Los periodistas registraban un ataque represivo de parte de la policía contra pobladores que reclamaban la vacancia del Presidente Regional de Apurímac por irregularidades administrativas.
(OLA/IFEX) – 23 de noviembre de 2009 – El 20 de noviembre de 2009, en la provincia de Abancay, región Apurimac, algunos periodistas fueron objeto de agresión verbal y física de parte de miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP). Los periodistas atacados fueron: Marcelo Santana, del Canal 29; Miguel Bellido Almeida, corresponsal del diario «El Comercio»; Carlos Peña Costillo, de Andina de Radiodifusión (ATV); Paúl Pilco Dorregaray, corresponsal del diario «Correo» en el sur del país; Winston Callalli Campana, de TV Canal 15 y Jesús Camacho Quispe, de Canal 11 TV Amistad. Asimismo, Wilman Caichihua Robles, de radio Inka Tropical, y Javier Ustúa Camacho, conductor del programa «Pulso Regional» de radio Inka, fueron insultados y agredidos por manifestantes.
Los hombres de prensa cumplían con su labor informativa. Registraban un violento ataque represivo de parte de la policía con bombas lacrimógenas y disparos con armas de fuego contra pobladores que reclamaban la vacancia del Presidente Regional de Apurímac por irregularidades administrativas.
La policía increpó y amenazó con golpear al periodista Peña Costillo si continuaba filmando y si no se alejaba del lugar. «Los policías me insultaron y me amenazaron con golpearme si seguía grabando los incidentes», denunció el comunicador.
Tres policías armados y con capuchas se aproximaron hacia Pilco Dorregaray cuando éste tomaba fotografías. Los policías le arrebataron su cámara fotográfica, destrozando su chaleco de prensa.
«Cuando estaba sacando fotografías vinieron tres policías a quitarme mi cámara fotográfica, al resistirme me arrancaron mi chaleco de prensa insultándome y agrediéndome verbalmente. Ya cerca de la media noche me entregaron mi cámara digital sin la memoria, donde había registrado las imágenes del suceso», precisó Pilco Dorregaray.
También los periodistas Callalli Campana, Camacho Quispe, Santana y Bellido Almeida fueron agredidos con insultos y amenazas de parte de los efectivos del orden, impidiéndoles en todo momento ejercer su labor periodística.
Ustúa Camacho fue perseguido por una turba de manifestantes, que le lanzaron piedras. El periodista manifestó que las piedras fueron lanzadas directamente al cuerpo y que el grupo de vándalos estuvo a punto de lincharlo.
Wilman Caichihua Robles, luego de fotografiar a un grupo de jóvenes quienes bloqueaban la carretera con piedras, fue insultado y le intentaron quitar su cámara. El periodista denunció que, «ciertos grupos pretendan amordazar al periodismo independiente, al parecer, no entienden la práctica de un periodismo de opinión pluralista, expresión básica de la libertad de prensa, propia de los pueblos democráticos». Asimismo, dijo que «no es justo que se maltrate a los periodistas que cumplen una labor importante de comunicación y diálogo entre las personas dentro de una sociedad».