La investigación del asesinato del periodista Alisher Saipov, ocurrido en 2007, había sido suspendida en 2013 y parecía detenerse indefinidamente. Sin embargo, con la reciente reapertura de la investigación luego de la presión ejercida por miembros de IFEX, la familia del periodista tiene una nueva esperanza.
Esta es una traducción del artículo original.
Osh es la ciudad más antigua de Kirguistán. Situada a solo 5 km de la porosa frontera con Uzbekistán, a menudo se la conoce como «la capital del sur”. Aquí era donde trabajaba Alisher Saipov, un joven y prestigioso periodista uzbeco, reconocido no solo por su trabajo, sino por su pasión por la justicia social.
La noche del 24 de octubre de 2007 un individuo no identificado avisó a la policía de Osh que Saipov estaba muerto y que el cuerpo estaba al lado de la carretera en la calle Masaliev. Le habían disparado una vez en la pierna y dos veces en la cabeza usando un arma con silenciador. La hipótesis generalizada sostuvo que debió haber sido un asesinato por encargo.
Desde el momento en que Saipov fue asesinado las autoridades iniciaron y detuvieron la investigación varias veces hasta que, aparentemente, terminaron suspendiéndola de modo indefinido en 2013. Numerosos grupos de derechos, incluidos los miembros de IFEX ARTICULO 19, el Comité para la Protección de Periodistas, Human Rights Watch, PEN Internacional y Reporteros sin Fronteras mantuvieron la presión pública sobre las autoridades kirguisas, instándolas a llevar ante la justicia al asesino de Saipov y a quienes ordenaran el asesinato.
Después de la suspensión de las pesquisas en 2013 hubo pocos desarrollos notables en el caso. Esto se mantuvo hasta octubre de 2019, que fue cuando el Fiscal General de Kirguistán respondió a una carta enviada por IFEX al presidente Sooronbay Zheenbekov el pasado julio en la que se preguntaba sobre el estado de la pesquisa. El fiscal anunció que la investigación del asesinato de Saipov se había reabierto en agosto (pero los familiares de Saipov no habían sido informados en ese entonces).
La noticia fue bien recibida por los miembros kirguises de IFEX, el Instituto de Políticas de Medios y los “Periodistas» de la Asociación Pública.
“Recibimos con agrado que las autoridades policiales kirguisas hayan reanudado la investigación sobre el asesinato de Alisher Saipov», dijo el Instituto de Políticas de Medios. «Han pasado doce años desde la muerte del periodista. Esperamos que las autoridades brinden información detallada sobre el avance de la investigación al público kirguiso y a la comunidad internacional. Es importante para nosotros/as que el Estado demuestre su compromiso de combatir los crímenes contra periodistas”.
Antecedentes del asesinato
Al momento de su asesinato Saipov, de 26 años, era una figura conocida en la comunidad periodística de Osh. Cubrió temas políticos y sociales en ambos lados de la frontera con Uzbekistán y fue fundador y editor del periódico Siyosat (Política). También contribuyó regularmente con medios como Radio Free Europe/Radio Liberty, Voice of America y con el sitio regional de noticias Ferghana. Uno de los reportajes más importantes de Saipov data del 2005, cuando informó sobre las secuelas de la brutal masacre de cientos de manifestantes en Andijan, Uzbekistán, a manos de las tropas uzbekas.
Saipov no solo escribió sobre los hombres y mujeres uzbekas que vivían como refugiados y que huyeron a través de la frontera hacia Kirguistán después de los asesinatos en masa, sino que también ayudó a muchos/as de ellos/as a establecerse en el país. El trabajo era arriesgado: los agentes uzbekos que cruzaron la frontera para hostigar a los refugiados también atacaron a los trabajadores/as y periodistas de las ONG que, como Saipov, intentaban ayudar.
Antes de que Saipov fuera asesinado, los medios estatales uzbekos llevaron a cabo una campaña de desprestigio en la que lo acusaron de tratar de desestabilizar Uzbekistán a través de sus reportajes. Durante el mismo período, Saipov recibió varias amenazas anónimas en las que le advirtieron que detuviera su trabajo periodístico.
No lo hizo.
