáciles y cortas a problemas muy reales y muy complejos.
Esta situación le viene muy bien a los autócratas, que están más que dispuestos a brindar esas respuestas fáciles, a la vez que culpan convenientemente a quienes están mejor posicionados para cuestionar esas falsas narrativas. Demonizan a la prensa y ponen en riesgo a los periodistas con retóricas cáusticas dirigidas a erosionar su credibilidad ante el público mientras dejan a los medios independientes librados a su suerte y en peligro.
Acá es donde entra a jugar la sociedad civil: apoyando, elevando y promoviendo el trabajo de los periodistas, destacando nuestra necesidad colectiva de información íntegra y denunciando prácticas dirigidas a socavar la libertad de prensa de la que depende esa integridad.
Esta es una de las mejores y más esenciales protecciones que podemos brindarles a la prensa para asegurarnos de que la gente siga valorando la información y pueda confiar en ella. Para combatir las leyes que obstaculizan su trabajo. Para promover su seguridad y abogar incansablemente por la justicia cuando son atacados impunemente.
No somos ingenuos. Sabemos que en toda institución hay elementos malos y que los medios de comunicación no son la excepción. Pero cuando se trata de garantizar nuestro derecho a la información, la prensa es nuestra mejor aliada. Y nosotros debemos ser el suyo.
Al celebrar el Día mundial de la libertad de prensa 2022, como sociedad civil debemos redoblar nuestros esfuerzos por defender la libertad de prensa. En los tiempos en que vivimos, la necesitamos no solo para sobrevivir, sino también para prosperar.
Nuestro compromiso es a largo plazo. Tiene que serlo.
Annie Game es la directora ejecutiva de IFEX, una red mundial que promueve y defiende la libertad de expresión e información como derecho humano fundamental. IFEX es un nexo para conocimientos especializados en materia de libertad de expresión aportados por las más de 120 organizaciones que integran la red, que abarcan 90 países y están comprometidas con una labor de incidencia colaborativa y transformadora.