El mundo árabe fue motor de la historia en 2011 con un balance que, de momento, contrasta con las evoluciones políticas.
(RSF/IFEX) – Lo que sigue es un resumen de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF por el año 2011/2012.
Siria, Bahréin y Yemen nunca estuvieron tan mal clasificados
“Hubo numerosos cambios en la décima edición de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. Cambios que reflejan que la situación es de una increíble riqueza, en especial en el mundo árabe. Muchos medios de comunicación pagaron cara la cobertura de los movimientos prodemocráticos o de oposición. El control de la información sigue siendo un reto de poder y de supervivencia para los regímenes totalitarios y represivos. 2011 también ilustra el papel preponderante que han tenido los netciudadanos en la producción y difusión de información”, declaró Reporteros sin Fronteras con ocasión de la publicación de su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2012.
“’Represión’ fue la palabra del año 2011. Nunca la libertad de información había estado tan asociada a la democracia, nunca el trabajo de periodista había molestado tanto a los enemigos de las libertades. Jamás los actos de censura y los ataques a la integridad física de los periodistas habían parecido ser tan numerosos. La ecuación es simple: la ausencia o la supresión de las libertades públicas conlleva automáticamente la de la prensa. Las dictaduras temen y prohíben la información, sobre todo cuando ésta puede debilitarlas”.
“El trío infernal –conformado por Eritrea, Turkmenistán y Corea del Norte, dictaduras absolutas donde no existe ninguna libertad pública– se encuentra, sin que sorprenda, al final de la clasificación. Este año Siria, Irán y China le pisan los talones. Estos tres países parecen haber perdido el contacto con la realidad, absorbidos como están por una loca espiral de terror. Al igual que Bahréin y Vietnam, regímenes opresivos por excelencia. Otros países, como Uganda y Bielorrusia, también se hundieron más en la represión.
“En la clasificación 2011-2012 aún se encuentra a la cabeza el mismo grupo de países (Finlandia, Noruega, Países Bajos, etc.) respetuosos de las libertades fundamentales, recordándonos a la vez que la independencia de la prensa sólo puede ser preservada en democracias fuertes y que la democracia se nutre de la libertad de prensa. Es de subrayar que Cabo Verde y Namibia entraron al rango de los veinte países mejor clasificados, dos países africanos donde no se registró ningún obstáculo al trabajo de los periodistas en 2011”, agregó Reporteros sin Fronteras.
Los movimientos de protesta
El mundo árabe fue motor de la historia en 2011 con un balance que, de momento, contrasta con las evoluciones políticas. Túnez y Bahréin se encuentran en los extremos opuestos. Túnez (134º lugar), ascendió 30 puestos y dio a luz, con dolor, un régimen democrático que aún no da por completo su lugar a una prensa libre e independiente. Bahréin (173º), descendió 29 lugares debido a la implacable represión de los movimientos prodemocráticos, los procesos legales en serie contra defensores de los derechos humanos y el bloqueo de todo espacio de libertad. Si bien Libia (154º) dio vuelta a la página de la era Gadafi, Yemen, presa de la violencia generada por los enfrentamientos entre la oposición y los partidarios del presidente Ali Abdallah Saleh, se estancó en el lugar 171. El futuro de estos dos países es incierto; la cuestión del lugar otorgado a la prensa permanece en suspenso. Al igual que en Egipto, que perdió 39 lugares (166º), donde las esperanzas de los demócratas fueron defraudadas por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), en el poder desde febrero de 2011, que no acabó con las prácticas vigentes durante la dictadura de Hosni Mubarak. Por otra parte, el país vivió tres episodios –en febrero, noviembre y diciembre– de una rara violencia contra los periodistas.
De por sí mal clasificado en 2010, Siria se hunde un poco más en la clasificación (176º): censura absoluta, vigilancia generalizada, violencia ciega y manipulaciones del régimen hicieron imposible el trabajo de los periodistas.
En otras regiones del mundo algunos movimientos prodemocráticos intentaron inspirarse en el ejemplo árabe, pero se enfrentaron a una represión feroz. Vietnam (172º) multiplicó las detenciones. El régimen chino (174º), febril por las protestas locales y regionales, por la impaciencia de la población frente a ciertos escándalos e injusticias, reforzó su sistema de control de la información, multiplicó las detenciones extrajudiciales, endureció la censura de la Red. Violencia, amenazas e interpelaciones se multiplicaron en Azerbaiyán (162º), donde el régimen autocrático de Ilham Aliev no dudó en encarcelar netciudadanos, hacer secuestrar a periodistas de oposición y cerrarse a los medios de comunicación extranjeros para imponer silencio sobre la protesta.
Uganda (139º), bajo la batuta de su presidente Yoweri Museveni, vivió una ola de represión sin precedentes contra los movimientos de oposición y la prensa independiente tras las elecciones de febrero de 2011. También Chile (80º) perdió 47 lugares debido a los numerosos atentados a la libertad de informar, con gran frecuencia cometidos por las fuerzas del orden durante las protestas estudiantiles. Estados Unidos (47º) también debe su caída (perdió 27 lugares) a las numerosas detenciones de periodistas que cubrían las marchas de Occupy Wall Street.
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