El 25 de mayo de 2016 representa el segundo día nacional en Colombia que reconoce a las mujeres sobrevivientes de violencia sexual durante el conflicto interno. Este año, IFEX echa un vistazo a cómo la periodista Jineth Bedoya Lima, cuyo caso es emblemático de la falta de justicia y respeto hacia las víctimas, junto a las organizaciones locales están trabajando para elevar las voces de las sobrevivientes que no serán silenciadas.
El conflicto armado interno en Colombia ha hecho mella en el país y en los millones de colombianos cuyas vidas ha marcado. Un subconjunto de los afectados son las mujeres víctimas de violencia sexual que fueron atacadas y violadas durante el conflicto. Entre 1985 y 2014, se registraron 7.353 víctimas de violencia sexual. Hoy 25 de mayo de 2016, se celebra el segundo Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado interno. Para observar el día, IFEX echa un vistazo a cómo están las cosas en Colombia y celebra a aquellas personas valientes que están hablando y responsabilizando a las autoridades para que se mejore la vida de las sobrevivientes.
Las décadas de conflicto han dejado víctimas y sobrevivientes de muchos tipos, y entre ellos se encuentran miles de mujeres sobrevivientes de la violencia sexual. Las recientes conversaciones de paz entre el gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el mayor grupo rebelde del país, han comenzado a abordar los temas clave necesarios para una paz estable y duradera. Uno de ellos es el reconocimiento de las víctimas del conflicto, sus derechos humanos y la verdad sobre lo que ocurrió.
La violencia sexual ha sido identificada como una herramienta sistémica de intimidación y silenciamiento utilizada durante el conflicto. Con el fin de reconocer las historias y luchas de las sobrevivientes, en 2014, el gobierno de Colombia reservó el 25 de mayo como el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado interno. La fecha fue elegida para conmemorar el día en el año 2000 en que la periodista Jineth Bedoya Lima fue brutalmente secuestrada, torturada y violada mientras investigaba sobre la violencia en una prisión de máxima seguridad, investigación que involucraba funcionarios del Estado y grupos paramilitares. Como parte de su labor de promoción en nombre de todas las víctimas de violencia sexual, sugirió que el día se reservara como símbolo de reparaciones colectivas para todas las mujeres víctimas.
Otros pasos hacia el reconocimiento y la reparación incluyen una ley de 2014 por el presidente Juan Manuel Santos sobre el acceso a la justicia para las víctimas, que mejora el estatus de los sobrevivientes de la violencia sexual permitiéndoles recibir una reparación, apoyo psicosocial y atención médica gratuita. En 2014, 2.081 mujeres recibieron una compensación de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas. La ley también reconoce el hecho de que la violencia sexual es un crimen contra la humanidad, y por ello, ha sido elogiada por el Secretario General de la ONU para la Violencia Sexual en Conflictos.
Aunque las reparaciones en nombre del gobierno sean un paso en la buena dirección para sanar las heridas, la justicia para los sobrevivientes en estos casos sigue siendo difícil de alcanzar. Jineth lo sabe muy bien; 16 años después de su ataque, recién está viendo signos de rendición de cuentas en su caso. Desde 2011, los abogados de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), una organización colombiana local y miembro de IFEX, han sido sus asesores legales y han ayudado a llevar su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En 2015, la CIDH aceptó su caso, obligando al Estado colombiano a proporcionar información sobre su responsabilidad en la violación de los derechos de Jineth a la protección judicial y la libertad de expresión.
En el momento en que fue atacada, le dijeron a Jineth que lo hacían debido a su trabajo como periodista y que se trataba de un mensaje a la prensa para que dejara de informar sobre las actividades gubernamentales y paramilitares. Durante los primeros nueve años después de su ataque, la violencia sexual como fuerza silenciadora funcionó. Antes de 2009, Jineth no habló sobre su violación, hasta que se dio cuenta de que era una de millones de víctimas de la guerra interna y que OXFAM le pidiera ser la voz de un informe sobre la violencia sexual en Colombia. En el mismo año, Jineth fundó la campaña «No Es Hora de Callar», que busca dar a conocer y condenar la violencia contra las mujeres – especialmente las agresiones sexuales en el marco del conflicto colombiano.
