Las muertes relacionadas con el conflicto civil de Siria y los asesinatos en represalia en Somalia, Pakistán y Brasil son los principales responsables del dramático aumento en las muertes de periodistas en 2012, según el análisis anual del Comité para la Protección de los Periodistas sobre los periodistas caídos en el ejercicio de la profesión.
(CPJ/IFEX) – Nueva York, 18 de diciembre de 2012 – Las muertes relacionadas con el conflicto civil de Siria y los asesinatos en represalia en Somalia, Pakistán y Brasil son los principales responsables del dramático aumento en las muertes de periodistas en 2012, según el análisis anual del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) sobre los periodistas caídos en el ejercicio de la profesión.
Al menos 67 periodistas fueron muertos en el mundo en relación directa con su labor, a mediados de diciembre, un incremento del 42 % frente a 2011. El CPJ investiga las muertes de otros 30 periodistas en 2012, con el fin de determinar si estuvieron relacionadas con la labor periodística.
La sostenida violencia del conflicto civil de Siria fue responsable del mayor saldo de muertes: 28 reporteros han caído en combate o han sido asesinados en represalia por fuerzas gubernamentales u opositoras. Al estar prohibido el ingreso al país de la prensa extranjera y al estar la prensa nacional bajo el control estatal, los periodistas ciudadanos sirios han pagado el mayor precio. Al menos 13 de ellos fueron muertos mientras cubrían el conflicto y actuaban de fuentes de las organizaciones noticiosas internacionales.
«Aunque la tecnología ha transformado prácticamente todo aspecto del periodismo, la función central que desempeñan los periodistas continúa inalterable», declaró Joel Simon, director ejecutivo del CPJ. «Los periodistas son testigos de los hechos. Cuando matan a un periodista, disminuye nuestra capacidad para entender acontecimientos globales cruciales. En ningún lugar se ha revelado esta verdad de manera tan dramática como en Siria, donde tantos periodistas han caído muertos mientras intentaban informar al mundo».
A nivel mundial, los periodistas que trabajan en Internet constituyeron más de un tercio de los caídos en 2012, un drástico aumento en comparación con el 20% registrado en 2011, según datos del CPJ. El fuego cruzado relacionado con el combate fue responsable de más de un tercio de las muertes de periodistas en 2012, mientras que casi el 50 % de las muertes se debió a asesinatos en represalia. El 28 % de los periodistas caídos en 2012 eran independientes (freelance), en proporción con las cifras de 2011, pero el doble del porcentaje histórico promedio desde 1992.
Las 12 muertes de periodistas en Somalia en 2012 consistieron en asesinatos. En este país, el segundo con mayor número de muertes de periodistas en 2012, las autoridades no han instruido ningún proceso por asesinato de periodistas en los últimos 10 años. Los periodistas somalíes señalan que este perfecto historial de impunidad puede atribuirse a instituciones gubernamentales corruptas y débiles, y que ello no hace más que estimular la violencia. Para luchar contra la impunidad en los crímenes de periodistas, el CPJ ha lanzado Speak Justice: Voices Against Impunity («Por la justicia: voces contra la impunidad»), una nueva plataforma digital que se propone contribuir a romper el ciclo del miedo y la censura.
«El ciclo del silencio funciona de la siguiente manera: asesinan a un periodista, muere una noticia y otros reporteros son intimidados», señaló Simon. «La única manera de romper ese ciclo es protestar, exigir justicia e insistir en que nuestro derecho a recibir información sea respetado. Por ello, alzar nuestras voces en defensa de los colegas asesinados no sólo es una cuestión de solidaridad. Para todos aquellos de nosotros que nos preocupamos por las noticias y la información, es una cuestión de interés propio».
Pakistán, el país donde más periodistas murieron en los últimos dos años, descendió al tercer lugar este año, con siete casos de muerte de periodistas, aunque la cifra se mantuvo invariable y la impunidad prevaleció en el país. Cuatro de esos periodistas fueron muertos en Baluchistán, una zona de intenso conflicto donde muchas facciones luchan por ejercer control. Junto con Rusia y Filipinas, cada uno con un periodista muerto en 2012, en Pakistán es común que los periodistas sean objeto de represalias y los asesinos escapen de la justicia.
En Brasil, cuatro periodistas murieron en relación directa con la labor periodística, la cifra más elevada del país en una década. El CPJ investiga otras cuatro muertes, con el propósito de determinar el motivo. A pesar del creciente liderazgo de Brasil en el escenario global y de sus avances para mejorar la gobernabilidad, los periodistas fueron objeto de represalias por sus denuncias de corrupción.
Por su parte, aunque en México se ha empleado una violencia inusitada para censurar la prensa, la falta de una investigación adecuada (o la ausencia absoluta de investigación en algunos casos) hace que sea difícil determinar el motivo. El CPJ pudo confirmar que un periodista fue muerto por su labor y continúa indagando el motivo en otros cinco casos.
Las investigaciones del CPJ demostraron que estar bajo la custodia gubernamental no garantizó la seguridad de los periodistas. La organización documentó el caso de un bloguero iraní que murió en la cárcel y el caso de un reportero independiente colombiano que murió a consecuencia de heridas recibidas durante un arresto.
El CPJ también documentó casos de periodistas caídos en el ejercicio de la profesión en Nigeria, India, Ecuador, Tailandia, Bangladesh, Indonesia y Camboya.
Excluyendo Siria, las muertes de periodistas disminuyeron en el Medio Oriente y el Norte de África. Un periodista fue muerto en Bahréin y otro en Egipto. Por primera vez desde 2003, el CPJ no confirmó ninguna muerte vinculada con la labor periodística en Iraq.
A escala mundial, el CPJ documentó la muerte de un trabajador de medios, un descenso frente a las cinco muertes registradas en 2011.
El CPJ ha recopilado datos detallados sobre todas las muertes de periodistas desde 1992. Su personal de manera independiente investiga y verifica las circunstancias de cada muerte. El CPJ considera que un caso está vinculado al ejercicio de la profesión únicamente cuando tiene certeza razonable de que un periodista fue muerto en represalia directa por su labor; en medio del fuego cruzado; o cuando realizaba una cobertura en un entorno hostil. Aquellos casos en que el motivo de una muerte no esté claro, pero existe la posibilidad de que esté vinculado al periodismo, se clasifican como «pendiente de confirmación» y el CPJ continúa sus investigaciones.
Ver un resumen visual de los casos de muerte de periodistas en Siria:
Recopilación de datos: Gráficas y documentación con detalles de los casos de 2012.
Para consultar todos los casos recopilados desde 1992, haga clic aquí.