Ya no es ningún secreto la falta de paciencia del presidente Rafael Correa frente a los periodistas que se atreven a criticar su administración. La semana pasada, incitó a la violencia contra un periodista que ha sido blanco frecuente de sus ataques.
Ya no es ningún secreto la falta de paciencia del presidente Rafael Correa frente a los periodistas que se atreven a criticar su administración. Ha desacreditado repetidamente a periodistas y medios de comunicación, usando sus emisiones regulares de televisión para llegarle a sus partidarios. También ha llevado a tribunales a algunos miembros de los medios de comunicación. La semana pasada, las críticas de Correa llegaron a un nuevo nivel de bajeza al incitar a la violencia contra un periodista que ha sido blanco frecuente de sus ataques. Durante el segmento de su programa llamado «La libertad de expresión es de todos», Correa pareció haber olvidado que hay límites a la libertad de expresión cuando se trata de una incitación a la violencia.
El 23 de agosto, durante su programa regular trasmitido los sábados «Enlace Ciudadano», el presidente Correa desacreditó al periodista Emilio Palacio y su trabajo, refiriéndose a él como a un «psicópata» y preguntándoles a sus seguidores si no tendrían ganas de “caerle a patadas”, informa la ONG local Fundamedios. Correa hizo estas declaraciones, durante un segmento de su programa dedicado a la libertad de expresión, sobre un informe escrito por Palacio en abril acerca de un viaje que Correa hizo a Nueva York – un viaje que Correa niega haya tenido lugar. El presidente luego les pidió a los miembros de la prensa que tuvieran «un poco de decencia» y que para un modelo de periodista decente, miraran para otro lado porque Palacio estaba enfermo, era peligroso y que «tenía tanto odio dentro» que podría «hacer cualquier cosa».
Palacio se fue de Ecuador en 2011 debido a la persecución política, parte de la cual consistía en una demanda que el presidente Correa le imputó a él y a Carlos, César y Nicolás Pérez, ejecutivos del diario El Universo. En julio de ese año, Palacio y dichos ejecutivos fueron condenados a tres años de prisión y a una multa de $40 millones por publicar un artículo en el que se decía que Correa había ordenado disparos contra un hospital durante la revuelta policial en septiembre de 2010. En febrero de 2012 Correa los perdonó a los cuatro, pero mantuvo que merecían las sentencias originales que habían recibido.
Horas después de que el programa de Correa saliera al aire, uno de sus seguidores en Twitter, el usuario @Grangaz007, identificado como Fausto Zapata, ofreció 100.000 dólares por la cabeza de Palacio, mientras que otro usuario, Bruno Díaz duplicó la oferta a 200.000. El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa, Claudio Paolillo, dijo que era «extremadamente peligroso e indignante» que un presidente alentara a actos de violencia contra un periodista. El ministro ecuatoriano del Interior, José Serrano, dijo que una investigación estaba en curso.
Además de las amenazas en Twitter, el 25 de agosto el diario estatal El Telégrafo publicó un editorial en el que asegura que Palacio «miente todo el tiempo, injuria, inventa, difama”, informa Fundamedios.
Por suerte hay un poco de espacio entre Correa y el periodista; Palacio se encuentra actualmente en el exilio en los Estados Unidos. Escribió en su columna que «como periodista uno tiene que estar preparado para ser perseguido y amenazado», pero incluso este reportero experimentado señaló que la aparente falta de preocupación por ponerlo en peligro y tener personas en Twitter poniendo un precio a su cabeza, lo había tomado totalmente por sorpresa.