Una entrevista con Verónica Yates sobre la defensa de los derechos de uno de los grupos más vigilados del mundo: los niños.
CS: ¿A qué se dedica CRIN?
VY: Inicialmente nos establecimos como una red para compartir información únicamente – recopilando información de todas partes del mundo y compartiéndola en diferentes formatos e idiomas con personas que trabajan en el ámbito de los derechos del niño. Hoy en día, además de hacer seguimiento a la vulneración de los derechos de los niños e informar a la ONU, llevamos adelante investigaciones, campañas y trabajo de incidencia. Tenemos miles de organizaciones asociadas que nos reportan vulneraciones a los derechos de los niños y niñas.
CRIN trabaja en dos grandes cuestiones dentro de la libertad de expresión – la vigilancia y el acceso a la información. ¿Cuál es la perspectiva de los derechos de los niños respecto de las mismas?
Los niños son el grupo más vigilado. Poseen el derecho a la privacidad, pero son vigilados por sus padres, en la escuela y en Internet. Cuando se habla de Internet y Derechos del niño, en general es en términos de peligro, como: «Necesitamos protegerlos de todos los males que acechan el Internet». Concretamente en el Reino Unido, también contamos con la Estrategia de Prevención (Prevent Strategy), que es un programa de vigilancia del gobierno que obliga a profesores – o a cualquier persona que trabaje con niños – a reportar cualquier actividad sospechosa que podría dar lugar o ser un signo de radicalización. Se obliga a los maestros a espiar a los niños. [Nota del editor: En 2015, los maestros reportaron 1,319 instancias bajo dicha Estrategia de Prevención.]
La Estrategia de Prevención ha sido criticada desde el punto de vista de los derechos, por razones prácticas y también por derivar, en algunos casos, en investigaciones absurdas. ¿Puede comentar sobre algunos de estos casos?
Bueno, sabemos de un niño en Londres que fue investigado porque ingresaba a un sitio web sobre Palestina. Otro niño, de 4 años de edad, fue investigado por una caricatura que dibujó en la guardería de su padre sosteniendo un pepino, ya que las proporciones no eran las adecuadas, y el pepino, aparentemente, se parecía a alguna clase de espada, por lo que la policía hizo una suposición sobre el padre: el resultado fue que cuestionaron al niño y a su familia. Eso es horrible. Es un programa completamente ridículo, alarmista, y que saben que no está funcionando. Los maestros se están volviendo locos porque no tienen una orientación adecuada: CRIN presentó una solicitud de Libertad de Información (FOI, Freedom of Information) y se nos dijo que si bien las escuelas deben establecer filtros de Internet adecuados, no reciben orientación sobre cómo hacerlo o sobre qué software utilizar. También hubieron informes de oficiales de policía que indican que la Estrategia está interfiriendo con las relaciones construidas a lo largo del tiempo con las comunidades locales.
Los filtros de Internet en escuelas del Reino Unido están configurados para registrar cuando los niños usan ciertas palabras que puedan indicar una radicalización. ¿CRIN ha investigado esto?
La primera solicitud de libertad de información que hicimos fue para preguntar por esas palabras clave, pero no obtuvimos respuesta. De hecho, tuvimos que hacer tres peticiones antes de obtener una respuesta adecuada a cualquiera de nuestras preguntas. Sin embargo, el Consejo Nacional de Jefes de Policía proporcionó estadísticas que mostraron que los casos que se reportaron bajo sospecha de radicalización son mayoritariamente sobre hombres, musulmanes, y menores de 18 años de edad.
La vigilancia del niño no es sólo un problema del Reino Unido, ¿verdad?
No. El Reino Unido tiene el muy mal hábito de exportar sus terribles políticas a otras partes del mundo. Todo esto sale de la legislación contra el terrorismo y la están vendiendo [La Estrategia de Prevención] como un gran ejemplo para que otros la imiten. Hemos oído rumores de que al FBI le gusta mucho el concepto; hemos oído que los gobiernos de África oriental y occidental están buscando la forma de adoptar modelos similares. Francia también está implementando políticas semejantes para hacer frente a la radicalización.
Esto ya pasa a un debate más profundo sobre el acceso a la información. ¿Puede comentar sobre el tema?
En general, las organizaciones que trabajan con la niñez tienden a centrarse en proteger a los niños, en lugar de ayudar a los niños a tomar decisiones informadas. Saber cómo utilizar Internet con seguridad, ser analítico, es todo lo contrario a la censura y el bloqueo de contenidos. Desde luego, los niños necesitan ser protegidos de varias cosas, pero ello también puede tener un efecto negativo sobre su derecho a la libertad de expresión y el acceso a la información. Un ejemplo de esto es la educación sexual, ya que puede que algunos niños y niñas prefieran investigar en línea en lugar de hablar del tema con sus padres. Sin embargo, poco a poco la educación sexual está siendo restringida en algunos países. Sabemos que la educación sexual reduce los índices de embarazo en adolescentes así como la transmisión de enfermedades sexuales, pero hay regímenes en los que se vincula el acceso de los niños a este tipo de información, con ‘propaganda’ de derechos LGBTQI+. Esto inició en Rusia, pero ahora se puede ver en países como Lituania y Kirguistán.
Es decir que el énfasis que ponen algunas organizaciones en vigilar a los niños en pos de protegerlos de los peligros existentes en línea, ha sido adoptado por líderes muy conservadores o autoritarios.
Absolutamente. Comenzamos a trabajar en temas LGBTQI+ hace diez años y rápidamente comenzamos a recibir informes de que el lenguaje de los derechos y la protección del niño estaba siendo utilizado para justificar la homofobia. En ese momento, la Comisionada Polaca para la Infancia solicitó prohibir los Teletubbies porque decidió que uno de ellos – creo que Tinky Winky – era homosexual. Aparentemente, Tinky Winky era «bastante afeminado» y tenía un bolso rojo. Durante ese período, Polonia se negó a adoptar Brújula (COMPASS, el Manual de enseñanza sobre los Derechos Humanos del Consejo de Europa) y despidió maestros por ser homosexuales. Fue entonces cuando empezamos a ver cómo se abusada de la literatura de protección. Estudiamos la Convención sobre los Derechos del Niño, en concreto el artículo 17 – el Derecho a la información – que establece que los niños necesitan ser protegidos de aquella información que pueda ser perjudicial para su salud y bienestar. La amplitud del significado de esto último, se ha utilizado para discriminar a ciertos grupos.
Por último, si pudieras hacer un cambio legislativo global que realmente beneficie a los niños en lo que respecta a la libertad de expresión y el acceso a la información, ¿cuál sería?
Yo empezaría por darle a los niños el derecho al voto. Eso daría lugar a muchos otros importantes cambios. Los políticos tendrían que empezar a tener sentido: los niños serían mucho menos tolerantes a las mentiras de los políticos o a promesas rotas. El acceso a la educación, el medioambiente, a una comunidad segura – esas son las cosas que los niños de todo el mundo mencionan cuando se les pregunta qué es lo que les importa. Darles el derecho al voto tendría como resultado un mundo mejor.
«Me gustaría empezar por darle a los niños el derecho al voto.»Veronica Yates