Un equipo de prensa fue retenido por un grupo de indígenas en la localidad de Simón Bolívar, mientras que policías en Guayaquil obligaron a un reportero gráfico borrar imágenes de su cámara.
(IPYS/IFEX) – El 1 de octubre de 2009, el equipo de prensa del «Diario Expreso», integrado por la periodista Marieta Campaña, el fotógrafo René Fraga y el chofer Luis Espinosa, fue retenido durante tres horas por un grupo de indígenas shuar, achuar y kichwas en la localidad de Simón Bolívar, en la Amazonía ecuatoriana.
El hecho ocurrió cuando los periodistas iban a la zona para cubrir las protestas indígenas en rechazo al proyecto Ley de Aguas impulsado por el Ejecutivo. Según los periodistas, medio centenar de indígenas aparecieron en la carretera impidiéndoles el paso. Al notar que eran periodistas, los indígenas reaccionaron con violencia, acusándolos de no informar con la verdad y de ser aliados del presidente Rafael Correa.
Los periodistas fueron conducidos al coliseo de la comunidad, donde permanecieron por tres horas. Los indígenas consideran que la prensa informa de manera sesgada sobre sus demandas. Los periodistas fueron amenazados con lanzas.
El equipo periodístico fue liberado luego de la intervención de Marlon Santi, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE).
Por otra parte, también el 1 de octubre, un reportero gráfico del «Diario Hoy» que prefirió no identificarse por temor a represalias fue impedido de fotografiar la fachada de la vivienda del ministro coordinador de la política, Ricardo Patiño, en la ciudad de Guayaquil. El periodista acudió al lugar luego que Fabricio Correa, hermano del presidente Correa, acusara a Patiño de ser comunista pero de vivir en una casa de lujo.
Según informaciones periodísticas, la vivienda del ministro Patiño no figura en su declaración jurada de bienes y rentas presentada en agosto de 2008.
Tras fotografiar la vivienda, el periodista fue intervenido por un policía que custodiaba la urbanización, prohibiéndole salir de ella si antes no le mostraba las imágenes captadas. El policía fue apoyado por tres agentes más que llegaron en una patrulla. El fotógrafo borró las imágenes de la memoria externa, para poder salir del lugar. Sin embargo, las fotos quedaron grabadas en la memoria interna de la cámara, que permitió que la nota sea publicada en el diario.
FUNDAMEDIOS e IPYS rechazan el intento abusivo de la policía para impedir una cobertura periodística y llama a las autoridades a sancionar a los responsables.