Meta debería permitir la libertad de expresión en sus plataformas, incluso sobre abusos de derechos humanos y movimientos políticos, dijo Human Rights Watch.
Este artículo fue publicado originalmente en hrw.org el 20 de diciembre de 2023.
Es urgente revisar políticas defectuosas; mejorar la transparencia
Las políticas y sistemas de moderación de contenidos de Meta han silenciado cada vez más las voces de apoyo a Palestina en Instagram y Facebook a raíz de las hostilidades entre las fuerzas israelíes y los grupos armados palestinos, afirmó Human Rights Watch en un informe publicado hoy. El informe de 51 páginas, “Meta’s Broken Promises: Systemic Censorship of Palestine Content on Instagram and Facebook” (“Las promesas incumplidas de Meta: censura sistemática del contenido palestino en Instagram y Facebook”), documenta un patrón de eliminación y supresión indebidas de discursos protegidos, incluida la expresión pacífica en apoyo de Palestina y el debate público sobre los derechos humanos palestinos. Human Rights Watch descubrió que el problema surge de políticas defectuosas de Meta y su aplicación inconsistente y errónea, la excesiva dependencia de herramientas automatizadas para moderar el contenido y la influencia indebida del gobierno sobre la eliminación de contenido.
“La censura por parte de Meta del contenido en apoyo a Palestina añade insulto a la herida en un momento de atrocidades y represión indescriptibles que ya oprimen la expresión de los palestinos”, dijo Deborah Brown, directora adjunta interina de tecnología y derechos humanos de Human Rights Watch. “Las redes sociales son una plataforma esencial para que la gente dé testimonio y se pronuncie contra los abusos, mientras que la censura de Meta está contribuyendo a borrar el sufrimiento de los palestinos”.
Human Rights Watch revisó 1.050 casos de censura en línea en más de 60 países. Aunque no son necesariamente un análisis representativo de la censura, los casos son consistentes con años de informes e incidencia por parte de organizaciones de derechos humanos palestinas, regionales e internacionales para poner en evidencia la censura de Meta del contenido que apoya a los palestinos.
Después del ataque liderado por Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023, que acabó con la vida de 1.200 personas, en su mayoría civiles, según funcionarios israelíes, los ataques israelíes en Gaza han matado a unos 20.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Las restricciones ilegales israelíes a la ayuda humanitaria han contribuido a una catástrofe humanitaria en curso para los 2,2 millones de habitantes de Gaza, casi la mitad de los cuales son niños.
Human Rights Watch identificó seis patrones clave de censura, cada uno de los cuales se repite en al menos 100 casos: eliminación de contenido, suspensión o eliminación de cuentas, imposibilidad de interactuar con el contenido, imposibilidad de seguir o etiquetar cuentas, restricciones en el uso de funciones como Instagram/ Facebook Live y “bloqueo en la sombra”, un término que denota una disminución significativa en la visibilidad de las publicaciones, historias o cuentas de un individuo sin notificación. En más de 300 casos, los usuarios no pudieron reclamar por la eliminación de contenidos o cuentas porque el mecanismo para hacerlo no funcionó correctamente, dejándolos sin acceso efectivo a un remedio.
En cientos de los casos documentados, Meta invocó su política de “Organizaciones e Individuos Peligrosos” (DOI), que incorpora plenamente las listas de “organizaciones terroristas” elaboradas por Estados Unidos. Meta ha citado estas listas y las ha aplicado ampliamente para vetar el discurso legítimo sobre las hostilidades entre Israel y los grupos armados palestinos.
Meta también aplicó mal sus normas sobre contenido violento y gráfico, violencia e incitación, lenguaje que incita al odio y desnudos y actividad sexual de adultos. Ha utilizado de manera inconsistente su enfoque de “asignación de interés periodístico”, eliminando decenas de contenidos que documentan lesiones y muertes palestinas y que tienen valor noticioso, dijo Human Rights Watch.
Meta es consciente de que la ejecución de estas políticas es defectuosa. En un informe de 2021, Human Rights Watch documentó la censura por parte de Facebook del debate sobre cuestiones de derechos relativas a Israel y Palestina y advirtió que Meta estaba “silenciando a muchas personas de forma arbitraria y sin explicación”.
Una investigación independiente realizada por Business for Social Responsibility y encargada por Meta encontró que la moderación de contenido de la empresa en 2021 “parece haber tenido un impacto negativo sobre los derechos humanos de los usuarios palestinos”, afectando negativamente “la capacidad de los palestinos para compartir información y conocimientos sobre sus experiencias a medida que ocurrían”.
En 2022, en respuesta a las recomendaciones del estudio, así como a las directrices de la Junta de Supervisión de Meta, Meta se comprometió a realizar una serie de cambios en sus políticas y su aplicación en materia de moderación de contenido. Sin embargo, casi dos años después, Meta no ha cumplido sus promesas ni sus responsabilidades en materia de derechos humanos, concluyó Human Rights Watch. Las promesas incumplidas de Meta han repetido y amplificado patrones de abuso pasados.
Human Rights Watch compartió sus hallazgos con Meta y solicitó la reacción de Meta. En respuesta, Meta citó su responsabilidad en materia de derechos humanos y sus principios fundamentales de derechos humanos como guía de sus “medidas de respuesta inmediata a la crisis” desde el 7 de octubre.
Para cumplir con sus responsabilidades de diligencia debida en materia de derechos humanos, Meta debe alinear sus políticas y prácticas de moderación de contenido con los estándares internacionales de derechos humanos, garantizando que las decisiones de eliminar contenido sean transparentes, coherentes y no demasiado amplias ni sesgadas.
Meta debería permitir la libertad de expresión en sus plataformas, incluso sobre abusos de derechos humanos y movimientos políticos, dijo Human Rights Watch. Debería comenzar por revisar su política de “organizaciones e individuos peligrosos” para hacerla consistente con los estándares internacionales de derechos humanos. Meta debería auditar su política sobre contenidos relevantes para garantizar que no elimina los de “interés público” y debería garantizar su implementación equitativa y no discriminatoria. También debería actuar con la debida diligencia sobre las repercusiones en los derechos humanos de los cambios temporales en sus algoritmos de recomendación que introdujo tras estallar la guerra de Israel contra el grupo islamista Hamás.
“En lugar de disculpas y promesas vacías, Meta debería demostrar que toma en serio la cuestión de abordar de una vez por todas la censura relacionada con Palestina, adoptando medidas concretas hacia la transparencia y la reparación”, dijo Brown.