Un equipo de corresponsales de Globovisión fue a la parroquia La Pica del estado Monagas, para atender un llamado que le hicieran unos agricultores, quienes denunciaron que habían perdido gran parte de su cosecha debido a un derrame de petróleo procedente de unos pozos cercanos.
(IPYS-Venezuela/IFEX) – El 19 de enero de 2012, la periodista Giselle Almarza, de un equipo de corresponsales del canal privado Globovisión destacado en la zona oriental del país, integrado por ella y el camarógrafo Dalí Gómez, fue retenida por 40 minutos luego de haber dado cobertura a un derrame petrolero ocurrido en una zona agrícola en la parroquia La Pica del estado Monagas.
Almarza relató que llegaron hasta esa localidad, a unas ocho horas de la capital Caracas, para atender un llamado que le hicieran unos agricultores, quienes denunciaron que habían perdido gran parte de su cosecha debido a un derrame de petróleo procedente de unos pozos cercanos, de un proyecto de crudo pesado de PDVSA, la estatal petrolera.
El equipo reporteril efectuó tomas e hizo entrevistas a los afectados, y cuando se disponían a regresar a la base de operaciones en el estado Anzoátegui (a tres horas del lugar) fueron advertidos por los propios campesinos que un equipo de la Guardia nacional Bolivariana (GNB) iba a retenerlos para quitarles el material audiovisual, pues carecían de autorización para efectuar esas tomas.
Ante la situación, el camarógrafo decidió irse con el material grabado por unos caminos de tierra, guiado por miembros de la comunidad de agricultores, hasta la principal carretera que comunica a Monagas con Anzoátegui, donde se conseguiría con su compañera, quien se marchó en el vehículo con unas cintas de video que no estaban usadas. El carro de la reportera fue retenido por un comando de la GNB y miembros de PDVSA, quienes le exigían que entregaran el material grabado, además de interrogarla sobre su trabajo en la localidad. Almarza estuvo retenida por espacio de 40 minutos, cuando finalmente la dejaron ir, sin quitarle ningún equipo. Una hora después logró reunirse con el camarógrafo y de allí partieron hasta el estado Anzoátegui.
Los corresponsales no colocaron la denuncia ante ningún ente oficial o policial. Pero el hecho fue reseñado por el canal Globovisión el mismo día y en la página web. El trabajo periodístico pudo ser publicado.