El anuncio del asesinato de Saipov encendió la indignación internacional: las embajadas de EEUU, del Reino Unido y de la UE en Bishkek pidieron una investigación exhaustiva e independiente. El entonces presidente de Kirguistán, Kurmanbek Bakiyev, dijo que asumiría personalmente la responsabilidad de la investigación del asesinato. Las personas más informadas señalaron que el servicio de seguridad uzbeko sería el que habría ordenado y llevado a cabo el asesinato. El Defensor del Pueblo estuvo de acuerdo y lo dijo públicamente.
Pero las investigaciones policiales fueron en otra dirección.
La investigación
Cuando la policía llegó al lugar del crimen la noche del asesinato recuperaron tres cartuchos de una pistola de 9 mm. Un mes después, el 24 de noviembre, se abrió una investigación penal que fue suspendida dos meses después (esta sería la primera de varias suspensiones). No fue sino hasta el 2009 que la investigación parecía estar avanzando seriamente.
La noche del 24 de febrero de 2009, en un caso que no guardaba relación alguna con el de Saipov, la policía detuvo a Abdufarid Rasulov en el distrito de Leilek, en la región de Batken. En su automóvil encontraron 17 gramos de hachís y una pistola de 9 mm. Rasulov fue puesto en prisión preventiva en Osh y tres meses después, los expertos compararon los proyectiles recuperados en el lugar del asesinato de Saipov con la pistola de Rasulov.
Rasulov fue juzgado por asesinato y condenado en 2010 a 20 años de prisión. Rasulov apeló, pero la Corte Suprema confirmó el veredicto en noviembre de 2010. Parecía que se había hecho justicia, pero solo parcialmente: quienquiera que hubiese ordenado el asesinato no había sido identificado aún.
A pesar de todo, la historia dio un giro en 2012: la familia de Rasulov presentó a la policía una filmación que mostraba que el día del asesinato de Saipov, Rasulov había estado de vacaciones con sus familiares. La Corte Suprema ordenó una revisión de la condena y Rasulov fue liberado en abril de ese año.
La investigación del asesinato de Saipov continuó hasta el año siguiente, pero fue suspendida nuevamente en diciembre de 2013.
La respuesta de la familia
La familia de Saipov estaba devastada. En 2018 Shorukh Saipov, hermano del periodista, escribió un conmovedor artículo publicado en el undécimo aniversario de su muerte. En él, Shorukh Saipov, que abrazó el oficio de periodista después de que las autoridades no encontraran al asesino de su hermano, describió el sufrimiento de su familia en los años que siguieron al asesinato y la decepción de creer que el caso nunca se resolvería.
Shorukh Saipov conversó con IFEX en octubre de 2019 después de que se reabriera la investigación. Acogiendo con beneplácito la noticia, Shorukh Saipov dijo que su familia esperaba que el presidente Zheenbekov evaluara seriamente el caso de asesinato (algo en lo que fallaron los presidentes anteriores). Shorukh sostuvo que su hermano fue asesinado por hacer su trabajo y él que estaba dispuesto a indicar hacia dónde debería enfocarse la investigación ahora que se había reabierto:
“Entendemos que el asesino que le disparó a mi hermano no puede ser detenido. Es obvio que estaba cumpliendo la orden de alguien y es muy posible que ya no esté vivo. Queremos, como parte de la investigación, que se interrogue al único testigo del asesinato, al politólogo Ikbol Mirsaitov, que estaba al lado de Alisher [cuando fue asesinado]. [Mirsaitov] se está escondiendo de nuestra familia. Durante 12 años nos ha evitado. Ni siquiera quiere decirnos lo que sucedió esa noche. Todos mis esfuerzos por encontrarme con él han sido en vano. Mirsaitov solamente apareció ante la corte en 2010 y por apenas quince minutos. A todas las preguntas que le hicieron tanto abogados como investigadores se limitó a contestar únicamente: «no recuerdo». Consideramos que Alisher fue víctima del régimen dirigido por Islam Karimov. Fue un asesinato por encargo. Antes de morir, mi hermano recibió advertencias y amenazas de los servicios especiales uzbekos varias veces. Mi hermano soñaba con una democracia real en Asia Central, [donde] no hubiera presión sobre las personas por su religión, [donde] las personas pudieran expresar sus opiniones sin temor”.
El 2 de noviembre es el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas. Visita la página No Más Impunidad de IFEX para obtener más información sobre cómo estamos trabajando para que se haga justicia en estos casos y también para saber cómo puedes participar.