Antonio Gamboa Urías era un periodista con más de 18 años de experiencia profesional. Desde hace 10 años, dirigía la revista Nueva Prensa, en cuyas páginas se abordan temas relacionados con corrupción y la vida política de su región.
Este artículo fue publicado originalmente en articulo19.org el 23 de octubre de 2014.
Antonio Gamboa Urías, periodista y director de la revista Nueva Prensa, en Los Mochis, Sinaloa, fue localizado sin vida la noche del jueves 23 de octubre, luego de 12 días de estar en calidad de desaparecido.
Gamboa Urías era un periodista con más de 18 años de experiencia profesional. Desde hace 10 años, dirigía la revista Nueva Prensa, en cuyas páginas se abordan temas relacionados con corrupción y la vida política de su región.
Con ese crimen suman cinco los comunicadores asesinados en ese estado del noroeste mexicano de 2004 a la fecha. Los dos últimos crímenes ocurrieron durante el mes de octubre de 2014. El primero contra el líder comunero y locutor de radio Atilano Román, y el segundo contra el periodista Antonio Gamboa Urías.
“Los crímenes contra los comunicadores de Sinaloa no deben ser tomados como hechos aislados, sino el resultado de la impunidad y el incremento de la violencia no sólo en el estado sino todo el país y el silenciamiento de la prensa con severas repercusiones a la sociedad para allegarse de información”, dijo Darío Ramírez, Director de ARTICLE 19 oficina para México y Centroamericana. Con el asesinato de Antonio Gamboa, suman 82 periodistas asesinados por posible relación con su labor periodística; nueve de estos durante la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto de los cuales seis corresponden al presente año.
El asesinato de los dos comunicadores sinaloenses se dan en un contexto general de violencia en el país, con la impune desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, a manos de policías locales, y los asesinatos extrajudiciales del Ejército Mexicano contra 22 personas en Tlatlaya, Estado de México.
“El sentir general de la prensa en Sinaloa es precisamente de que ya no sabemos de quien cuidarnos, antes teníamos claro que podría ser del crimen organizado, hoy puede ser cualquier persona o personaje que se sienta agredido en sus intereses”, comentó Marcos Santos, editor del periódico Noroeste, entrevistado por ARTICLE 19.
Por ninguno de los asesinatos ocurridos en Sinaloa, el Estado Mexicano a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos con la Libertad de Expresión (FEADLE) de la PGR y el Mecanismo de Protección para personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas se han pronunciado por estos hechos, evidenciando la indiferencia con la que suelen actuar dichas instancias de gobierno.
El Estado mexicano está obligado a salvaguardar los derechos humanos de los familiares y colegas de la víctima. Además debe garantizar una investigación adecuada y sancionar a responsables. No sólo eso. Es necesaria la intervención de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) para atender a los familiares del periodista asesinado.
ARTICLE 19 lamenta el homicidio de Gamboa Urías, se solidariza con su familia y exige al Estado Mexicano una investigación exhaustiva en la que no se descarte la labor profesional del comunicador sinaloense como posible móvil del crimen.