Jineth no está sola en su trabajo. En Colombia, han surgido organizaciones que buscan aumentar la conciencia pública sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, y es gracias a ellas que las sobrevivientes tienen una voz y una red de apoyo dispuesta a escuchar sus historias. Los grupos como Sisma Mujer, que ha desarrollado guías para que las mujeres víctimas de la violencia puedan acceder a la justicia en diversos sectores de la sociedad colombiana, y Casa de la Mujer, que ha trabajado el tema del acceso de las mujeres a la información en Colombia, son parte de una red de soporte que apoya a los supervivientes como Jineth.
En 2015 – cuando uno de los sospechosos en el ataque de Jineth fue liberado brevemente – Sisma Mujer, Ruta Pacífica de las Mujeres y otras organizaciones lanzaron declaraciones condenando la decisión del Procurador General. Las mismas organizaciones tuitearon en apoyo de Jineth a principios de este mes, cuando ella decidió devolver la compensación del gobierno, una decisión motivada por la gran contradicción en el tratamiento de su caso por las autoridades.
¿Cuánto dinero puede reparar el dolor de una pérdida o una violación? @jbedoyalima.Razones para la decisión #5Claves pic.twitter.com/HKKXHVhw9p
— Sisma Mujer (@SismaMujer) May 14, 2016
Todo nuestro apoyo para @jbedoyalima Reparación, justicia y dignificación de las víctimas no es algo que se compre. https://t.co/NrYDi2uvtu
— Casa de la Mujer (@casa_la) May 11, 2016
Cuando IFEX le preguntó a la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género lo que el 25 de mayo significaba para ellos, declararon: «Es un día que permite a los periodistas centrarse en una convocatoria que llama la atención sobre el tema de la violencia sexual contra las mujeres y, como su nombre lo sugiere, hace un llamamiento a la dignidad de las víctimas. Es un día para que la sociedad se informe, para crear un proceso de sensibilización y contribuir a una solución».
La organización Women’s Link Worldwide declaró que el 25 de mayo «Es una oportunidad para expresar nuestra profunda admiración por las sobrevivientes quienes, a pesar de todas las dificultades, continúan en su incansable lucha porque se hagan efectivos sus derechos a la justicia y a la salud. En vez de dejarse amilanar, ésta lucha las ha transformado en agentes de cambio en el país.»
La Red Colombiana también afirmó su creencia de que con el fin de abordar el problema del silenciamiento de las mujeres, se debe generar una revolución cultural en todas las instituciones – y en la sociedad en general – para cambiar las ideas y acciones en torno a la cuestión de la igualdad de derechos para las mujeres. Hicieron hincapié en que no debe existir ni silencio, ni impunidad, y que las mujeres deben poder reportar, así como recibir justicia, en el momento oportuno.
Jineth – como la voz de este movimiento – junto a numerosas organizaciones, han hecho declaraciones sobre el proceso de paz y condenado los recientes ataques contra defensores de los derechos de la mujer.
Jineth es la anfitriona del 2º Festival por la Vida de las Mujeres los días 24 y 25 de mayo en la Universidad Central de Bogotá. Durante este evento, habrán conversaciones entre las sobrevivientes de ataques sexuales y se lanzará un discolibro iniciado por OXFAM y dedicado a las «avanzadoras»: mujeres que avanzan y hacen avanzar el mundo. Los eventos públicos de este tipo son una realización del lema de la campaña de Jineth y proporcionan espacios de apoyo para que las mujeres hablen de sus experiencias. De este modo, desafían a sus atacantes que intentaron silenciarlas.
Jineth Bedoya Lima habla ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, abril 2016Comisión Interamericana de Derechos Humanos