Alejandro Guerrero fue detenido, golpeado y amenazado de muerte por personal policial.
(FOPEA/IFEX) – El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) manifiesta su preocupación por la detención arbitraria del reportero gráfico Alejandro Guerrero en Rosario (provincia de Santa Fe), y los brutales golpes que recibió durante las horas que estuvo detenido. Asimismo, alerta sobre este abuso de la fuerza pública al arrestar sin causa a un ciudadano, dejándolo detenido por varias horas sin permitirle hacer llamadas telefónicas. A esto se le suma el ensañamiento que tuvieron los efectivos con Guerrero cuando se identificó como trabajador de prensa, y las amenazas de muerte que recibió por parte del personal policial de la comisaría 3ra. de esa ciudad santafesina.
Guerrero es jefe de la sección de fotografía del diario «El Ciudadano», corresponsal de varios medios nacionales y empleado de la Subsecretaría de Comunicación Social de Santa Fe.
FOPEA reconoce el rápido accionar de las autoridades de seguridad de la provincia que reemplazaron a la cúpula policial de Rosario, pero reclama que se le ofrezca la debida protección a Guerrero por las amenazas de muerte que recibió advirtiéndole que no hiciera público el caso.
El hecho tuvo lugar en la tarde de 15 de diciembre de 2010, cuando Guerrero fue testigo ocasional del desalojo de unos jóvenes que estaban recostados en unos colchones en la vía pública. Personal policial quiso obligarlo a retirarse, pero como el fotógrafo se negaba le dijeron: «Si vos no te querés ir, te venís con nosotros», y lo llevaron a la seccional 3ra. de la Policía de Rosario. Allí lo mantuvieron encerrado y lo golpearon reiteradas veces. Guerrero manifestó que mientras le pegaban puñetazos le decían: «¿Así que vos sos protector de pobres?» y «¿así que vos querés copar la parada?».
Guerrero estuvo detenido por más de seis horas. En ese tiempo no pudo realizar ninguna llamada telefónica y tampoco le dijeron por qué delito estaba imputado. Hasta ese momento, el fotógrafo prefirió no identificarse como periodista. Cuando finalmente, luego de la golpiza, Guerrero dijo que era reportero gráfico y debía avisar al diario sobre su ausencia, uno de sus agresores lo increpó diciéndole: «Si no te quedás en el molde, te mato».
El periodista radicó la denuncia en Tribunales de Rosario y un médico legista constató las lesiones producto del abuso policial. A raíz del episodio toda la cúpula policial de Rosario fue reemplazada: el jefe de Orden Público, Aníbal Rodríguez; el inspector de zona, Walter Miranda; el jefe de la comisaría 3ra., Adolfo Luna, y el subjefe de esa dependencia. Lo mismo sucedió con los agresores: el sargento primero Luis Barrionuevo y el suboficial Ignacio González, que llevan más de 20 años en la fuerza.